ECONOMÍA

Aluvión de turistas en Córdoba en el Puente del Pilar

Miles de viajeros acuden a Córdoba y se topan con que el horario del Alcázar provoca horas de colas con temperaturas de más de 30 grados

Turistas este Puente del Pilar en Córdoba ROLDÁN SERRANO

PILAR GARCÍA-BAQUERO

« Para poder entrar al Alcázar de los Reyes Cristianos , ¿ cuánto cree usted que nos queda ?», pregunta a un guía una pareja de uruguayos que se encuentra en la cola que da la vuelta entera al recinto cuando apenas son las 13.00 horas del mediodía . Ellos pasarán sólo un día en Córdoba de su recorrido que los llevará a Granada y Málaga. Son de los que vienen a ver la Mezquita-Catedral pero no pernoctan y no pueden perder el tiempo en colas interminables porque quieren aprovechar al máximo su viaje. Al lado, unos sevillanos les responden que, si han visto el de Sevilla o van a verlo, que mejor se den una vuelta por la Judería, y les hacen caso, se marchan.

El Alcázar de los Reyes Cristianos es una de las visitas obligadas de este puente del Pilar y era prácticamente la primera parada para el turismo que sabía que desde las 16.00 horas no se podía visitar , y hoy abre solamente hasta las 14.00 horas. El volumen de turistas ayer era tal que cada uno guardaba una media de unos 90 minutos para poder entrar al Alcázar . En tan solo unas horas durante la mañana habían pasado por este lugar en el que pernoctaba Isabel la Católica más de 2.000 personas . Otras tantas permanecían abanico y sombrero en mano bordeando la muralla almorávide de este monumento . Las temperaturas que superaban los 30 grados a la sombra invitaban a tomar algo fresco, por lo que el carrito del heladero a las puertas del Alcázar hizo su agosto.

Del Alcázar hacia la Mezquita-Catedral bajaban cientos de visitantes, que abarrotaban las aceras, como un recorrido predeterminado, que les llevaría a visitar el interior del histórico templo. El Patio de los Naranjos estaba lleno. Las colas eran la tónica en las taquillas y los descansos de los muros de la Mezquita-Catedral estaban plagados de jóvenes apurando bocadillos y cervezas.

Turistas ante las puertas cerradas del Alcázar durante la tarde de ayer sábado RAFAEL CARMONA

El recorrido turístico, con parada en establecimientos de lo más «cool» como «street food» o ecológicos por la calle Cardenal González estaban llenos, al igual que la popular Taberna Bar Santos , en la esquina opuesta al Horno San Luis. Su director, Juan Antonio Martínez, atendía en la puerta porque al mediodía no cabía un alfiler . «Hoy hemos hecho 30 tortillas y cada una pesa 6 kilos; ayer se gastaron 26 tortillas y pasaron 800 comensales ; no podemos reservar porque hay gente esperando siempre en la puerta», asegura Martínez, mientras no deja de atender incluso a los que quieren reservar mesa para más tarde aunque no haya.

En el triunfo de San Rafael, junto a la Puerta del Puente, el autobús turístico recoge a varios grupos, pero ya no caben más y unos cuantos se quedan en tierra esperando el siguiente vehículo. «El año pasado fue más flojo por el tiempo; pero este puente del Pilar no puede ir mejor; sobre todo de españoles, aunque siempre hay grupos de otras nacionalidades», comenta uno de sus conductores.

«Llenos todo el puente»

A pocos metros, el decano de los cocheros Rafael García Aguilar aguarda a sus próximos clientes a la sombra mientras asegura que el puente está siendo bueno. «Llevo 40 años como cochero; me mandan servicios desde hoteles ; a algunos les parece caro el viaje, pero otros te dan más propina de lo que les cuesta el viaje», comenta.

Entre el barullo que bajaba desde Cardenal González a la plaza del Potro pasando por la Ribera, se escuchaban desde «It was very impressive» a «Amazing» mientras los ingleses tomaban asiento en las terrazas para comer cuando todavía los nacionales estaban de visita en los museos de Julio Romero de Torres, el Bellas Artes o la Posada del Potro.

En la taberna del Potro su propietaria, Asunción Arrabal, ya estaba a pleno rendimiento porque aseguraba, «estamos llenos todo el puente; el tiempo ha acompañado , y el Festival de las Callejas [otro de los atractivos de este ciclo festivo y que termina hoy]} y la procesión del Señor de la Humildad [ver página 25] ayudan».

Pero no a todo el mundo le va bien. No, al menos, a los comerciantes de recuerdos de la Posada del Potro . «La gente mira mucho pero compra poco», aseguran en uno de estos establecimientos lamentando que « los guías turísticos llevan a los turistas donde ellos creen ».

Esa misma opinión la tienen en la tienda del Museo del Flamenco en la Posada del Potro donde aseguran que las ventas han caído el último año.

Frente a ellas, en el Museo de Bellas Artes, un turista uruguayo, César Esteban Silvera asegura que Córdoba tiene monumentos únicos que muestran sus 2.000 años de historia . «Me han tratado de forma exquisita en esta ciudad, tanto en hoteles, como restaurantes y transporte», añade mientras reconoce que se «quedaría a vivir en Córdoba sólo por la comida ». Mientras, a dos chicas turcas que llegan de visitar la Mezquita les recuerda por la mezcla y la arquitectura a su nación.

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