Municipal
El Ayuntamiento de Córdoba quiere tener para final de mandato el Plan de Gestión del Casco Histórico
Regulará la vida de 33.000 vecinos y 247 hectáreas si lo aprueban la Junta de Andalucía y la Unesco
![Imagen de la Judería desde la torre campanario de la Mezquita-Catedral de Córdoba](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2021/05/21/s/cacso-historico-cordoba-kH7G--1248x698@abc.jpg)
El Ayuntamiento de Córdoba ha iniciado los trabajos de redacción del futuro Plan de Gestión del Casco Histórico , un documento tremendamente complejo que tiene que regular la vida de unos 33.000 vecinos (y bajando) y unas 247 hectáreas, espacio y población suficiente similar a un municipio de tamaño medio. El documento no es una potestad sino una obligación. La Unesco lleva reclamándolo al Ayuntamiento de Córdoba desde el año 2006 cuando se produjo la última evaluación de la inscripción de Patrimonio de la Humanidad.
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El Plan de Gestión no es un libro blanco , una sucesión de ideas más o menos peregrinas que se pueden poner en marcha o no. Tiene que ser normativo, una guía . Lo que redacte el Ayuntamiento de Córdoba y aprueben sus grupos políticos tiene que recibir el respaldo expreso de la Junta de Andalucía, que será quien lo eleve a la Unesco. Y ésta, a su vez, lo aprobará y controlará mediante visitas periódicas que lo que se diga, se implante. Si se opta por una política de movilidad, los técnicos de la agencia de Naciones Unidas pueden revisar su puesta en marcha. Si se aprueban una prácticas turísticas concretas, se tienen que cumplir.
Una mesa de debate
La gestión del plan corresponde a la Concejalía de Casco Histórico que dirige María Luisa Gómez Calero (independiente de Ciudadanos). La anterior titular del cargo, la popular Laura Ruiz, puso en marcha la Mesa del Casco , una reunión de treinta colectivos y entidades en la que participaron desde vecinos y hosteleros a la Universidad o el Cabildo. Gómez Calero reconoce que las aportaciones fueron tremendamente homogéneas en función de los intereses de cada uno. Ahora toca hilar un texto único .
Lo primero que va a hacer el Ayuntamiento es contratar a una asistencia técnica, a una empresa privada que se haga cargo de los trabajos de toma de datos (lo primero es contar con una foto fija) y de elaboración de los materiales. La resolución tiene que ser finalmente consensuada, afirma Gómez Calero, si se quiere establecer un documento aceptado y duradero.
Los casos similares
El problema del Plan de Gestión del Casco es que tiene pocos ejemplos en los que mirarse. Algunas ciudades de la red Unesco ya han aprobado los suyos propios. Es el caso de Salamanca o Alcalá de Henares . Se realizan sobre las directrices operativas que proporciona la Unesco. La diferencia es de envergadura. Córdoba tiene un Casco Histórico enorme en comparación con otras ciudades.
De las más de 240 hectáreas, 80 son Patrimonio de la Humanidad . Si se quita el río y la parte afectada de la margen izquierda, 50. Unas 480 calles y 5.000 edificios, entre los que se encuentra la Mezquita-Catedral (que tiene su propia inscripción y que desarrolla su propio Plan de Gestión, que se tiene que coordinar con el del Casco Histórico), el Puente Romano o el Alcázar. «Queremos ser más ambiciosos», dice la edil. Eso significa que el proyecto de gestión se extenderá por barrios que no tienen la consideración del sello Unesco.
La zona de amortiguamiento
El modelo que propone la Unesco es una normativa concreta para el área reconocida por la inscripción y una segunda en lo que se conoce como « área de amortiguamiento » también regida por normas concretas de protección.
Pese a que la inscripción de la Unesco ha reportado grandes beneficios a Córdoba, la gestión sobre la materia ha tenido carencias básicas. Un ejemplo es que el mapa definitivo sobre qué es y qué no es Patrimonio de la Humanidad no se aprobó hasta 2015 . De hecho, la documentación que se realizó en Urbanismo fijó los límites estrictos del bien (el punto más al norte es la Cuesta de Luján) pero nunca estableció esa zona perimetral de referencia a pesar de que figura como exigencia en los informes de control de la Unesco.
El pequeño equipo de la concejala Gómez Calero entiende que la parte mejor trabajada en Córdoba ha sido la protección física , urbanística, del Casco. La ciudad cuenta con una normativa propia desde el año 2003 que no ha impedido, porque no es su función, el abandono progresivo de sectores concretos como la Judería o el entorno de la Catedral en medio de una fuerte competencia de los nuevos barrios y una progresiva terciarización . Esa, explican en Casco Histórico, no es la realidad de otros barrios de la zona antigua que siguen siendo vivos.
La eficacia
Eso no quiere decir que las decisiones que se adopten durante el desarrollo del plan de gestión no tengan eficacia. Obligarán, explican los responsables municipales, a retocar iniciativas del plan del casco que no han funcionado o que precisan de un enfoque distinto. La Gerencia de Urbanismo ha iniciado un trabajo de revisión del trabajo en la zona por medio de una interpretación más clara. Es lo que llama el teniente de alcalde de Urbanismo, Salvador Fuentes, «el libro de estilo».
Un vistazo al resto de planes de gestión aprobados por las ciudades Unesco permite hacerse una idea del terreno de juego en el que se marcará el debate. En primer lugar, las ciudades están realizando planes de protección no solo de los bienes históricos sino de lo que se encuentra en sus perímetros mediante normas diferenciadas de construcción con el objetivo de evitar barbaridades.
Se están encarando políticas de movilidad con nuevas legislaciones como la exigencia de zonas de bajas emisiones en el centro de todas las ciudades que tienen más de 50.000 habitantes. Se están promoviendo programas que impidan el éxodo constante de vecinos facilitándoles la vida y, al fin, poner un cierto control a actividades que tienen impacto visual como el turismo o la hostelería. Además, se están diseñando actividades para el conocimiento del Patrimonio Histórico.