Augurios de una nueva vida para el gran local comercial de Claudio Marcelo en Córdoba

Durante más de quince años ha sido una foto fija y fea del paisaje comercial del Centro en Córdoba. Un edificio imponente cerrado a cal y canto y repleto de cartelería y pintadas en su fachada. En el año 2000, la cerró las puertas de este local. Hace unos días, un rótulo lo devolvía al mercado y desataba todos los rumores del mundo. Limpieza absoluta en su interior, aún con la escalera mecánica en primer plano para los mirones de sus tres plantas impolutas, y una ubicación estratégica, encastrado, además, en uno de los edificios dieciochescos que aún rodean a Las Tendillas y frente al singular Instituto Góngora .

Según ha podido saber ABC, hace un mes el grupo empresarial ecijano Marín adquirió la propiedad de este establecimiento, cuya superficie útil asciende a 3.200 metros cuadrados , sólo superada por los dos centros que El Corte Inglés tiene en el centro comercial de Córdoba. La compra se cerró con una familia empresarial navarra dueña del inmueble. En apenas un mes, las ofertas no han faltado, según confirmó ayer a este periódico Tomás Marín , uno de los responsables del grupo.

No hay nada cerrado, sí avanzado, gracias a que sobre la mesa han ido llegando ofertas de empresas dedicadas a la moda , el ocio y la hostelería , la alimentación y hasta la perfumería . «Ojalá lo cerremos pronto», comenta Marín a ABC. La operación se basa en el alquiler . Los rumores no cesan en el entorno comercial del establecimiento. Y hay ya hasta quien le pone nombre al operador que reabrirá las puertas del inmueble. Nada confirmado de manera oficial.

La coyuntura es muy propicia. El Ayuntamiento de Córdoba está a punto de adjudicar las obras de semipeatonalización del cruce de Claudio Marcelo con Capitulares , que abrirá una plaza en torno al Templo Romano y avanzará unos metros de mejora del pavimento y la imagen urbana hacia las Tendillas. Pocos para los que los comerciantes de este eje querrían pero todo un revulsivo para sus negocios, también por la posibilidad de prolongar el flujo de usuarios y visitantes desde el Centro con mayor facilidad hacia el nudo de la Corredera.