Perdonen las molestias
Aulas seguras
Los colegios se han convertido en la mejor vacuna contra la incultura
En septiembre, estábamos a las puertas del infierno . Con una curva de contagios tomando las de Villadiego y a punto de sumergirnos bajo la segunda ola del año primero de la pandemia. Lo peor estaba por llegar. La apertura del curso escolar y la concentración de millones de estudiantes en aulas de pequeñas dimensiones no auguraban nada bueno.
Exactamente 102 días después de la fecha fatídica, las estadísticas nos indican, en cambio, que los colegios se han convertido en el territorio más seguro frente al Covid . Con dos bemoles. Solo 178 aulas de las 7.390 que existen en la provincia de Córdoba se han visto obligadas a activar el protocolo de aislamiento previsto por la autoridad competente. Es decir: en el 97,6 por ciento de los centros escolares el virus ha brillado por su ausencia.
El dato que acabamos de exponer desafina en el contexto de un año en que todo lo que pudo salir mal salió mal. Incluido el malogrado satélite español que se desintegró en el espacio solo ocho minutos después de su despegue desde la Guyana francesa. Desde luego, 2020 no es en modo alguno buen año para hacer mudanza. La prudencia aconseja mesa camilla, caldito caliente y buenos alimentos para estos 21 días inquietantes que aún restan antes de pasar página en el calendario.
El coronavirus no pasará a la historia solamente por haber puesto al planeta del revés. También por su enorme poder desconcertante. Todo indicaba que iba a causar estragos en el interior de las aulas y resulta que ha pasado de puntillas. Al menos, a fecha de 9 de diciembre de 2020. Porque esa es otra. Las victorias contra el Covid duran menos que e l Córdoba CF en Primera División. Que ya es decir. Creíamos haberlo derrotado en junio pasado con la llegada de las altas temperaturas y regresó embravecido en pleno mes de agosto.
Con las cifras en la mano, solo un centro educativo tuvo que ser clausurado en la provincia a causa del coronavirus. Lo cual nos induce a pensar que la educación no es únicamente la más eficaz vacuna contra la incultura . Y eso, queridos contribuyentes, es una magnífica noticia.
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