Guerra Rusia - Ucrania
Anna Kostyuk, la voluntaria ucraniana que ha despertado la ayuda humanitaria en Córdoba
Llegó a Córdoba hace 21 años, se casó, montó un negocio y una familia y ahora apoya a sus compatriotas en una complicada operación logística de envío de material
Convoyes de 8.000 kilómetros para ayudar a los refugiados
Tiene 43 años y lleva media vida residiendo en Córdoba . Aquí llegó con tan sólo 21 años de edad, encontró el amor, forjó una familia y decidió quedarse para -casi- siempre. Es Anna Kostyuk , la voluntaria que «casi sin querer», como ella misma dice, se ha puesto al frente de la coordinación de los envíos de ayuda humanitaria hasta su país natal, Ucrania .
Kostyuk nació en Lutsk , una ciudad de población similar a la de Córdoba a 100 kilómetros de Leópolis , en la frontera con Polonia. Situada al oeste de Ucrania, esta urbe mediana ya no está exenta de los ataques rusos , aunque hasta ahora las comunicaciones con su familia (tíos, primos y sobrinos) se han realizado sin problemas, explica Anna.
En el año 2000 viajó a Córdoba, donde ya residía su madre, que trabajaba como interna en una vivienda. A eso mismo se dedicó durante un tiempo Anna, hasta que hace 10 años decidió montar una tienda de decoración y globoflexia - Globoplanet , en Ciudad Jardín-, una disciplina de la que esta ucraniana es una experta que da clases para profesionales por medio mundo, desde Barcelona a California.
«Ahora caen bombas en mi ciudad»
Anna Kostyuk
Voluntaria ucraniana
Anna no tardó en enamorarse y casarse con un cordobés , con quien tiene un hijo que asegura es «mitad y mitad», a partes iguales entre Córdoba y Ucrania. En todo este tiempo, más de dos décadas, solía volver a su país cada dos años, pero la pandemia del Covid-19 primero y ahora la guerra han impedido que pueda viajar para visitar a su familia y su lugar de origen. Todos ellos están bien, «pero ahora caen bombas en mi ciudad», relata.
Ahora Kostyuk es una de las voluntarias que coordina la logística necesaria para hacer llegar la ayuda humanitaria hasta la frontera con Ucrania. Junto a ella están también Inna y Daria, otras dos empresarias del país con negocios en Córdoba (una tetería y un obrador de tartas). Sólo en esta semana ya han gestionado el envío de 80 toneladas en varios camiones, y espera mantener el ritmo en los próximos días.
Las redes sociales han facilitado el trabajo de Anna a la hora de ayudar a sus compatriatas. La empresaria ya era muy activa en Instagram, donde cuenta con 11.000 seguidores: «Todo lo que pido por allí en dos minutos lo tengo». Así es como ha conseguido cargar ya varios camiones de productos de primera necesidad, el último de los cuales ha partido hoy mismo hacia la zona de conflicto.
Todo comenzó casi de casualidad . Anna relata que cuando comenzó el ataque ruso las tres ucranianas residentes en Córdoba decidieron poner en sus respectivos negocios una caja con la intención de pedir Betadine . «Así lo hicimos, la primera cajita la llenamos y ahora estamos recabando 80 toneladas» a la semana.
Ahora los voluntarios ucranianos de Córdoba se han organizado para repartirse la ingente cantidad de tareas que requiere una operación logística de estas características, para la que ninguno de ellos estaba preparado. Pero lo han sacado adelante con mucho esfuerzo y la colaboración de miles de cordobeses que han ido aportando su granito de arena para ayudar a quienes intentan huir de la guerra o, peor aún, a quienes no pueden hacerlo.
Noticias relacionadas