Primera Plana
El balón rodó al fin
El pitido inicial supo a gloria. Hace unos meses la Federación amenazaba con darnos un patadón en la inscripción
El balón echó a rodar el domingo de nuevo en El Arcángel siete meses después. El pitido inicial supo a gloria por un doble motivo. A ningún cordobesista se le olvida que hace sólo unos meses teníamos delante a la Federación con cara de defensa central de los ochenta —para los jóvenes, si pasaba la pelota, no lo hacía el rival— amenazando con darnos un patadón en la inscripción para sacarnos de la Segunda B . Finalmente los juzgados marcaron en corto al ente federativo y, tras señalar la legalidad de la innovadora fórmula con la que el club evitó descender a los infiernos de la desaparición, lo tuvo que admitir en la categoría de bronce.
Además, con el Córdoba-Lorca , echaba a andar la temporada más extraña porque los de Sabas, igual que el resto de equipos, no juegan sólo contra sus rivales, sino contra el Covid . Como escribí con la edición de los Patios que acaba de terminar, es una buena noticia que vuelva el fútbol en sus distintas categorías, y no sólo en las competiciones de Primera y Segunda , casi inmunes a la epidemia por el pastizal que manejan. Es un gol que le marcamos a la pandemia, recuperando espacios de normalidad, aunque sea alineando mascarilla, litros de gel, distancia de seguridad y limitación de aforo.
Sobre esto último se han vertido ríos de tinta, y aporto mi afluente. Los blanquiverdes jugaron en el Arcángel ante 800 espectadores, cifra que se queda en fuera de juego cuando recuerdas que la Junta autorizó 2.600 para la corrida del Día de la Hispanidad en los Califas . El Ejecutivo autonómico le levantó el banderín al club y le inválido su excesivo plan para que accedieran al campo el domingo 6.700 personas. Pero la Administración regional también podía haberle pasado el VAR a su decreto de regreso a la actividad en competiciones no profesionales, que es el que fija que sólo pasen por ahora ocho centenares de aficionados al Arcángel , para corregirlo al alza.
Las cosas de los despachos de la Federación y de la Junta se fueron al banquillo de la mente de los cordobesistas al echar el balón a rodar. Cuando el esférico se detuvo, tampoco creo que pensaran mucho en los señores Luis Rubiales y J uanma Moreno . Porque el Córdoba se había hecho con tres puntos, más valiosos que nunca por el sistema de competición y por ser una temporada en la que en 26 partidos puedes volver a Segunda y en la que, si las cosas se torcieran, hay que garantizar, como mínimo, que el escudo blanquiverde esté en 2021 en la que será nueva tercera máxima categoría del fútbol español. Piovaccari nos hizo subir el primer peldaño al ascenso. Ya sólo quedan 25. Y me van a permitir, lectores, que el pitido final lo dé haciéndoles una confesión. Para mí, fue un domingo futbolero redondo, porque, además, mi Athletic le ganó al Levante. Lo triste es que este lunes, uno más, en la redacción de ABC no pude comentarlo con otro rojiblanco de pro, mi compañero Antonio Muñoz , al que perdimos hace diez eternos años.