Memoria Histórica
Antonio Arrabal: «El bombardeo de Cabra pone en evidencia una ley revisionista de buenos y malos»
El autor de «El bombardeo de Cabra: El Guernica de la Subbética» habla de la «barbarie» cometida por la aviación republicana en noviembre de 1938
El anteproyecto de Ley de Memoria Histórica ha, aprobado el pasado 15 de septiembre, ha puesto sobre la mesa de nuevo sucesos como el acaecido en Cabra en 1938, cuando la aviación republicana arrojó dos toneladas de bombas sobre la localidad poco antes de las siete de la mañana. Este terrible ataque no tendrá encaje en la normativa, al no tratarse las víctimas de represaliados franquistas. ABC ha hablado sobre el bombardeo con el profesor Antonio Arrabal , experto en este episodio de la historia negra de Córdoba.
-El 7 de noviembre de 1938, Cabra se convirtió en un infierno.109 egabrenses perdieron la vida tras el ataque de tres bombarderos republicanos. Cabra estaba lejos del frente principal de la Guerra, en el Ebro. ¿Por qué fue objetivo militar?
Cabra fue bombardeada, al igual que otras poblaciones del sur de Córdoba en fechas muy próximas, con el objetivo de distraer la atención de la caza del ejército nacional del frente del Ebro, lo cual hubiera supuesto un enorme alivio para la gigantesca presión a la que estaba siendo sometido el Ejército republicano en su retirada tras la derrota del Ebro. Cabra no fue bombardeada por error, como lo demuestra el hecho de las tres observaciones previas de las que fue objeto en los días previos. Fueron tomadas miles de fotografías aéreas de Cabra y los pueblos del sur de Córdoba. Obviamente no informaron de presencia militar ni de defensas antiaéreas, simplemente porque no las había, al ser zona de retaguardia lejana. Frentes estabilizados, y del todo silentes, de escasa envergadura, habían existido durante toda la guerra en la limítrofe provincia de Jaén. Pero estos pueblos sureños no habían sufrido ni un sobresalto en todos los años de la guerra. Sin embargo, esta se presentó de pronto aquella mañana de noviembre de 1938.
-¿Y la supuesta presencia de tropas italianas?
Las tropas italianas, en estas fechas, se encuentran en el frente del Ebro, impidiendo el repliegue del derrotado ejército republicano hacia territorio de Aragón. Los italianos que estuvieron en la ciudad, ciertamente, lo hicieron a finales de enero de 1937, casi dos años antes. Fueron llegando de modo escalonado hasta el día 3 de febrero. Estaban comandados por el general Roatta y constituían un contingente formado por tres brigadas de voluntarios fascistas que se congregaba para la toma de Málaga. A Cabra llegó la columna del coronel Rivolta, con órdenes de seguir el itinerario Antequera-Almogía-Málaga. Los soldados italianos salen de Cabra el 3 de febrero de 1937, y no vuelven a aparecer por Cabra jamás.
-Ahora, el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática Cabra hace que este episodio vuelva a cobrar protagonismo. Este episodio no tiene cabida en esta normativa.
Parece ser que no. Veremos en qué queda todo esto. El bombardeo de Cabra es presentado ahora como una prueba evidente de la barbarie cometida por la aviación republicana. Pone en evidencia la nueva ley viene a imponer una visión revisionista de la Historia, en la que hay buenos y malos definidos por ley.
¿Qué le parece que el autor del bombardeo pueda ser honrado, con la nueva ley en la mano, y las víctimas sigan en su fosa?
Mejor no opino, permítame. Sólo le diré que las víctimas, afortunadamente, han recibido merecidos homenajes a lo largo de estos últimos años, que su memoria ha sido restaurada, que se han recordado de modo entrañable. Es lo justo.
¿Cómo recuerda Cabra ese fatal suceso? ¿Por qué no ha sido un hecho tan estudiado como el que sucedió en Guernica?Incluso el franquismo tampoco dio «promoción» a este episodio
Aunque parezca mentira, Cabra estuvo durante casi medio siglo sin tratar de averiguar el porqué de este hecho. Había un desconocimiento total de lo ocurrido, una nebulosa que hacía que los más viejos decidieran hablar de otro tema, pues les había causado un trauma todo lo ocurrido. Las noticias sobre el bombardeo habían sido transmitidas de modo oral como vivencia terrible de un pueblo. Tampoco podemos hablar de destreza por parte de las autoridades franquistas en dar publicidad nacional e internacional a este hecho. Ya durante la Guerra Civil, tras el bombardeo, se intentó trasladar lo ocurrido a instancias internacionales, tales como la Cruz Roja o el Vaticano. Eran momentos en que existía una gran controversia internacional sobre los bombardeos a ciudades. Pero la propaganda nacional falló estrepitosamente. Bien es cierto que son complejos los momentos que están viviéndose en una Europa a punto de sufrir el impacto del estallido de la Segunda Guerra Mundial.
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