Sucesos
El Ayuntamiento de Lucena y los hosteleros intentan minimizar las pelas callejeras en el Centro
En menos de un mes se han registrados tres riñas con heridos por arma blanca y una persona detenida
La Policía Nacional anunció ayer la detención del individuo que originó la multitudinaria pelea que el pasado día 19 de febrero convirtió el llanete de San Agustín , en pleno centro de Lucena, en un campo de batalla. Se le imputan dos delitos de lesiones graves tras herir en el cuello y rostro a otros dos jóvenes con un vaso de cristal roto. Además, los agentes han imputado a una segunda persona por un delito leve de lesiones. En aquella pelea se produjeron al menos una decena de heridos , cinco de ellos trasladados al hospital de Cabra . Unas horas después, a escasos cien metros, en la calle Juan Valera, se inició una segunda pelea que también obligó a actuar a la policía. Unos hechos que lejos de ser algo aislado empiezan a ser muy frecuentes los fines de semana en la ciudad, con el centro de la ciudad como principal foco de conflictos.
Concretamente, en la madrugada del viernes al sábado se produjeron unos hechos similares . Un hombre de 31 años de edad resultó herido por arma blanca en un altercado. El joven, según informaron fuentes del servicio de Emergencias 112 de Andalucía, tuvo que ser evacuado al hospital Infanta Margarita de Cabra ante la profundidad de alguno de los cortes que presentaba en el brazo. No fue el único incidente de la noche lucentina. A las seis de la mañana, de nuevo en la calle Juan Valera , un reguero de sangre marcaba el rastro de otra trifulca. Una persona fue atendida por los servicios sanitarios, aunque sin trascender más datos sobre su estado de salud.
Para muchos vecinos, esta situación responde a una situación de creciente violencia que vinculan a la falta de vigilancia y medidas de prevención y a la concentración del ocio nocturno en el centro de la ciudad, incrementada tras la pandemia por la prohibición del botellón. «Tenemos todos los bares de copas en apenas doscientos metros a la redonda y a ciertas horas de la madrugada tanta gente y tanto alcohol y lo que no es alcohol, no son los mejores ingredientes», señala un vecino de un edificio de la calle Juan Valera, que afirma que «alguien tendría que parar esto antes de que tengamos que lamentar muertos».
Balance oficial
Mientras, otro vecino señala el lugar donde el sábado apareció un charco de sangre tras la última pelea, un episodio que en nada ayuda a rebajar la tensión y la inseguridad que viven los residentes del centro.
El último Balance de Criminalidad del Ministerio de Interior señala que las infracciones penales se incrementaron en Lucena el pasado año un 23,8 por ciento respecto a 2020, al contabilizarse 1.675 delitos , con un una media de 4,5 diarios. No obstante, si comparamos estos datos con 2019, año previo a la pandemia, el aumento sería solo del 4,81 por ciento. Subieron los robos con fuerza en domicilios y comercios -de 66 a 78 denuncias, con una variación porcentual del 18,2%- y el de hurtos, con un incremento del 27 por ciento.
El tercer capítulo es precisamente el de «lesiones y riñas tumultuarias» como las acontecidas en las últimas semanas, 17 en 2021 que se traducen en un crecimiento porcentual del 41,7 por ciento.
Los datos de Lucena son los segundos peores de la provincia en los municipios cordobeses mayores de 20.000 habitantes, tan sólo por detrás de los registrados en Cabra.
Pese a ello, el alcalde de Lucena, Juan Pérez (PSOE), señaló a finales de febrero que «Lucena es un ciudad segura» y afirmaba que «no hay que lanzar mensajes alarmistas, porque los datos de las sucesivas Juntas Locales de Seguridad demuestran que en Lucena se vive con tranquilidad y de forma segura». Para el regidor lucentino, situaciones como las vividas el pasado fin de semana constituyen «casos aislados».
Esa opinión es compartida por el presidente de la Asociación de Hosteleros de Lucena, Sergio Leiva . «Esto ha pasado siempre, no es un problema de los negocios de hostelería o el ocio nocturno sino un problema de las personas», asegura, y deja claro que «la inmensa mayoría de estas situaciones se producen a altas horas de la madrugada y fuera de los locales de ocio». Para Leiva «no hay un problema de seguridad» sino gente que, llegadas ciertas horas, «no sabe comportarse y da lugar a este tipo de situaciones».
Desde el Ayuntamiento se sigue apostando por la coordinación de esfuerzos entre los distintos cuerpos, incluido el refuerzo de la policía autonómica en materia administrativa, como mejor fórmula para volver a la normalidad rota por esta serie de incidentes, de amplia difusión en las redes sociales , que consistorio y hosteleros consideran que no representan la realidad de la ciudad.
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