ANUARIO ECONOMÍA CORDOBESA
El campo de Córdoba, terreno abonado para la investigación
El sector tiene en la provincia una red de agentes públicos y privados que han fomentado el I+D+i
La agroindustria ha hallado un terreno abonado para su crecimiento en la innovación, facilitada por la cercanía de importantes agentes en esta materia. Es el caso de la Universidad de Córdoba ( UCO ) o del Ifapa (Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera) de la Junta. ABC repasa su labor.
ceiA3 de la UCO
El Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3), nacido en 2009, lo integran cinco universidades andaluzas y lo coordina la de Córdoba. Enrique Quesada , vicerrector de Investigación y Desarrollo Territorial de la UCO y responsable de dicho campus, explica que su potencial en I+D se debe «a la excelencia de sus 300 grupos de trabajo, siendo un tercio de la Universidad de Córdoba , que suman cerca de 4.000 investigadores». Su labor, ahonda, se vuelca en todas las áreas del sector agroalimentario, si bien en el olivar «focalizan un importante número de investigadores sus líneas de actuación». Incide en que «aproximadamente el 80% de la producción científica de excelencia [ligada a dicho cultivo] sale del ceiA3 ». Son investigaciones de nuevas variedades, respuesta al cambio climático, combate de plagas, mecanización, uso de fitosanitarios o técnicas de estudio de la calidad del aceite.
De todas sus iniciativas de transferencia de innovación al mundo de la empresa, destaca dos precisamente dirigidas al olivar, «Mecaolivar» , acabada, e «Innolivar» , en desarrollo, por su «singularidad e importe». El director científico de ambos proyectos, Jesús Gil (catedrático de Ingeniería Agroforestal), explica que se desarrollan con la fórmula de compra pública, «el mecanismo más potente de innovación». «Innolivar», que arrancó en diciembre de 2017 y durará cuatro años, es una iniciativa que solicitó la UCO y está dotada con 13,1 millones. El 80% son fondos Feder (UE) concedidos por el Gobierno central y el resto lo sufragan las Interprofesionales de Aceite de Oliva (16%) y Aceituna de Mesa (4%) dado su interés en este proyecto. Es, de hecho, una iniciativa, ahonda Gil, «en gran parte a demanda del sector».
En «Innolivar» , participan ocho grupos de trabajo de la UCO, con unos 50 investigadores, y se ha contratado a unos 30 técnicos. Buscan desarrollar, entre otros avances para el olivar, un tractor para alta pendiente sin las limitaciones de los vehículos orugas; mejoras en los procesos en las almazaras; lucha biológica contra la verticilosis y la mosca del olivo; o una cosechadora para recolección mecanizada de aceituna de mesa. «Mecaolivar» fue un proyecto similar desarrollado entre 2014 y 2016, con un presupuesto de 3,8 millones.
Centros Ifapa de la Junta
Precisamente, el Ifapa de la Junta es otro excelente fertilizante para la innovación. Tiene cuatro centros en Córdoba (capital, Cabra, Palma del Río e Hinojosa del Duque), con lo que es la provincia andaluza con más sedes. En 2018, sumaban alrededor de 220 trabajadores. Unos 170 eran del centro de Alameda del Obispo (el de la ciudad de Córdoba), cuyo director, Francisco Cáceres, destaca que es «el mayor de los de la red del Ifapa». Tiene «muchas líneas de investigación», pero se detiene en la olivicultura . «La mayor parte de las innovaciones en el olivar en las últimas décadas han tenido que ver con investigaciones desarrolladas total o parcialmente en los casi 90 años de vida de este centro», explica.
Cáceres destaca el Banco Mundial de Germoplasma del Olivo , que custodian. Es, sigue, «la base de nuestro programa de mejora genética del olivo». Busca «lograr variedades más adaptadas a nuevas enfermedades, con mayor resistencia a la sequía o con las características más demandadas por el consumidor en aceite y aceituna de mesa». Fruto de esos trabajos, recuerda, se registró hace unos años, en colaboración con la UCO , la variedad «sikitita» y ahora «se encuentran en fase de licitación dos nuevas variedades muy prometedoras, del programa de Ifapa y UCO».
En la capital destaca el Banco Mundial de Germoplasma del Olivo, «la base de nuestro programa de mejora genética»
Desgrana la actividad de los centros Ifapa de Cabra , orientado a viticultura y olivicultura, Hinojosa del Duque , especializado en producción animal o elaboración de productos lácteos, y el de Palma del Río , centrado en el desarrollo de conservas vegetales así como en la citricultura . La potencia de las sedes de Córdoba se refleja en que en 2018 desarrollaron 134 proyectos de investigación y transferencia, de los que 81 fueron financiados con convenios con empresas o asociaciones del mundo agrario.
Hay distintos casos prácticos de la colaboración entre Ifapa y sector privado. Con «La Abuela Carmen» , empresa de Montalbán, acometieron la producción del ajo negro, que «les ha supuesto un gran éxito. En esa línea, desarrollamos con ellos la cebolla negra». Con la firma «Despensa La Nuestra» de Villarrubia colaboran desde hace tiempo en ampliar su gama de conservas vegetales, con productos ensayados en el Ifapa de Palma. Igualmente, destaca que el centro de Cabra pone a punto con Bodegas Robles «la producción del primer vino espumoso de Pedro Ximénez».
Otros agentes
El ya citado Instituto de Agricultura Sostenible pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas ( CSIC ) y tiene sede en Córdoba. Nació en 1992 para ser un centro de investigación agraria. Una de sus prioridades es la interacción con el sector productivo para conocer sus necesidades y aportar soluciones . Según los datos del CSIC , en 2018 contó con 124 empleados y registró 48 proyectos iniciados.
Otro foco de I+D+i está en Rabanales 21 , con varias firmas dedicadas a la agroindustria o auxiliares de ella. La directora general del polígono tecnológico, Eva Pozo , destaca Spanish Olive Technology (la mayor agrupación mundial de empresas [19] para impulsar proyectos integrales de producción de aceite o aceituna de mesa); DTA EBT (creadora, junto a un grupo de investigación de la UCO, de un estabilómetro digital, que previene el vuelco de tractores); Ispaproyext (integrada en el proyecto «Innolivar», ya reseñado); Biomasa del Guadalquivir (reciclado de subproductos y residuos orgánicos, así como producción de compost y biocombustibles) y AMP Laboratorios (control y mejora de la calidad de los productos de la industria agroalimentaria).
Ese músculo innovador de la agroindustria se ve en el día a día, con empresas como Galpagro , firma cordobesa que inauguró este mes en Carmona (Sevilla) El Valenciano Rural Innovation Hub . Es, según informó dicha empresa, «el mayor ecosistema de innovación para la agricultura de España» que está a disposición de todos los agentes del sector para «aportar ideas y contenidos a este complejo de transferencia de conocimiento».
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