CONTRAMIRADAS
Alejandro López Andrada, escritor: «La España rural desaparecerá sin remedio»
Su verbo se enciende cuando habla del magisterio de los pastores. Su literatura es canto de amor a un mundo que agoniza
Alejandro López Andrada ha ido esculpiendo su prolífica obra literaria como un monumento al mundo rural . Pertenece a ese reducido grupo de escritores que llora la agonía de un universo que languidece ante la arrolladora maquinaria urbana. Hasta 2014, resistió en su pueblo natal, Villanueva del Duque, escenario sentimental de buena parte de sus poemarios y sus novelas. Pero el escritor cordobés fue víctima también del éxodo que asola la Andalucía interior. Perdió el empleo como técnico de cultura de la Mancomunidad de los Pedroches, cerró su casa a cal y canto y se estableció en Córdoba capital. Ahora ha regresado con el estío al pueblo que le vio nacer . Su voz suena cordial, aunque desesperanzada, al otro lado del teléfono.
Villanueva del Duque. 1.494 habitantes. La quinta parte de población que en 1920.
Las Minas de El Soldado se cerraron en los años 20 . Las Morras estuvieron abiertas hasta el año sesenta. Había muchos mineros y el pueblo perdió mucha vida . Mi padre contaba que El Soldado tenía su feria, su equipo de fútbol y, junto a Villanueva, llegaron a tener 9.000 habitantes. Empezó la gente a emigrar a los cinturones industriales de Madrid y Barcelona, y en una década entramos en otra era.
¿Vivir hoy en Villanueva del Duque es un acto de militancia?
La gente joven no encuentra sustento económico y tiene que emigrar. Mis dos hijas están en Madrid y Barcelona . Los pueblos están condenados . La España olvidada no puede subsistir. Tiene que morir por inanición. Este país está muy mal estructurado. Y el turismo rural es un espejismo.
¿Y cómo podemos llenar la España vaciada?
Lo veo casi un imposible . Tendría que reindustrializar la economía. El Valle de los Pedroches subsiste gracias a la Covap. Es el motor dinamizador. El que da vida a muchos pueblos de la comarca. Si hubiera otro par de industrias más como Covap se podría conseguir que la gente volviera. Ahora dicen que con el teletrabajo la gente vuelve a los pueblos . Pero no acabo de verlo . La España rural no tiene remedio . Desaparecerá . Esa es la realidad. Luchar contra eso es poner muros al cielo.
«Los políticos se olvidan de la cultura. Y la cultura sustenta al mundo»
El teletrabajo no salvará al mundo rural.
Es un espejismo . Gente que vuelva al pueblo será una mínima parte.
¿Escribe sobre el campo para combatir el olvido?
De alguna manera. En «El óxido del cielo» digo eso. Intento que la cultura de esas personas quede fijada en un libro. Cuando empecé a escribir, quería darle voz a los sin voz: los pastores, los hortelanos , los mineros . La gente de mi tierra. Gente que tiene un trabajo duro pero no reconocido. Para mí, es la gente más sabia. La gente humilde te puede dar lecciones sobre la naturaleza y los misterios de la vida. A mí me interesa mucho contar la vida de esas personas. En «La dehesa iluminada», ahora reeditada, hablo del retorno al campo. Los protagonistas de mis libros son gente humilde y sencilla. De los que he aprendido todo lo que sé. Si soy poeta y escritor es gracia a esta gente.
Lo veo más pesimista que cuando lo entrevisté hace ya doce años.
La perspectiva que tengo ahora desde Córdoba me ha hecho ver las cosas de otro modo . Salí en 2014 y era más soñador . Tenía más pájaros en la cabeza. Los políticos se olvidan de la cultura . Y la cultura sustenta el mundo. Nos hace más sensibles, más inteligentes, más libres. Es un alimento espiritual. Yo me sentía en la Mancomunidad la cenicienta. Importaba un huevo la cultura. Esta gente de mis libros tienen una cultura que se ha olvidado. ¿Qué cuenta un segador? ¿O qué cuenta un hortelano? ¿O qué cuenta un herrador?
¿Y qué cuenta un segador?
Cosas muy interesantes sobre los ciclos de la naturaleza . Sobre las costumbres . El amor a la tierra . A las raíces. Cómo se vivía antes de forma sencilla. Que con poco se puede ser feliz. Hemos entrado en ese consumismo capitalista donde la gente solo quiere tener, tener, tener. Se cultiva el físico y se olvida el alma . Yo soy una persona profundamente creyente y espiritual y le doy más importancia a la ética, a la moral y al alma. Las vidas hoy están vacías.
Y nos hemos alejado de la tierra.
Correcto . Reivindico el contacto con la naturaleza y con la gente sencilla de los pueblos, que nos pueden dar lecciones de vida. Mi espíritu cristiano me dice que tengo que convivir con los demás y que tengo que darles una parte de mí. Hemos entrado en una sociedad egoísta . Lo vemos con la pandemia . Hay gente joven a la que le importa un carajo perjudicar la economía de este país o a las personas mayores.
¿El Papa Francisco le representa?
Totalmente . Me parece un hombre cercano. Me gusta más que el anterior . Es más sensible, despide más luz. Mi Papa predilecto era Juan XXIII. Trajo la alegría y la luz a la Iglesia donde antes había oscurantismo. Francisco está abierto a los pobres y a los humildes.
La escritora María Sánchez dice que el mundo rural es resistencia.
Coincido con ella. Resiste pero no se le apoya .
«La gente humilde te puede dar lecciones sobre los misterios de la vida»
Usted dijo en aquella entrevista de 2009: «Mucho de lo que soy se lo debo a los pastores».
Mis temas en la poesía los aprendí de unos pastores vecinos míos , con los que me iba al campo. Me enseñaron a distinguir las plantas, a buscar las collejas, los berros, las setas de chopo. Y a distinguir una oropéndola de una tórtola o de un estornino.
¿Qué ama de su pueblo?
El paisaje que me marcó . Las calles, los atardeceres de la dehesa, el Puente Juncoso, las Minas de El Soldado. Y también el paisaje humano de gente obrera y mineros que conocí cuando era niño y que me enseñaron tanto de la vida. Ahora en los pueblos se vive conectado a internet. Toda esa gente sigue viviendo dentro de mí.
También dijo entonces: «Capto cosas de otro mundo». ¿Tiene usted un sexto sentido?
Puede que sí. Desde niño he tenido esa sensación de que estamos de paso hacia otra vida. Soy cristiano y ni me avergüenzo ni me enorgullezco de serlo . Trascendemos hacia otras realidades . Presiento y me ocurren cosas inverosímiles que no se pueden explicar. Hay otras dimensiones y un más allá .
Poesía y pandemia
¿La poesía ha sido un bálsamo para la pandemia?
Estuve tan paralizado que no me podía concentrar . Durante el verano empecé a escribir poesía como nunca. Me ha servido mucho para soltar todo el dolor y la impotencia que llevaba dentro. He sufrido mucho por todas las personas que no se han podido despedir de sus familiares.
El doctor Pera declaró en una reciente entrevista para ABC que «si perdemos los contactos humanos, perdemos nuestro mundo».
Maravillosa la definición . Coincido con él. Necesitamos transmitir nuestro afecto a los demás y sentir que contactamos con los que nos rodean. En una ciudad es más difícil. En los pueblos, las casas estaban abiertas. Eso se ha perdido. Era una vida humanista de acercamiento a los vecinos. Ahora paseo por la Ribera para escuchar a los mirlos.
«Ahora hay youtubers que venden más poesía que los poetas de verdad»
El escritor villaduqueño está feliz por la reciente reedición de su conocida como « trilogía rural », gracias a la editorial Almuzara . «Subraye, por favor, mi particular agradecimiento al editor Javier Ortega», ruega encarecidamente. La última de ellas publicada ha sido «El óxido del cielo». Con anterioridad, fueron reeditadas también «El viento derruido» y «Los años de la niebla». Con el respaldo de la editorial dirigida por Manuel Pimentel , la obra de López Andrada ha cobrado un nuevo vuelo , ahora que el futuro del mundo rural ha comenzado a asomar por las páginas de la prensa.
¿En España se puede vivir de los versos?
No . He tenido la suerte de ganar premios , pero conseguir diez o doce mil euros cada tres o cuatro años no te permite vivir . La poesía está poco valorada. Hay una poesía ahora que es antipoética, porque es prosa entrecortada. Ahora hay youtubers que venden más poesía de los que somos poetas de verdad. Ni han leído a los clásicos. Hoy vende la imagen.
¿Escribe como vive o escribe como sueña?
Escribo como veo la realidad . Los sueños aparecen conscientemente en la poesía. Ahora con la pandemia he escrito mucho del dolor y de la realidad brutal que he visto alrededor de mí.
¿Lo suyo qué es: ruralismo mágico o una llamada de auxilio?
Cuando escribo poesía, escribo de mi mundo . Y cuando escribo novela, aparece la magia del mundo rural que conocí: el contacto con el más allá, las leyendas mágicas, las creencias, las supersticiones.
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