OCIO
La Almedina de Baena vuelve a su pasado
La localidad celebra hasta hoy su popular Mercado Medieval en el barrio histórico
Comienza el ocaso en Baena . La localidad se tiñe de naranjas. No es un viernes cualquiera. En el barrio de La Almedina hay mercado , pero como el día, no es un mercado cualquiera. Banderolas, escudos y blasones han llenado las calles de este antiguo barrio. Su castillo ha tomado vida. Es un día de mercado festivo en la Edad Media . Un año más la imaginación ha traído hasta La Almedina a su primeros ocupantes.
Desde el castillo hasta la plaza del Ángel bajo la imponente torre de la iglesia de Santa María la Mayor los comerciantes han dispuesto sus puestos. Huele a churros, a patatas, a carnes al a brasa, a quesos y a vino. También a chocolate y golosinas. En el convento de Madre de Dios se han encendido los hornos. Se mezclan la harina, el azúcar y el huevo. Canela, almendra y limón. Ya están listos para degustar los dulces. Los amantes del buen yantar ya han tomado sitio.
Los curiosos aprenden el arte de la cerámica y la forja, el significado de la piedras y sus poderes o las utilidades del papel y la seda. Los más activos afinan su puntería en los puestos de tiro . Vuelan las pelotas y ruedan las latas. Y los que quieren presumir se encuentran con las artesanías. Aromas a inciensos. Los deseos por conocer el futuro se arremolinan en la mesa del tarot . Muchos les guiñan un ojo a las brujas.
Las calles se vuelven estrechas y las plazas pequeñas. Bulle el gentío. En el mercado no cabe nadie más .
Las rapaces , hasta 12, sobrevuelan las cabezas de los visitantes. Atónitos siguen su vuelo con el dedo. Se hace un hueco. El motivo: a hombros de un mancebo una gran serpiente se muestra poderosa. Se suceden algunos saltos. Unas pequeñas criaturas recorren el mercado. Los mitos y leyendas han salido al mercado. Se han escapado de las mazmorras del castillo y en las puertas de la fortaleza un juglar llama a la muchedumbre, comienza la visita al castillo encantado. Tras las historias de reyes y princesas envueltas de magia el mercado cierra sus puertas. Pero aún queda hoy para disfrutar al compás de los músicos con danzas, se espera la visita de gigantes y cabezudos , las rapaces volverán a surcar el cielo y habrá que tener cuidado con las pequeñas criaturas medievales así como estar pendientes para no caer en las bromas del bufón.