PERDONEN LAS MOLESTIAS
Hora valle
El problema, queridos contribuyentes, es quién diablos plancha las camisas en casa. No si se planchan en hora valle o punta
Cuando ustedes duermen , yo enciendo los electrodomésticos . Arranco la batidora. Enchufo el microondas. Saco la aspiradora. Acciono el exprimidor. Pongo la plancha. Lleno la lavadora. Y me meto cinco capítulos consecutivos de «La Casa de Papel», ahora que la tarifa valle está por los suelos y nosotros, los contribuyentes , nos subimos por las paredes .
Ustedes pensarán que soy un excéntrico compulsivo. Y no lo descarten. Pero no. Sigo las recomendaciones del Ministerio de Consumo , la cartera de Industria , la titular de Asuntos Económicos , la responsable de Transición Ecológica y el departamento de Derechos Sociales . Cuando cinco ministerios se ponen a carburar sobre cómo diablos bajar la factura de la luz y meter en cintura al oligopolio eléctrico puede pasar cualquier cosa. Y eso es precisamente lo que ha ocurrido. Cualquier cosa.
Porque vamos a ver. Pongamos dos noticias en paralelo . Primera : «El precio de la luz sube otro 44% en un año». Segunda : «Las eléctricas salvan el Covid con unas ganancias récord ». No hace falta ser catedrático de cálculo infinitesimal para deducir que alguien nos está tomando el pelo con la factura de la luz . Cuya comprensión lectora, todo hay que decirlo, exige dos carreras, un doctorado, tres máster y un cursillo de paciencia budista. Particularmente esto último.
Entonces llega el Gobierno . El que iba a poner patas arriba el sistema eléctrico y acabar con el atraco tarifario . Y tachán. Señoras y señores. Presten atención. Miren al pajarito. A partir de ahora hagan el favor de triturar el salmorejo (cordobés) en hora valle. Y cojan el berbiquí en hora llano. Y en la hora punta túmbense en la «cheslong» con las manos reclinando la cabeza.
La nueva modalidad tarifaria nos recuerda al AVE . A aquellos años en que atábamos los perros con longaniza y desmantelamos la red ferroviaria de España para dar un salto decisivo al futuro. Desde entonces medio país viaja en autobús . Y ahora desenchufa la nevera a mediodía.
Pero el problema , queridos contribuyentes, es quién diablos plancha las camisas en casa. No si se planchan en hora valle o en hora punta. Lo acaba de decir la señora Calvo Poyato, vicepresidenta de España, con un desparpajo que produce escalofríos.
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