SALUD

El alzhimer, explicado a los niños de Córdoba

Alumnos del colegio Ciudad Jardín visitan un centro para realizar talleres con sus usuarios

Dos niños junto a una mujer en el centro de alzheimer San Rafael de Córdoba Valerio Merino

Rocío Linares

Desde lejos parecen abuelos con sus nietos pero la realidad es que se acaban de conocer. La complicidad que se observa entre Kike , de 8 años, y María Jesús , de 80, no es propia de dos desconocidos con semejante diferencia de edad. Están frente a un papel con dos manos en blanco y tienen que pintarlo a medias haciendo dos copias porque cada uno se llevará un ejemplar de recuerdo. Será una jornada inolvidable para ambos -para María Jesús a pesar de su alzheimer - porque se convierten en «socios» por un día para realizar talleres y actividades.

Una veintena de alumnos del colegio público Ciudad Jardín y otros tantos usuarios del centro San Rafael de Alzheimer de Córdoba conviven durante una mañana como parte de un proyecto de la asociación. «Un trabajo de nuestro tratamiento no farmacológico desde otra perspectiva en la que se suma el valor emocional que puede aportar la actividad compartida de nuestros mayores con niños», explica la directora técnica, Ana Belén Herreros .

Vitalidad e ilusión

En una primera fase, los técnicos del centro han acudido al colegio para contar a los alumnos cómo es el alzheimer y cómo se trabaja con la enfermedad. «Primero información», detalla la psicóloga del centro, Bárbara Álvarez , «y ahora colaboración». Vienen durante una mañana y después de desayunar todos juntos realizan las actividades que llevamos a cabo cada día con los usuarios. Se convierten en uno más del equipo», añade Álvarez. Esta parte es «divertida», dicen Duai y Luis, dos alumnos que inspeccionan el juego que les ha tocado completar. E igual de bien lo está pasando Carmela , que con 80 años ha recibido un pincel para dar color a un dibujo de papel. «Con esto me hacen un regalo », comenta.

No hay timidez, tampoco apatía, sino todo lo contrario. «La vitalidad y la ilusión se contagian de unos a otros», dice la directora del centro Ciudad Jardín, María José Blanco . De este modo se « desdramatiza la enfermedad y acercamos una patología a los niños consiguiendo que desde pequeños normalicen la situación. Incluso si tienen algún caso similar en la familia, el simple hecho de venir y ver que hay personas así, que son capaces de hacer cosas y que ellos pueden ayudarles, les cambia la visión». Este es un proyecto piloto que la Asociación San Rafael de Alzheimer quiere llevar a más niveles educativos e incluso probar con la Universidad .

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