Rafael Aguilar - EL NORTE DEL SUR
Algo va mal
El gobierno de las personas olvida que quienes dirigen las empresas que esperan una licencia también son de carne y hueso
Este cogobierno municipal es tan de las personas que se olvida, a lo que parece, de que quienes dirigen las empresas que crean riqueza y quienes promueven los bloques de pisos suelen ser también de carne y hueso. Si no, no hay quien se explique el retraso monumental en el servicio de licencias de la Gerencia de Urbanismo , que por una vez ha logrado poner de acuerdo a los empresarios de Córdoba para reclamarle al bipartito que se ponga las pilas. A IU en concreto, que es quien dirige el organismo con sede en la avenida de Medina Azahara. Hasta la alcaldesa enseñó las uñas. A su manera, pero las enseñó. Que ella reconozca que hay un problema es un indicio de que la llegada al precipicio está cerca. «La administración no puede ser un obstáculo a la actividad económica», vino a decir Ambrosio con ciertos gestos cabizbajos.
A Pedro García , el comandante de la parte de los planes parciales y todo eso, aquello no tuvo que sentarle nada bien y tomó nota para mover ficha a las pocas horas. Convocó a los periodistas y se llevó, así como quien no quiera la cosa, al gerente de Urbanismo. Allí estaba el hombre con su fajo de documentos debajo del brazo, esperando a que el jefe político hiciera la mirada cómplice para darle paso, o sea la orden para que dijera lo que tenía que decir. Antes de cederle los trastos él, García, se encargó de echarle la culpa de todo a quien dice el manual que hay que echársela. Sí, al PP . Correcto. En resumen: que cuando Luis Martín dio el portazo -que en su cuenta es el segundo- en la Gerencia aquello se quedó con el personal justito y con cincuenta plazas sin cubrir y que así no hay quien trabaje. El hombre ha explotado el recurso esta semana: así de memoria se vienen a la mente dos casos más, uno en relación a los retrasos en la puesta en marcha del espectáculo nocturno del A lcázar de los Reyes Cristianos y otro con la movida de Cosmos y el cerco que teje el Plan General de Ordenación Urbana a su actividad.
De que la licencia para el Burger King de El Brillante se haya quedado en el tintero por el momento no sabemos si el presidente de Urbanismo también responsabiliza al principal grupo de la oposición. Tiempo al tiempo. La explicación oficial es que la presión vecinal ha conseguido que el Ayuntamiento entre en conversaciones con la empresa promotora del proyecto para que respete la esencia del edificio, y en especial, su parte superior. Que a ver quién no ha tenido una tierna historia en La Torre , o en lo que queda de ella, como para que ahora todo eso desaparezca de un plumazo privando al personal del gusto de la nostalgia. Un apunte más: Urbanismo tarda dos años en dar una licencia de rehabilitación a un edificio de Las Tendillas, según hemos conocido esta misma semana.
Que algo va mal parece más que evidente.