ANUARIO ECONOMÍA CORDOBESA
El sector agroindustrial de Córdoba, con fuertes raíces para seguir creciendo
Como pilar básico del sector fabril aporta uno de cada cuatro empleos y el 45% de las exportaciones
La industria agroalimentaria de la provincia cosecha datos que la hacen ser un pilar básico del sector transformador, siempre necesitado de elementos que mejoren su debilidad crónica. Pero su potencia trasciende a la industria y se constata en el global de la economía de Córdoba en cuestiones como las exportaciones o su presencia en la lista de los principales negocios de la provincia. Su fortaleza no está exenta de puntos débiles como la necesidad de que sus operadores ganen tamaño o de que genere más valor añadido. A todo esto se unen nubarrones por los bajos precios del aceite y la naranja o los nuevos aranceles de EE.UU.
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Pero eso es el presente. Para ver el impacto de la gran crisis en este sector, se puede analizar el Directorio de Empresas del Instituto de Estadística de Andalucía . En los apartados de industria de alimentación y fabricación de bebidas, entre el 31 de diciembre de 2007, último año de bonanza y en el que, eso sí, perdió firmas, y ese mismo día de 2012, último ejercicio completo de recesión, la provincia vio menguar su cifra de negocios en 40 (-4%). De 1.023 pasó a 983.
El año 2014 fue el último ejercicio en el que el número de establecimientos de la agroindustria retrocedió en Córdoba, según el INE
Otra publicación da alguna pista más y ofrece más motivos de optimismo. El Directorio Central de Empresas (Dirce) del Instituto Nacional de Estadística (INE) avanza algo más en el tiempo. Para ello, usa el parámetro de los locales en los que los negocios desarrollan su actividad -no da información provincial de las empresas por sectores -. Así, 2014 fue el último ejercicio en el que el número de establecimientos de la agroindustria retrocedió en Córdoba : el descenso interanual fue del 0,5% y se contabilizaron 919 al concluir ese año.
Eso sí, el Registro de Industrias Agroalimentarias de la Junta -tienen que inscribirse en él y muestra un censo casi en tiempo real- es el que detecta un mayor florecimiento en el ciclo de la recuperación . Hay que advertir de que dicho registro ofrece el dato de las sedes de cada empresa. Al acabar 2012, se contabilizaban 620 industrias agroalimentarias en Córdoba -el número de firmas, como se ha indicado, es menor-. Seis años después, eran 903, un 45,6% más. Y siguen creciendo. A uno de octubre, ya son 931.
Esta herramienta muestra el dominio del subsector oleícola . Aporta 277, lo que supone tres de cada diez industrias. Por detrás, se sitúan las de manipulación y conservación de alimentos : 142, un 15,2% del total. El tercer puesto se lo lleva la producción de bebidas alcohólicas (122), aunque en reñida lucha con los negocios cárnicos (117). Y la agroalimentación es un nutriente clave de la industria. Así lo refleja el Dirce del INE . Fue con claridad el sector que en 2017 le aportó más locales con actividad económica. Eran 1.020 que suponían el 20,3% de los establecimientos del ámbito fabril.
Atomización y empleo
Esta misma estadística muestra los problemas de tamaño de la agroindustria cordobesa. En 2017, el 55% de sus locales se movían en una banda de empleo de cero a dos asalariados. La atomización , que dificulta el acceso a la innovación o a la exportación, es un hándicap compartido con el conjunto d este sector en toda España, donde el porcentaje de establecimientos con entre cero y dos contratados es casi idéntico.
El mercado laboral arroja otro síntomas de robustez. Los informes del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) muestran en el ciclo de la recuperación una rotunda línea ascendente en los afiliados a la Seguridad Social de la industria agroalimentaria . De finales de 2012 a la conclusión de 2018, crecieron sin parar, un 14%: de 7.794 se saltó a 8.887. La evolución es mejor que la de la economía provincial (+10,8%).
Exportaciones
En 2018, las ventas agroalimentarias al exterior fueron de 984,2 millones y supusieron el 45% del total de las realizadas por la provincia. A lo largo de la última década, han mostrado tendencia ascendente. Baste recordar que en 2009 fueron 450,8 millones . Pero la línea creciente ha tenido altibajos. De hecho, en 2018, cayeron un 10,8%, un descenso causado por todos los grandes capítulos. Y en 2019, hasta agosto, vuelven a caer (3,7%). No se puede olvidar que son actividades a las que les influye el volumen de las cosechas (las propias y las de los competidores) y el precio de las materias primas.
Si hay un capítulo del agro que riega las ventas fuera, ése es el del aceite . Dejó 609 millones en Córdoba en 2018 . Aquí es donde se ve claro el problema de la necesidad de generar más valor añadido en el producto, lo que permite venderlo más caro. De acuerdo a los datos de una encuesta de Extenda (Junta) de 2017 a empresas andaluzas de dicho sector, el granel suponía el 64% de las ventas de exportación. Ese dato no se territorializa, pero afecta de pleno a Córdoba, que fue en el citado ejercicio claramente el segundo territorio andaluz con mayor volumen de ventas al extranjero (absorbió el 22% del total).
Si hay un capítulo del agro que riega las ventas fuera, ése es el del aceite, que dejó 609 millones en 2018
Además de las ventas de «oro líquido» , son potentes las de las preparaciones de hortalizas y frutos o frutas -fundamentalmente son las aceitunas-, con 115 millones en 2018; frutas y frutos -sobre todo naranjas-, con 55,4, y hortalizas -sobre todo ajos-, con 53,2.
Los cinco grandes
La relevancia para el conjunto de la economía cordobesa de la agroindustria se evidencia igualmente en la dimensión de algunas de sus empresas. En el «top ten» por ventas de los negocios de la provincia que elabora la revista especializada «Andalucía Económica» , este sector exhibió el año pasado cinco representante s. Son Deoleo , que ocupa la segunda plaza; Covap , tercera; Grupo Gallo , quinto; Almendras Francisco Morales , octavo; y Almazaras de la Subbética , décimo.
El presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Córdoba , Rafael Sánchez de Puerta , ayuda a analizar el escenario. Parte de la base de que «al sector lo veo bien», pero matiza que «podemos llegar mucho más lejos, y en ello estamos». «Hay mucho por hacer porque su potencial es muy grande», sentencia, en alusión a medidas que aún han de desarrollar sector privado y Administración. Para esta última, señala como «fundamental» en el sector primario , y que arrastra luego a la agroindustria, que «Córdoba se ha quedado atrás en superficie de riego , con una situación bloqueada. Eso hay que corregirlo. Es el primer reto absoluto».