SOCIEDAD

Atención a la mujer rural, despolitización y educación: armas contra la violencia machista en Córdoba

Representantes de instituciones y asociaciones analizan para ABC los principales retos de cara al 25 de noviembre

Coloquio celebrado en el hotel Hospes Palacio del Bailío ÁLVARO CARMONA

Irene Contreras

La violencia de género ya ha segado en 2019 más vidas de las que se cobró en todo el año anterior. Esta realidad demoledora, resumida en un titular que destaca el medio centenar de mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas, es motivo de preocupación pero reduce el marco a las consecuencias últimas de esta lacra. Detrás de esos números se esconden otros tipos de violencia , muchos de ellos invisibilizados, que se ceban además especialmente con las mujeres en situación de vulnerabilidad económica o de poblaciones rurales a las que no llegan los recursos, y que además se han convertido en un arma arrojadiza en el contexto de la política partidista.

Son algunas de las conclusiones en las que coincidieron las participantes en el coloquio sobre violencia de género organizado por ABC y celebrado en el hotel Hospes Palacio del Bailío, que tuvo por protagonistas a la teniente de alcalde delegada de Igualdad y Servicios Sociales, Eva Timoteo ; la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Lourdes Arroyo ; la diputada de la comisión de violencia género del Colegio de Abogados, Concepción Ortega ; y la representante de la Asociación Peniel de Rehabilitación y Formación Social (Aperfosa), Eileen Galles . La urgencia de disponer de más recursos en la provincia y de sacar del tablero del juego de los partidos un problema social y universal como es la violencia contra las mujeres fueron ejes centrales de un debate que también incidió en la importancia de insistir en una educación en valores desde la infancia para evitar la perpetuación de la desigualdad. El acceso a la pornografía o el uso sin control de las redes sociales son riesgos que amenazan con asentar modelos nocivos de convivencia y formas dañinas de entender las relaciones de pareja entre la población más joven, que tiene en sus manos el futuro.

Eva Timoteo: «Se ha politizado un problema social grave como es la violencia de género, ya sea negándola o con la voluntad de apropiarse de su defensa»

La coordinadora provincial del IAM destacó que uno de los retos que se plantea la institución, adscrita a la Junta de Andalucía, es llevar sus servicios a puntos de la provincia que actualmente se encuentran desatendidos mediante la apertura de centros municipales, una iniciativa que los ayuntamientos pueden impulsar con la dotación presupuestaria que reciban en virtud del Pacto de Estado contra la Violencia de Género . De forma paralela, plantea disponer de un equipo itinerante que asesore y acompañe a las mujeres allá donde lo necesiten y, de forma transitoria, el IAM ha mejorado su servicio de asistencia telefónica.

En la misma línea, desde el Colegio de Abogados , Ortega expuso que las mujeres rurales son en la actualidad «víctimas de segunda» porque no siempre tienen acceso al Servicio de Asistencia a Víctimas en Andalucía (SAVA) ni a una asistencia psicológica, del que sí disponen en la capital gracias a los convenios suscritos entre el Ayuntamiento y los Colegios Profesionales de Abogados y Psicólogos. Destacó, además, la importancia de formar al personal de las fuerzas de seguridad y a los propios abogados en materia de género para mejorar la atención que prestan a las víctimas, y reivindicó la aplicación del Estatuto de la Víctima y el Convenio de Estambul . Sobre las reformas penales, pidió «tiento». «No se puede legislar a golpe de telediario y el Supremo ha demostrado que cada vez sentencia mejor desde una perspecativa de género», afirmó.

Lourdes Arroyo: «El Pacto de Estado no solo implica una cuestión económica: también obliga a la transversalidad, que se aplique a cada área»

Por parte del Consistorio, Eva Timoteo destacó la labor de acompañamiento y protección que realiza la Policía Local a través de su Unidad de la Mujer , dotada con seis agentes. No obstante, apuntó que trabajar en la prevención no es suficiente. Pidió «reformas legislativas» que extiendan la protección de la mujer ante las diferentes formas de violencia y cambios en el proceso judicial que no revictimicen a quien la ha sufrido. «Un sistema moderno no puede permitirse que la sociedad perciba denunciar como atravesar un calvario», defendió. Desde Aperfosa , entidad que trabaja con víctimas de trata y explotación sexual, Eileen Galles llamó a ampliar el concepto de víctima para prestar atención a estas mujeres , a las que considera «víctimas de tercera». Muchas de ellas, afirmó, son migrantes que no tienen acceso a servicios básicos y que se encuentran secuestradas y coaccionadas por mafias. Pidió un esfuerzo de los legisladores por volver la mirada hacia estas víctimas «invisibilizadas».

Todas las ponentes coincidieron en señalar que la lucha contra al violencia de género es una cuestión de Derechos Humanos básicos y que no puede convertirse en un caladero de votos. Timoteo llamó a dejar a un lado la crispación política para concentrar los esfuerzos en la protección de la integridad y de la libertad sexual de las mujeres sin caer en provocaciones que invitan a la sociedad a perderse en debates ya superados. Las denuncias falsas , tal y como recordó también la representante del Colegio de Abogados, representan un porcentaje tan ínfimo que no pueden convertirse en un argumento para cuestionar la Ley de Violencia de Género. «El negacionismo no va a hacer ningún favor», defendió. La delegada de Igualdad recordó que solo hubo una condena en 2018 por este hecho y lo asimiló a las personas que fingen un accidente para cobrar dinero del seguro. Nadie cuestiona los mecanismos de protección por una conducta reprochable, afirmó.

Concepción Ortega: «Hay víctimas de primera y de segunda según dónde vivan. Hay que esforzarse por llevar recursos a los distintos pueblos»

Las participantes en el coloquio también coincidieron en que, tras décadas de lucha contra la violencia de género, se han logrado importantes avances pero aún queda mucho trabajo por hacer. Y la más importante tiene que ver con los jóvenes, permeables ante los mensajes de sensibilización pero también ante los que los contradicen desde los productos culturales, industrias como la de la pornografía, e incluso en los comportamientos que observan en sus propios hogares. Desde los distintos espacios de socialización se pueden lanzar mensajes opuestos, y mientras las escuelas educan en igualdad, en los hogares se reproducen los roles clásicos de género . Para Lourdes Arroyo, la solución pasa por la coeducación, y en este sentido señaló la importancia de involucrar a los hombres para combatir un problema que no es exclusivo de las mujeres sino que rige toda la estructura social. El IAM, destacó, tiene a los menores como uno de los ejes centrales de su acción con guías adaptadas a niños y también a las familias y centros educativos.

Concepción Ortega puso el acento en la educación que reciben los niños, de una excesiva permisividad que conduce a que «estemos criando dictadores en potencia sin tolerancia a la frustración». Eileen Galles apuntó a la terrible lacra que supone la normalización de la violencia sexual a través de la pornografía , a menudo el único referente para la educación sexual de los niños, que tiene luego su reflejo en la prostitución . La definió como «la escuela más grande de desigualdad» y señaló además cómo los dedos acusadores apuntan siempre hacia las víctimas y no hacia sus tratantes o hacia los «clientes» que buscan un «servicio» que no es otra cosa que la perpetuación de una sexualidad entendida desde el control y el abuso de poder .

Eileen Galles: «Las víctimas de trata son invisibles, hay que ampliar el foco. La prostitución es la mayor escuela de desigualdad»

Las cuatro ponentes señalaron otras conductas normalizadas a las que también es urgente hacer frente desde los diferentes espacios. En paralelo a las grandes políticas de género hay empresas individuales que pueden realizarse en el entorno más inmediato y que pasan, básicamente, por no consentir determinadas actitudes .

La coordinadora provincial del IAM destacó cómo sólo el 20 por ciento de las víctimas de violencia de género denuncian a sus agresores. A menudo, incidió, ni siquiera son capaces de identificar situaciones de maltrato que han ido de menos a más, o existen factores como el económico que les impiden separarse de sus parejas. Es en estos casos cuando el papel de su entorno cercano -familiares, amigos- adquiere una importancia esencial desde el acompañamiento, la paciencia y la toma de conciencia.

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