PATRIMONIO

La alcaldesa de Córdoba reconoce en el pacto la titularidad de la Iglesia sobre la Mezquita-Catedral

El acuerdo de las visitas nocturnas al monumento otorga al Cabildo todos los elementos de gestión

Pedro García e Isabel Ambrosio en rueda de prensa VALERIO MERINO

Rafael Ruiz

El gobierno municipal -en la versión del PSOE, que lidera la alcaldesa, Isabel Ambrosio- y el Cabildo de la Mezquita-Catedral se sentaron ayer en torno a una mesa para formalizar un acuerdo que va más allá del contenido íntegro del papel. Los socialistas parecen plantear un nuevo tiempo sobre un tema nuclear para la izquierda: la propiedad del monumento más relevante de la ciudad y el primer templo de la diócesis.

El pacto, en sí mismo, es sencillo de explicar. Desaparece cualquier duda sobre la continuidad de la visita nocturna a la Mezquita-Catedral. Ambas partes se comprometen a desarrollar la actividad durante los próximos dos años prorrogables a otros dos si es que no hay novedades . En realidad, la única parte que tiene que hacer cosas es el Cabildo porque el Ayuntamiento tiene un papel más simbólico que otra cosa.

El órgano catedralicio se compromete a todos los elementos de gestión relacionados con la visita nocturna: desde fijar los precios , comercializar las entradas o establecer el calendario de visitas que queda supeditado a la programación de actividades religiosas que se llevan a cabo en la Mezquita-Catedral.

El interior de la Mequita-Catedral VALERIO MERINO

Desaparecen las dos únicas «obligaciones» que el Consistorio se reservó en el acuerdo original. Entonces, el Ayuntamiento se guardó la posibilidad de tener sus propios puntos de venta de entradas cobrando un porcentaje de comisión, elemento que nunca fructificó por las dificultades de tener canales propios en los que se maneje dinero. En segunda instancia, deja de estar obligado a pagar la promoción del espectáculo, cosa que de todas maneras nunca ha hecho. El acuerdo es , en realidad, reconocer lo que hay: la visita nocturna se ha consolidado como una iniciativa exclusiva de la propietaria de la Mezquita-Catedral, la Iglesia.

Si lo simbólico es valioso, que lo es, el convenio se quiso presentar el viernes 17 como un concierto de voluntades. Todo el mundo gana con la operación. Y en esta ocasión consiste en una apertura más prolongada del Patio de los Narajos de forma ininterrumpida hasta que se produzca la primera visita nocturna a partir de septiembre.

La frase clave

El convenio es un hecho político de relevancia porque este gobierno municipal llegó al poder con un acuerdo entre PSOE, IU y Ganemos en el que, expresamente, existía el compromiso de «recuperar» la titularidad pública de la Mezquita-Catedral. El acuerdo firmado por Isabel Ambrosio reconoce «al Cabildo Catedral, en representación de la Diócesis de Córdoba, como titular de la Catedral de Córdoba antigua Mezquita ». Es decir, como el dueño del pleno dominio. Dice más: « El Cabildo será el responsable máximo de la gestión del uso del Monumento, siendo su fin principal velar por el cumplimiento del uso primario del Monumento, que es el de ser Catedral de la Diócesis, lugar de oración y de evangelización», afirma.

No hay que olvidar que la alcaldesa creó un grupo de trabajo con el objetivo de buscar argumentos para que la propiedad de la Mezquita «volviese» al patrimonio común , aunque nunca llegase a figurar en inventario alguno. De un plumazo, Ambrosio se ha cargado todo eso al sentarse en una mesa y poner su rúbrica en un papel que considera al Cabildo como el que toma las decisiones sobre la Mezquita-Catedral con una base legal: es de su propiedad.

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