Primera plana
Ayuntamiento, un 2020 de vértigo
Las obligaciones pendientes del gobierno municipal
Con los arcos del brillante y novedoso espectáculo de Cruz Conde aún recogiéndose, arranca un 2020 de vértigo en el Ayuntamiento. Pasadas las Navidades, a las que el cogobierno PP-Cs ha dado un mejor tono, llega un año en el que los Reyes han dejado al bipartito un conjunto de tareas que se convertirá en carbón o en un maravilloso presente, según resuelva o no la mayoría de ellas. La lista de cuestiones a encarar, engordada por la mala gestión de PSOE e IU de 2015 a 2019, es de tal envergadura que hace palidecer a los trabajos de Hércules . La primera a afrontar no es heredada. Debe negociar para poder aprobar unos presupuestos donde destaca el capítulo de inversiones: crecen un 47 por ciento, con lo que llegarán a los 28 millones. Son nueve más de lo que había previsto en las últimas cuentas.
El resto de la lista de temas clave para 2020 es más larga que la carta de cualquier niño a Sus Majestades : este ejercicio será en el que el cogobierno debe agilizar la ejecución de inversiones (sin eso, donde se atrancó el bipartito de izquierdas, los 28 millones previstos serán papel mojado); meterle velocidad a los proyectos financiados por los fondos Edusi (UE); acabar definitivamente con el tapón de las licencias; reiniciar las obras del Centro de Ferias; desbloquear los trabajos del Convento Regina y Templo Romano; encarrilar el complejo deportivo del viejo Pabellón de la Juventud , culminar la compra de Caballerizas o solventar los problemas de falta de plantilla en el Consistorio.
En la oposición, Vox arrancará el año manteniendo su protagonismo absoluto. No ha tenido que esperar a las Pascuas para tener su gran regalo. Lo logró en las municipales: sus dos ediles son decisivos para que el cogobierno pueda sacar adelante sus propuestas. Ahora, se sentarán con él a negociar el presupuesto. Más allá de las tensiones lógicas que depare el diálogo (los de Abascal ya dieron un toque tumbando l as cuentas de Vimcorsa ), parece difícil que Vox impida que prospere la biblia económica del Ayuntamiento. Ese tipo de movimientos se suele dejar para final de mandato cuando hay que exhibir mucho perfil propio cara a las urnas.
En cuanto a PSOE e IU, continuando con la oposición, les espera un 2020 en el que seguirán teniendo complicada su labor de control del gobierno local. Les resta credibilidad su mala gestión el pasado mandato, que supuso que los ciudadanos les dejaran carbón en las municipales. Da cosita ver a los socialistas reclamando cuestiones del Instituto de Deportes , tras el desastre que han dejado en ese ente, o a la coalición de izquierdas criticando la marcha del plan de obras en los barrios después de que ella y el PSOE lo desarrollaran a cámara lenta. Además, socialistas e IU sufren el efecto «pato cojo»: los líderes de sus grupos no repetirán en 2023, lo que les resta empuje. Con este panorama en la izquierda, los dos ediles de Podemos tienen terreno abonado para hacerse hueco.
Noticias relacionadas