Cosmopoética 2018
Antonio Colinas: «El Grupo Cántico, Ritsos o Quasimodo beben de la cultura greco-romana»
El poeta leonés desvela su pasión de la mujer como creadora y como «poderosísimo símbolo» polivalente
Los últimos tiempos han permitido que la poética deje de ser una y se haya multiplicado por una abundancia de corrientes creadoras, entre las que se mueven como pez en el agua numerosas mujeres que escriben, en su mayoría jóvenes y copando los primeros puestos en lecturas. Cosmopoética15 lo ha intuido y este año ha traído a numerosas invitadas a las que Antonio Colinas admira y a las que suele cantar como « poderosísimo símbolo polivalente y fértil que son», puesto que remiten al amor, a lo telúrico, a lo vital, a la pasión y a la creación.
Sin embargo, el poeta de La Bañeza no termina de entender que pueda haber discriminación de sexo en la actividad creadora. «No tengo evidencias de marginación a la mujer en la literatura, pero tengo claro que todos somos iguales, más en literatura que supone un gran acto de libertad que comienza en soledad ante un folio en blanco y contra eso no se puede ir, ni evitar ni coaccionar ni ignorar».
El autor de «Canciones para una música silente» estuvo ayer por la mañana como invitado en el ciclo « Café con Verso », en el Musa Bar, para desvelar su punto de vista sobre la poesía y la actualidad, en la que se ha hecho más libre, con una multiplicidad de contenidos, formas y lenguajes a modo de « microcosmos» . Pero frente a eso, Colinas aspira a una poesía en la que la obra y la vida del autor vayan de la mano sin separaciones de ningún tipo. «Para mí es un proceso que va unido a la vida y ésta, a su vez, evoca a la poesía un poco como misión que cumplir».
Forma, pero también contenido, con la idea fija en lo que sería un poema ideal: «el que se siente y piensa a la vez cuando lo plasma el poeta». El escritor y traductor leonés se confesó atraído por esa « palabra nueva » que está en las mentes líricas, pero no en la de narradores, críticos, periodistas o el que se utiliza habitualmente en la calle, y que permite a un autor condensar el lenguaje para « metamorfosearlo ».
Toda un paradoja entre la realidad de una fotografía que puede ser modificada hasta hacerse otra cosa. Pero con cuidado siempre de atinar en lo que se busca: « nunca digas en un mal poema lo que puedes decir en un ensayo excelente ». Y en ambas artes Colinas sabe de lo que habla.
En su faceta de traductor, conoce bastante a fondo la poesía italiana , a la que este año Cosmopoética hace también un amplio guiño. De ahí que no le cueste trabajo desvelar puntos en común con lo que se escribe también en España. «Estamos los dos países en la órbita del Mediterráneo y ambos tenemos el mismo origen con la cultura greco-latina y con la figura del griego Hesíodo como el primer poeta de Europa», dijo.
Una tradición que aún a día de hoy puede verse claramente reflejada en la obra de los griegos Yorgos Cemelis o Yannis Ritsos , así como en el italiano hermético Salvatore Quasimodo , del que Colinas ha traducido al castellano toda su obra y en los españoles Juan Gil-Albert, Vicente Aleixandre o los propios cordobeses de Cántico, como Ricardo Molina o Pablo García Baena . «En todos ellos se nota que están bajo la luz de esa tradición común», afirmó.
Por la tarde, Colinas participó en una lectura poética con Joan Margarit en el ciclo « La voz de los poetas », a la que asistió la alcaldesa, Isabel Ambrosio, y el concejal de Cultura, david Luque.