Perdonen las molestias
Autosueldos
El alcalde de Lucena es el que más gana de la provincia sin tener más población bajo su mandato
El alcalde es el único presidente de un consejo de administración que se autoadjudica el sueldo con dinero ajeno. Convoca un pleno, propone una autosubida lineal del 7 por ciento, pongamos por caso, los concejales levantan disciplinadamente la mano y tararí que te vi. Podríamos imaginar que la autoasignación salarial responde a factores cuantificables. Por ejemplo, la demografía. Por ejemplo, la productividad . O, por ejemplo, el presupuesto municipal. Pero no. Los alcaldes se autorretribuyen la nómina que les da la gana, con la venia, naturalmente, de todos ustedes.
El regidor que más pasta se mete en el bolsillo en Córdoba no es el que administra la vida de más contribuyentes, como usted podría deducir en toda lógica. Es el alcalde de Lucena , que tiene una población de 42.605 habitantes. El señor Pérez gana 52.891 euros con 40 céntimos. Que no es ni mucho ni poco sino todo lo contrario. Sus emolumentos superan a los del primer edil de Córdoba capital , pese a que posee una población siete veces menor. El señor Bellido se embolsa 51.115 euros con 92 céntimos, que tampoco es mucho ni poco ni todo lo contrario, como cualquiera puede apreciar. Otra cosa es descifrar el misterio de los noventa y dos céntimos. Y si alguien tiene una explicación lógica, por favor, que levante la mano.
Hasta 2013, la asignación salarial de los alcaldes era una verbena . El regidor onubense, valga el ejemplo, se autoimponía en el año 2010 una nómina de 97.182 euros con 26 céntimos. Que no está nada mal la broma, oiga. Eran años en que los perros se ataban con longaniza y los alcaldes se creían los reyes del mambo. Pero el crack financiero bajó a los ediles de la nube y el Gobierno tuvo que sacarse de la manga la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local para intentar poner en orden tanta rapiña municipal.
Se pusieron topes a las retribuciones e n función del número de habitantes . O eso, al menos, dicta la norma. Sobre el terreno, la vida es otra cosa. Y hay ediles que se saltan la barrera a salto piola. Por ejemplo, el alcalde de Espiel, que, con solo 2.400 habitantes, se autopaga 48.542 euros con 50 céntimos del ala. Eso sí: tendrá el pueblo hecho un pincel.
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