POLÍTICA
La alcaldesa de Córdoba pide sitio en el PSOE
Isabel Ambrosio activa una candidatura relámpago de Rafaela Crespín para ganar peso en la futura dirección provincial
Titular: El presidente de la Diputación, Antonio Ruiz , y la delegada del Gobierno, Rafaela Crespín , unifican sus precandidaturas a las primarias del PSOE de Córdoba. Letra menuda: La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio , y sus más cercanos pelean por una cuota de poder en el futuro PSOE cordobés tras amagar con una división del oficialismo . Un aviso que ha durado horas para que la futura ejecutiva no sea monolítica. Una candidatura relámpago, la de Crespín, que era un órdago con malas cartas y que no apetecía en absoluto en distintas instancias del partido. Tras unas horas de incógnita (probablemente, la aspirante más breve de la historia de la política), hubo anuncio afirmando que el alcalde de Rute es el único fetén del oficialismo susanista en Córdoba «integrando las listas». En puridad, si hay primarias no hay candidaturas porque solamente se elige al secretario general. Lo que se ha hecho es acordar una futura dirección del partido . Es decir, un reparto de poderes que ya se verá cómo acaba cuando el congreso provincial concluya. Que contra el vicio de pedir, la virtud —dicen— es no dar.
Una cosa es que Crespín llevase la fama y otra, distinta, que sea la regidora quien cardase la lana desde el despacho en Capitulares . Un dato de relevancia. Los que negociaron en nombre de la «tercera vía» son dos personas de la estricta confianza de la regidora. Uno es su asesor político y responsable de la agrupación socialista de Ciudad Jardín, Miguel Franco . Otro es José Antonio Romero , quien accedió a la gerencia de la empresa municipal Cecosam desde su puesto de secretario local de Valdeolleros. Esa es la agrupación local en la que tiene su carné de militante Isabel Ambrosio. Ambos negociadores estuvieron con la regidora en la campaña de las municipales en distintos puestos de asesoramiento político. Demasiado cercanos a la alcaldesa para que ella no diese su visto bueno a la operación.
Crespín comunicó su intención de pensárselo en su agrupación de La Carlota, donde fue alcaldesa , durante el fin de semana. Aseguró que era una respuesta ante la pretensión de Antonio Ruiz de dejar al margen a una parte del partido. Susanismo contra susanismo que era precisamente lo que Susana Díaz no quería ni de broma.
Desde el punto de vista de la alcaldesa de Córdoba, en el PSOE son también conocidas sus muy malas relaciones con Juan Pablo Durán . La regidora se ha quejado a interlocutores de la falta de complicidad del partido justo cuando los socialistas gobiernan por primera vez la capital desde la Segunda República. Ninguno de los proyectos que dependen del Gobierno andaluz han sido un camino de rosas para la regidora que, al contrario, ha tenido que salir al paso de determinadas decisiones, como el rescate de Rabanales 21 , que le ha costado más de lo inicialmente previsto.
Conclusión, el grupo que rodea a Ambrosio, Crespín incluida, pidió un reparto del poder en la futura ejecutiva provincial . Se llegaron a realizar reuniones en las que Antonio Ruiz rechazó las propuestas que le llegaban. En concreto, compartir o ceder elementos estratégicos de la gestión del partido como la secretaría de organización. Con el nuevo secretario general ajetreado entre la presidencia de la Diputación y la Alcaldía de Rute , el (o la) responsable de organización tendrían numerosas atribuciones en el día a día del PSOE.
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