REVISIÓN
El Ayuntamiento de Córdoba revisa ya el callejero en busca de memoria histórica
La edil responsable indica que se está recogiendo «la máxima información posible» para decidir
El Ayuntamiento de Córdoba «investiga» ya el callejero de cara a la retirada de nombres ligados al franquismo . Así lo apuntó ayer la edil de Cultura y responsable de todo lo relativo a memoria histórica en el Consistorio, la socialista Mar Téllez . Durante una cortísima conversación con ABC tras un acto de Cultura y que no se pudo reanudar por teléfono, aunque se solicitó oficialmente hablar con ella el martes, explicó los distintos aspectos en los que el Consistorio trabaja para acabar con la huella de la dictadura en la ciudad.
En cuanto a la eliminación de nombres de calles, la concejal de Cultura , que fue presidenta del Foro Ciudadano para la Recuperación de la Memoria Histórica de Andalucía, explicó que están «recabando y pidiendo información» al respecto. Explicó que «no es tan fácil, porque no había en el Ayuntamiento un inventario hecho para esto». Por ello, sostuvo, Capitulares está teniendo que hacer « labor de investigación propiamente dicha, desde el Archivo [municipal]». Hay que tener en cuenta que un largo periodo de gobiernos de izquierda ha hecho que la mayor parte de menciones y elementos dedicados al franquismo hayan desaparecido del nomenclátor.
Señaló que con otras cuestiones, como los reconocimientos que el Ayuntamiento aún mantiene a militares franquistas , «estamos haciendo lo mismo». Fue Ganemos , socio en la sombra del cogobierno PSOE-IU y sustento del bipartito, quien reclamó en un ruego en el Pleno municipal de enero que el Consistorio retire los honores que concedió a militares que protagonizaron el golpe de estado de 1936.
No fue una petición puntual . Ganemos ha subido la presión publica sobre el PSOE. En el Pleno de este mes, también en un ruego, reivindicó a la alcaldesa, la socialista Isabel Ambrosio, que el Ayuntamiento retire la cruz de los caídos, junto a la Audiencia Provincial.
De vuelta a Téllez, advirtió de que « hay que ser rigurosos. Hay que recoger la máxima información posible para luego tomar decisiones».Sobrevuela el ambiente las meteduras de pata que han más que salpicado al Ayuntamiento de Madrid con su programa de retirada de vestigios de la dictadura. El Consistorio capitalino, tras varios errores, lo frenó.
La concejal de Cultura se refirió a un último campo en el que trabajan: el de la retirada de símbolos franquistas en inmuebles y espacios públicos. Dio a entender que se centran en la cruz de los caídos , situada junto a la plaza de la Constitución . Hay que tener en cuenta que en los últimos lustros se han ido retirando elementos de la época franquista existentes en edificios de la ciudad, con lo que el de la cruz los caídos es el único reseñable.
«La información se ha mandado a la Asesoría Jurídica, para que haga un informe del estado de la cuestión de ese símbolo», añadió.
Esperando la Ley andaluza
Respecto a posibles plazos, la edil de Cultura no pudo ser más genérica. A principios de febrero, señaló a otro medio que esperaba tener terminado este trimestre un primer informe sobre elementos franquistas en el callejero y en los inmuebles de la ciudad. Interrogada ayer por este horizonte temporal, se limitó a indicar que «es posible que necesitemos más tiempo» para ese trabajo. Matizó que, al estar trabajando en tres frentes, cabía la posibilidad de que el estudio de cada elemento a juicio (vías; títulos honorífico o elementos materiales) se concluyera de forma independiente en el tiempo.
Además, el pasado seis de febrero, la edil responsable de memoria histórica había advertido de que el Ayuntamiento iba a esperar a que se aprobara la ley andaluza de memoria histórica para tomar decisiones en esta materia en la ciudad. Fue la forma en la que el PSOE marcó territorio respecto a las demandas en esta cuestión de Ganemos y de IU, que también achucha -llevará al Pleno de marzo una moción para crear una comisión para la eliminación de los vestigios de la dictadura-. Cuando se le preguntó ayer por si seguía manteniendo esta postura, dejó entrever un «sí»: «¿Por qué no vamos a esperar a esa ley, que es inminente?».
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