Algunos propietarios optan por volver a los once días de Patios

No las tienen todas consigo los propietarios de los Patios. Si el pasado lunes el público madrileño, pero también el cordobés, llenó los recintos, sin generar tampoco las agobiantes colas que se suelen dar en la Fiesta de Los Patios, precisamente la llegada del fin de semana tiene preocupado a más de uno por las avalanchas que se suelen generar, especialmente en algunas zonas como San Basilio o Santa Marina .

«Los fines de semana son horrorosos », detalla Meritxell Valle, tesorera de la Asociación de Patios Alcázar Viejo y propietaria de San Basilio, 40, que este año entra por vez primera a Concurso tras su adquisición y posterior restauración por parte de su familia.

Curiosamente, en la zona de San Basilio los propietarios preguntados por este periódico aseguraron no estar informados sobre la contratación de controladores e informadores turísticos por parte del Ayuntamiento y, por el momento, estaban echando mano de familiares para ayudar a que las visitas fueran fluidas.

Valle se encuentra sola ante el peligro para controlar las entradas y salidas de visitantes y no fueron pocas las ocasiones que tuvo que regañar a alguno de ellos por tocar las plantas o meter las manos en una pila con agua, que sirve tanto para las plantas como para los peces. Una situación «estresante », señaló. Ella es de las que optarían por que la Fiesta volviera a ser como antes: once días, en lugar de catorce, y los fines de semana prolongar el horario dos horas, hasta la medianoche.

«Me niego en redondo desde ya a que el Ayuntamiento lo quiera ampliar un fin de semana más». No es algo confirmado, pero, según ella, en el Consistorio ya están pensando en eso. Ya no es una cuestión de que no quiera ampliar el Concurso, sino de que lo reduzcan de nuevo « o me planto y me voy del Concurso ».

No piensa así Antonia Marzo León, una de las vecinas que cuida y mima el Patio de Chaparro, 3, en la zona de Santa Marina, otra de las que se satura los fines de semana, y que este año está ornado con motivos cervantinos. «Es verdad que se forma mucho follón en determinados días, pero nosotros somos seis vecinos y siempre estamos uno u otro para atender a los visitantes contando con el apoyo de los demás», señala. Marzo quiere que las cosas se queden en los catorce días actuales , aunque también señala que cada zona es diferente y quizá hubiera que adaptar las circunstancias a cada una.