MUNICIPAL
El Ayuntamiento de Córdoba saca a sorteo los quioscos de helados
El negocio que se instalaba junto a la Calahorra no podrá hacerlo por estar cerca de un BIC

El Ayuntamiento de Córdoba ha entregado este año por sorteo, por primera vez, los quioscos de helados que se instalan durante la temporada en la capital para propicial la rotación de este tipo de instalaciones fijas que, desde hace varios años, ya no se autorizan a personas físicas sino a las empresas que se dedican a la distribución de estos productos. El procedimiento se ha llevado a cabo entre las personas interesadas, que suele ser un grupo estable, con algunos problemas. Al menos, dos de los negocios que tradicionalmente se montaban o han cambiado de manos conforme a su ubicación tradicional o se ha decidido que no formen parte del paisaje de la ciudad.
Es el caso del que se montaba junto a la torre de la Calahorra . La familia afectada que era un modo básico de subsistencia y que se han quedado fuera de las posibilidades de lo que era una vía de ingresos para la temporada en la que se autorizan este tipo de puestos. La explicación municipal es que se ha decidido no permitirlo porque se trataba de una instalación que se montaba cerca de un Bien de Interés Cultural (BIC). Los afectados han pedido ayuda legal porque consideran que el sorteo se ha realizado sin las mínimas garantías de transparencia.
La decisión de sortear los puestos de helados tiene que ver con que se trata de instalaciones de temporada pero que ocupan una zona fija al igual que ocurría con los músicos callejeros (que también acabaron en manos del azar). En una situación idéntica se encuentran los puestos de caracoles que se firman por decreto cada año. El teniente de alcalde de Presidencia, Emilio Aumente , explicó que no existe un plan concreto para este tipo de instalaciones pero que al ocupar un espacio de la vía pública de forma continuada tendrán que tener, en el futuro, una regulación adecuada. Los puestos de caracoles se otorgan sin sorteo y su ubicación no suele modificarse salvo elementos de relevancia.
Este mismo año, se ha optado por no permitir el negocio de venta de caracoles que se montaba junto a la Torre de la Malmuerta para alejar el negocio del monumento y para evitar que interfiera con la cruz de mayo que también ocupa, de forma habitual, este espacio en la festividad de primavera.