TRIBUNALES
La Audiencia de Córdoba condena a 20 años de cárcel a un docente franciscano por abusos sexuales a 4 niñas
Una de las víctimas relató los hechos a la Policía Local al ser atendida por los agentes en la Feria de Córdoba en 2019
![Ciudad de la Justicia de Córdoba](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2020/12/14/s/ciudad-justicia-cordoba-k8zH--1248x698@abc.jpg)
Un profesor fraile franscicano ha sido condenado a 20 años de cárcel por la Audiencia Provincial de Córdoba por cuatro delitos de abusos sexuales continuados a cuatro alumnas de 3º y 4º de Primaria entre los cursos 2012 y 2014 en el colegio Santa María de Guadalupe de Córdoba capital.
La sentencia, a la que ha tenido acceso ABC, recoge como hechos probados que el acusado impartió clases en ese centro educativo durante ese curso, y fue además párroco de la iglesia del mismo nombre hasta 2014. Fue en esas fechas cuando el acusado sometió a tocamientos a cuatro niñas de entre 8 y 9 años del mismo grupo de clase , en el interior del aula. El profesor sentaba a las niñas en su sus rodillas y les realizaba tocamientos de forma habitual al corregir las tareas o aprovechando que se quedaba con ellas en el recreo, guiado por su ánimo libidinoso.
El acusado, según recoge la sentencia, llegó incluso a levantarle la falda a una de las pequeñas para meterle mano por las piernas, mientras que a otras les introducía la mano por debajo de la camisa, tocando en varias ocasiones su pecho.
En el curso 2014/2015, cuando una de estas menores acudió a un campamento organizado por el propio colegio en el mismo centro escolar, el acusado que ya no les daba clase pero era párroco de ese templo, les pidió a dos de las niñas que fueran con él al despacho con la excusa de recoger chucherías para los niños. una vez allí sentó a las menores encima de sus piernas, pero en el caso de una de ellas sólo llegó a tocarle la cintura porque la niña se levantó incómoda y se situó de pie al otro lado de la mesa del despacho.
A la otra pequeña, en cambio, la retuvo sobre él y le realizó diversos tocamientos con ánimo de satisfacer sus deseos por debajo de la ropa. Cuando salieron del despacho, la primera niña salió llorando afectada por lo sucedido, a la vista de otra menor que la vio salir compungida.
Esta niña llegó a su casa y contó los hechos a sus padres quienes remitieron una carta al director del centro educativo, en diciembre de 2014, y al poco, el acusado fue trasladado a otra población.
Como consecuencia de lo ocurrido, esta menor tuvo que recibir atención de Salud Mental, remitida por su pediatra por los miedos que presentaba, al pasar incluso por delante del despacho donde ocurrieron los hechos.
Al cabo del tiempo, cuando iban a organizar una fiesta en el colegio en 2019 -cinco años después de que ocurrieran los hechos- con ocasión de la graduación de Secundaria, se comentó la posibilidad de invitar al acusado a la fiesta, ante lo cual la menor que contaba entonces con 14 años, revivió con ansiedad lo ocurrido hasta el punto que consumió bebidas alcohólicas en la Feria , y tuvo que ser asistida por los agentes de la Policía Local, a quienes reveló los hechos , y a partir de ese testimonio -grabado por los agentes- dio paso al inicio de este procedimiento judicial.
En este sentido, el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial recoge que las grabaciones de los agentes son válidas, pese a la petición de nulidad por parte de la defensa del acusado, ya que aunque no son claras reconoce la sala porque la menor se encontraba bajo los efectos del alcohol en una persona tan joven, por ello no disminuye un ápice su verosimilitud, pues más parece que dicha sustancia sirvió para vencer los frenos que impedían sincerarse a la niña y en todo caso, han sido luego más que suficientemente explicadas en las diversas ocasiones en las que las cuatro niñas han declarado con sus respuestas en el juicio.
Tribunal: «El hecho de que la menor se encontraba bajo los efectos del alcohol no disminuye un ápice su verosimilitud, pues más parece que dicha sustancia sirvió para vencer los frenos que le impedían sincerarse»
Con este fallo, la Audiencia Provincial hace suya en su gran mayoría el relato del Ministerio Publico sobre los hechos. Sólo dos casos de presuntos abusos que proponía la Fiscalía no se han cargado contra el acusado por no quedar suficientemente acreditado -uno de ellos por un delito de abuso sexual simple, y otro continuado- pero el resto de la petición de condena ha sido tenido en cuenta.
A la pena de prisión, se añade también la pena de inhabilitación para el acusado por un tiempo superior a tres años a los cinco de prisión por cada delito para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve el contacto regular con menores de edad, así como indemnizaciones de entre 5.000 y 3.000 euros a cada víctima.
El fiscal decano de Córdoba, Juan Antonio Merlos , encargado de la acusación pública ha comunicado a ABC que la Fiscalía se siente «satisfecha» con la sentencia dictada por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial ya que se trataba de un asunto de calado, tanto por el número de víctimas -4- como por su vulnerabilidad ya que se trataba de menores entre 8 y 9 años como de la gravedad de los hechos, ya que se trataba de abusos sexuales continuados en un colegio.
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