TOROS
El Ayuntamiento revisará la actividad para hacer más atractivo el Museo Taurino de Córdoba
El alcalde anuncia que se buscará mejorar el espacio cultural, que en 2019 tuvo 21.000 visitas
¿Nueva vida para el Museo Taurino ? La primera intención del Ayuntamiento de Córdoba es que así sea. El alcalde, José María Bellido , anunció en público su intención de realizar cambios en este espacio cultural. Lo hizo en el acto de presentación en Córdoba de la Fundación Toro de Lidia , que agrupa a empresarios y varios sectores en la defensa de la tauromaquia.
La coordinadora del Área de Cultura del Ayuntamiento, Eva Delgado , aseguró que los cambios responderán más a la actividad en el centro que a la forma en que se muestran los contenidos. Se buscaría «mayor actividad» y para eso se hablarán con las distintas asociaciones del mundo taurino , para que muestran su opinión. No afectaría a la musealización , que es reciente, aunque sí se escucharía a los aficionados para saber la percepción que tienen del centro. La búsqueda de cambios o mejoras responde a cierta insatisfacción en una buena parte del mundo taurino con la forma en que el centro cultural abrió nuevamente sus puertas en el año 2014, una década después de su cierre.
Más allá de los gustos de los aficionados, entre los que abundan los críticos aunque no hayan faltado también quienes hayan encontrado elementos de interés, lo cierto es que las cifras dan la espalda a la forma en que ahora se muestran los fondos del Museo Taurino de Córdoba . El centro tuvo en el año pasado algo más de 21.000 visitas, lo que lo convierten en uno de los menos visitados no sólo de los municipales, sino de todos los abiertos en Córdoba. Sólo el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía ( C3A ) puede ofrecer cifras peores. Hay que tener en cuenta que no en todos se paga, como sí sucede en muchos casos en el Museo Taurino, pero en cualquier caso quedan muy lejos de los más de 50.000 del Museo Julio Romero de Torres y a una distancia muy larga de los más de 600.000 del Alcázar de los Reyes Cristianos , por citar a los que son del Ayuntamiento.
En estas cifras hay que matizar algunos datos. Por un lado, la entrada a los museos y monumentos de la Junta de Andalucía es gratis hasta ahora. En el Museo Taurino se pagan cuatro euros , con ciertas bonificaciones. Para empezar, las personas que acrediten mediante el DNI que residen en Córdoba podrán entrar de forma gratuita, mientras que los mayores de 65 años y los menores de 14 pagarán la mitad, es decir, dos euros. El año pasado, que es el período al que hacen referencia estos datos, había incluso una jornada, los jueves por la tarde, en que todos los visitantes podían acceder de forma grauita al Museo Taurino.
Tras el cierre
La musealización del centro cultural ha creado opiniones encontradas desde que se reabrió en marzo de 2014. Para entonces, casi una generación de cordobeses apenas había conocido el Museo Taurino. Había permanecido cerrado nueve años , desde el verano de 2005, y en sus últimos tiempos había permanecido incluso con algunas de las salas apuntaladas.
Para entoncers, el concepto pasó a ser otro. En la época de R afael Blanco como concejal de Cultura el Ayuntamiento de Córdoba encargó la musealización a una empresa catalana llamada Kultura , con experiencia en el sector, y que planteó una nueva forma. Si en el anterior se exhibían multitud de objetos personales de los Califas del toreo, sobre todo a través de recreaciones de sus despachos y de los lugares en que vivieron, el nuevo destacaría por mostrar menos fondos .
Así, de cada uno de ellos se exhibía un solo traje de luces , acompañado de algunos objetos que habían acompañado a los diestros durante su vida en los ruedos, mientras que en la época anterior había varios, y muchos más efectos personales. Sí había cambiado algo, y era la presencia de Manuel Benítez «El Cordobés» , que desde 2002 tenía la consideración del Califa del Toreo junto a Lagartijo, Guerrita, Machaquito y Manolete.
En ciertos momentos, el centro cultural no ha pasado de las 50 visitas al día
Los aficionados notaron mucho el contraste entre una etapa y otra. No había una sala para cada uno de los califas, como antes, sino un amplio espacio, con una iluminación muy concreta, en que se podía leer sobre cada uno de ellos y sobre la importancia que tuvieron para la lida en el momento en que estuvieron sobre al albero. Tampoco abundaban tanto los carteles antiguos como en la época anterior. Su concepto era más moderno, pero algunos esperaban otra cosa. Fotografías , taxidermias de algunos animales importantes en la carrera de los toreros y muchos detalles personales completaban una colección que dejó de exhibirse de esa forma. Y no han faltado tampoco problemas operativos, como en las pantallas que han dejado de funcionar.
El nuevo Museo Taurino se completa con varias salas más, una de ellas dedicada a los lugares que en Córdoba han servido a lo largo de la historia para las fiestas de toros , desde la Corredera hasta el Coso de los Tejares que estuvo en funcionamiento hasta 1965. El toro bravo, con todas sus características y con los hierros que lo han cirado en la provincia de Córdoba a lo largo de la historia, también tiene protagonismo, y el espectador puede asomarse incluso a la recreación de unos tendidos en que una grabación en 360 grados recoge una corrida real con todos los detalles.
La política del nuevo Museo Taurino sí ha sido mucho más activa, ya que aunque los fondos expuestos de forma permanente no son tantos, sí que se han dado motivos para visitar el centro cada cierto tiempo. Se ha hecho mediante exposiciones temporales . La colección que siempre está visible apenas supone un 15 por ciento de los fondos con los que cuenta el Museo Taurino.
En la nueva etapa, las exposiciones temporales han buscado dinamizar la actividad del Museo Taurino
El resto se han mostrado en otros formatos. Por ejemplo, el centro mantiene abierta la exposición «La crisálida del héroe, el capote de paseo », que recoge esta prenda fundamental del ajuar de los toreros. Con ella además se han restaurado algunas de las piezas que estaban en poder del Ayuntamiento y que no se podían mostrar debido a su mal estado. Es el caso de un capote de paseo que perteneció a Lagartijo Chico , sobrino del primer Califa del Toreo. Es una pieza que estaba bordada con hilos de azabache sobre piel de becerro que el diestro llevó en la temporada de 1901, justo después de la muerte de su tío, y que representaba su luto.
En los últimos tiempos también se restauró la cabeza de «Mirador» , el toro con el que Manolete tomó la alternativa en Sevilla en el año 1939. No sólo sirvió para que se pueda volver a apreciar, sino que además se valoró lo que se consideró una «escultura con piel». Un vídeo mostraba el proceso de restauración para conocer con más detalle cómo era el trabajo de una pieza en que la piel se conservó sobre el cráneo del animal.
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