Agricultura
Juan Ignacio Madueño (Valove Córdoba): «Tenemos que profesionalizar y digitalizar las almazaras»
La Asociación de Aceites Valle del Guadalquivir crea una marca para promocionar sus productos fuera y crecer en calidad
![El presidente de Valove, Juan Ignacio Madueño junto a un olivo](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2021/07/05/s/valove-cordoba-presidente-kvdC--1248x698@abc.jpg)
El Palacio de la Merced de Córdoba acogió el pasado 24 de junio la presentación en sociedad de Valove , una nueva marca de calidad impulsada por almazaras cordobesas del Valle del Guadalquivir. Su presidente, Juan Ignacio Madueño , explica a ABC las principales novedades del proyecto.
¿Por qué han decidido crear este distintivo?
Valove es una herramienta que vamos a utilizar dentro de la Asociación de Aceites del Valle del Guadalquivir para que cada uno de sus integrantes promocione sus propias producciones en el extranjero y para control de calidad de sus aceites. Aquí en nuestra zona no contamos con una denominación de origen propia. Por ese motivo, hemos puesto en marcha este sello de calidad que esperamos que nos ayude a presentarnos a ferias de cierto nivel a las que nos sería muy difícil poder acudir de manera individual.
¿Quién forma parte de este proyecto?
Somos 16 almazaras con personalidades jurídicas diferentes, como es el caso de cooperativas, sociedades limitadas o envasadoras. Su capacidad de producción total cada año ronda los 100 millones de kilos de aceitunas, lo que supone unos 20 millones de kilos de aceite de oliva. La marca de calidad que hemos creado solo protege a aquellos aceites que se envasan y que cumplen con unos requisitos determinados que vienen fijados en nuestro reglamento y que son más exigentes que los que establece el Comité Oleícola Internacional , además de que deben contar con una puntuación organoléptica en cata también superior al que exige a un virgen extra normal.
¿Cuáles son las características que distinguen a los aceites del Valle del Guadalquivir?
En nuestra zona tenemos unas variedades más adaptadas al secano y otras al regadío. Asimismo, tenemos explotaciones de olivar tradicional y plantaciones modernas con sistemas de recolección superintensiva. Producimos aceites muy variados, ya que hay suaves, frutados y con un poco más de acento y fuerza, como es el caso de los picuales. Lo que une a todos ellos es que son la máxima de la calidad y que pueden competir con los aceites de cualquier otro lugar.
¿Manejan la posibilidad de crear una denominación de origen protegida (DOP)?
No, no es nuestro objetivo. Creemos que no es necesario. Es un proceso muy complicado desde el punto de vista administrativo. En lo que tenemos que centrarnos ahora es en hacer las cosas bien por parte de nuestros asociados y que cumplan las normas de calidad que nos hemos establecido para que nuestra marca tenga un prestigio mundial .
Operaciones en Emiratos Árabes y Francia
¿Cuál es el nivel actual de internacionalización de las almazaras y las cooperativas que forman parte de Valove?
Actualmente nos encontramos en un momento muy incipiente. Todos los integrantes de la marca, salvo algunos que sí tienen una larga experiencia en la exportación, estamos iniciándonos en este camino. Contamos con algún cliente extranjero, como ocurre, por ejemplo, con la cooperativa Aceites Estrella del Guadalquivir, de la que soy gerente, en la que hemos cerrado operaciones en Emiratos Árabes Unidos y Francia .
En su opinión, ¿qué medidas son necesarias para dar una mayor estabilidad a los precios en el sector oleícola?
El problema que tiene el sector en su conjunto es que estamos a merced del mercado y de lo que nos quieran pagar por nuestros aceites. Entiendo que hay que darle la vuelta a la tortilla y crear las propias almazaras nuestra propia demanda y poner nosotros el precio. Para conseguir hay que darles valor a nuestras producciones. No podemos ser un virgen extra más del mercado, sino que hay que aportar valor añadido con herramientas como este sello de calidad que hemos creado. Sólo de esta manera lograremos estabilidad en las cotizaciones y que estas puedan cubrir los costes de los olivareros.
La superficie de olivar en la provincia de Córdoba no ha dejado de crecer en los últimos años hasta llegar a unas 371.000 hectáreas, según las últimas cifras aportadas por la Junta de Andalucía. ¿El mercado puede asumir este incremento de la oferta?
En mi opinión, sí, totalmente. Es verdad que las producciones se han incrementado, pero igualmente el consumo de aceite de oliva está creciendo una barbaridad. Clientes como el norteamericano o el alemán cada vez valoran más el producto que en los países tradicionalmente oleícolas como es el caso de España o Italia. Estoy convencido de que la demanda, al menos, va a ir a la par de la oferta.
¿Qué balance hace de la campaña que acaba de concluir y que previsiones maneja para la temporada 2021-2022?
La campaña pasada se esperaba que fuera media. Sin embargo, los rendimientos de la aceitunas fueron anormalmente reducidos, lo que provocó que finalmente la cosecha fuera baja, aunque la calidad fue buena . Para la próxima campaña se espera, igualmente, que sea media. Para el secano, todo dependerá de las precipitaciones que se registren en septiembre y en octubre. También confiamos en que los precios se mantengan al alza.
¿Cuáles son los retos para el sector oleícola cordobés?
En el caso de los agricultores, es necesario que nos convirtamos más en empresarios, así como profesionalizar y digitalizar las explotaciones y las almazaras . Asimismo, hay que apostar por la promoción en el extranjero del virgen extra como bandera de nuestros aceites resaltando sus valores saludables y culinarios.
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