Aucorsa diseña un protocolo que impida bloqueos como el de la Feria de Córdoba de 2017

Las esperas interminables de la Feria de Córdoba de 2017 a la hora de coger un autobús no se volverán a repetir. Esa es la propuesta que realiza la dirección de Aucorsa en la memoria de gestión del año pasado con el objetivo de tomar medidas que impidan el caos generado en el transporte durante unos días clave para la ciudad y para la propiedad sociedad mercantil pública.

Lo que ocurrió en Feria no fue una huelga en estricto sentido. Todos los trabajadores cumplieron escrupulosamente su jornada laboral. Lo que no hicieron fue prolongar la jornada ya que es una decisión que, en última instancia, tiene el conductor. Fue una forma de protestar por la paralización del convenio colectivo.

Desde la gerencia de Aucorsa se plantea que la plantilla deje de tener esa prerrogativa de forma que el servicio de Feria quede blindado salvo protestas laborales formalmente constituidas. Es decir, que para interrumpirlo tiene que convocarse una huelga con toda la barba.

Aucorsa fue objeto de numerosas críticas por parte de diversos sectores políticos y sociales por la situación que se había generado, precisamente, cuando más falta hace. El gobierno municipal decidió aguantar el chaparrón en vez de ceder para normalizar la situación. Con posterioridad, se cerró el convenio colectivo que da un cierto margen de plazo para las medidas más gravosas para el presupuesto municipal.

La empresa asegura haber cerrado 2017 con 19,1 millones de viajeros , 44.000 más que un año antes. Eso implica que ha estabilizado la situación generada por la protesta y los efectos de las obras del Centro. Aucorsa ha comprado nuevos autobuses pero eso no ha rejuvenicido la flota que tiene una edad media superior a la del año 2016, 12,31 años. La velocidad comercial es de 11 kilómetros por hora, la más baja que se registra desde el año 2013.