Perdonen las molestias
Orión
El enigmático caso del Balcón del Guadalquivir demuestra que si no tienes un lobby a tus espaldas te pasas la vida a oscuras
EL enigmático caso del Balcón del Guadalquivir es la demostración palmaria de que si no tienes un lobby a tus espaldas te pasas la vida a oscuras . El hermoso parque, icono de la Córdoba del tercer milenio, está huérfano de luminarias desde que la señora Aguilar y la consejera del ramo lo inauguraron con toda solemnidad el 11 de mayo de 2004. ¿Se acuerdan de la señora Aguilar? Pues eso.
El parque es una monada . Que todo hay que decirlo. Diseño del laureado Navarro Baldeweg, con ese estilo funcional y rectilíneo, que nos hace la vida más desahogada a los paseantes gracias a su concepción evanescente del espacio. Pero vayamos a la manteca . Al día siguiente de los fastos, los muchachotes del barrio se propusieron exterminar los focos y los reflectores con una eficacia que ya quisiéramos para la Delegación de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba.
Han pasado 16 años y una pandemia . Y podríamos decir, sin riesgo a equivocarnos, que el Balcón del Guadalquivir es hoy día uno de los puntos con menos contaminación lumínica de Europa occidental. Que oiga. En las noches de luna nueva se puede contemplar el anillo de Saturno y los satélites de Júpiter con unas simples gafas Ray-Ban.
Aquí en el barrio no tenemos lobby . La presión que pueden ejercer las tiernas parejitas y los nenacos en chándal para que repongan de una vez las luminarias fundidas es cero patatero. Y un barrio sin lobby es como una pantera sin garras . Un inocente gatito. Nada que ver con la capacidad intimidatoria de los comerciantes de la calle Cruz Conde, antiguo Foro Romano.
La céntrica vía comercial de Córdoba acaba de arrancar un compromiso municipal para incrementar su potencia lumínica . La calle Cruz Conde tenía luz. Pero quería más. Lo cual no es bueno ni malo sino todo lo contrario. Y el señor Dorado, concejal responsable en la materia, ha presupuestado 191.700 euros para enchufar vatios por un tubo, cuya intensidad se podrá regular individualmente desde un simple teléfono móvil. Toma castaña pilonga.
Pero claro. La calle Cruz Conde tiene un poderoso lobby . Y desde el Balcón del Guadalquivir hemos visto naves en llamas más allá de Orión .
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