Rafael González - La cera que arde
Apadrina a un socialista
En Andalucía, el paro se ha llegado a profesionalizar
LOS parados de Andalucía suelen conocer dos estados vitales: el del propio desempleo de nacimiento -que es aquél en el que el niño desempleado nace con una tarjeta del SAE en el ombligo y un «christmas» de bienvenida civil de Susana- y el desempleo sobrevenido, que es producto del desempleo estructural andaluz y que te puede ocurrir por diversos motivos pero que en Andalucía generalmente es por culpa del Gobierno central si es del PP. Si es del PSOE el Gobierno en Madrid, generalmente el desempleo andaluz se produce por los mercados exteriores, las políticas austericidas de Bruselas o alguna crisis mundial de esas que no se quieren ver venir hasta que ya están encima.
Si el Gobierno es una entelequia, el desempleo andaluz sencillamente es una de las características del paisaje y del paisanaje como un jiennense al lado de un olivo. Si no tenemos empleo, profesionalizamos el desempleo , lo estructuramos en periodos y lo repartimos como buenos andaluces que somos y televidentes de La Nuestra. Así tenemos que los andaluces que trabajan, o mejor dicho, tienen empleo, contribuyen con parte de su salario a la estructuración solidaria del desempleo andaluz, cuya principal actividad son los cursos de formación en el desempleo donde aprendes las destrezas para empalmar un cable de corriente alterna o distintos sellados en las oficinas del paro hasta que te llegue el periodo de jubilación del desempleo. En Andalucía los desempleados se jubilan de su estado no laboral para pasar a otro estado que también subvenciona el Estado en una comunidad donde las arcas públicas no solo no tienen fin sino que se retroalimentan con las aportaciones de los desempleados que se emplean temporalmente.
Así lo hemos sabido esta semana porque este periódico lo ha publicado , y es que algunas organizaciones no gubernamentales y solidarias vinculadas al socialismo estructural, que en realidad es el único socialismo andaluz que existe incluso en la eterna oposición, cobraban al desempleado empleado temporalmente una cuota por los favores recibidos. Es como apadrinar un niño , ha dicho uno de los artistas de la solidaridad y dirigente de la oenegé, porque no hacemos otra cosa en Andalucía desde después del franquismo que es apadrinar niños socialistas que acaban apadrinándonos a nosotros con oenegés y cursos para que así pasemos por esta andaluza vida de romería en romería, de feria en feria, de programa de Juan y Medio a programa de María del Monte, de terracita en terracita, de parcela en parcela, sin dar un palo al agua. Que no quiere decir que no nos guste trabajar sino que en Andalucía en vez de empleo hay desempleo profesional, que no es mala cosa, ya que es un logro macro-socioeconómico y político del socialismo andaluz que ha descubierto la cuadratura del círculo: naces socialista y te apadrina Andalucía. La que trabaja y la que no. Y así llevamos apadrinadas varias generaciones de andaluces que son los que rigen nuestros destinos y nos dicen qué porcentaje de las subvenciones debemos dedicar para apadrinar a la Andalucía Imparable.