Perdonen las molestias

Diez bolas de hierro

El Centro de Ferias, en una imagen reciente Álvaro Carmona
Aristóteles Moreno

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Córdoba arrastra diez rémoras del pasado al modo en que un preso acarrea una bola de hierro encadenada al tobillo. Una es el Centro de Ferias y Convenciones . Solo pensar en el largo periplo que ha tenido que atravesar para no llegar a ninguna parte ya fatiga una barbaridad. La siguiente es Caballerizas Reales , una bola que echó a rodar el siglo pasado y aún anda enmarañada en algún departamento del Ministerio de Defensa. Para hablar de la vieja Escuela de Magisterio hay que viajar a los años de la Transición. Todo lo que ha venido después ha sido un laberinto inextricable de proyectos, planes de uso, centros cívicos, contraproyectos y tiro porque me toca. Todo verdaderamente acojonante. Y si usted nos pregunta en qué momento del enredo nos encontramos, tenemos que admitir con toda honestidad que no tenemos la menor idea.

El Pabellón de la Juventud es un monumento magistral a la desidia administrativa. No imaginamos un homenaje más corrosivo a la incompetencia, la pasividad y el abandono. Enhorabuena a los creadores por su valentía. Hacen falta artistas comprometidos como estos. El recinto ferial espera, mientras tanto, su reforma integral desde prácticamente que fue construido. Lo cual es la hostia en verso. No podemos decir lo mismo del proyecto de modificación del Alcázar y su extensión hasta el río. Pero casi. Lo que sí podemos señalar es que llevamos escuchando esa música celestial desde hace décadas. Y que las partituras se amontonan en algún cajón de la Gerencia.

Otras tres rémoras que pesan como bolas de hierro fundido en la historia contemporánea de Córdoba son el anillo verde, la ronda norte y la regeneración urbanística del barrio del Santuario . La Base Logística Militar completa el paquete. Y es el único proyecto de todo el decálogo que no viene dando trompicones de despacho en despacho desde hace la tira de años. Eso sí: si se cae la Base Logística nos quedamos colgando de la brocha. Ojo.

El señor Bellido acaba de poner como objetivo de su mandato desatascar los diez proyectos que acabamos de mencionarle . Es decir: liberarnos de unas cuantas bolas de hierro encadenadas a nuestro tobillo desde hace una eternidad. Lo cual qué quieren que les diga.

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