Sequía
El Ayuntamiento de Lucena ejecuta un plan de choque para ahorrar agua y evitar cortes del suministro
Suspender el baldeo de calles, riegos mínimos en jardines o bajara la presión del agua, entre las principales medidas
La
La escasez de lluvias, la prolongada sequía y los bajos niveles de agua embalsada en el pantano de Iznájar, que ya se sitúa por debajo del 25% de su capacidad y que constituye la principal fuente de abastecimiento de la ciudad, han determinado que desde la empresa municipal Aguas de Lucena se proponga al Ayuntamiento la adopción de una serie de medidas para evitar el derroche de agua y propiciar un mejor control del consumo, en aras a evitar decisiones más drásticas en un futuro inmediato.
Según el informe del gerente de Aguas de Lucena, de acuerdo con la planificación que establece la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir, en estos momentos la ciudad se encontraría en un umbral de «escasez severa», al que corresponde un escenario de alerta para el abastecimiento. Esto ha hecho que se enciendan todas las alarmas y se considere necesario poner en marcha actuaciones que contribuyan a reducir el consumo.
Según explicó ayer la concejal de Medio Ambiente y Consejera de Aguas de Lucena, Mamen Beato, entre las decisiones adoptadas se incluyen desde medidas de concienciación general de la población, como la puesta en marcha de campañas publicitarias institucionales para desarrollar acciones encaminadas al ahorro de agua; a la elaboración por parte de Aguas de Lucena de un plan de infraestructuras hidráulicas para el mantenimiento y reducción progresiva de pérdidas en la red de abastecimiento.
Fuentes cortadas
Así, se establecen restricciones y prohibiciones de determinados usos no esenciales del agua potable como la minimización de riegos en parques y jardines hasta niveles de supervivencia, la suspensión de baldeos de calles, plazas y vías públicas salvo aquellos que se realicen con aguas regeneradas o no aptas para el consumo, la parada y vaciado de las fuentes ornamentales, el corte del abastecimiento a instalaciones cerradas, tales como colegios y otros edificios municipales o la instalación de electroválvulas en los edificios municipales que interrumpan el suministro durante las horas en que estén cerrados o sin actividad.
Además Aguas de Lucena reducirá las presiones de la red de abastecimiento durante la noche, reforzará las campañas de búsqueda y reducción de fugas en la red y la detección de fraudes y usos indebidos de agua potable, entre los que se incluye el llenado de piscinas con agua de la red pública.
La edil de Medio Ambiente y responsable de Aguas de Lucena, Mamen Beato, señaló que del resultado de este primer paquete de medidas dependerá el paso a un siguiente nivel de restricciones.
Lucena llega a esta situación justo cuando empieza a planificarse una actuación valorada en 7,2 millones de euros, que supondrá la sustitución de la actual red de abastecimiento desde el acuífero municipal del Nacimiento de Zambra, cuya aportación a los depósitos municipales se ha ido empobreciendo en los últimos años como consecuencia de una canalización creada hace más de setenta años.
Cabe recordar que municipios vecinos como Benamejí ya se han visto obligados a realizar cortes de suministro durante la madrugada para lograr recuperar en sus depósitos la presión suficiente para garantizar el suministro a la localidad durante el resto del día.