Agricultura

Los ecoesquemas, última pieza para que el puzle de la PAC encaje con el modelo andaluz también en Córdoba

De aplicarse dependerá el 23% de las ayudas directas a los agricultores y ganaderos andaluces

El pastoreo extensivo será un ecoesquema ABC

Inma Lopera

El debate técnico entre el Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas , centrado en el nuevo instrumento que trae la Política Agraria Común (PAC) , los ecoesquemas , se suspende por vacaciones . Las reuniones mantenidas cada miércoles de las últimas semanas se retomarán el próximo 1 de septiembre , para seguir avanzando en la definición de este nuevo instrumento medioambiental que se incorpora en el próximo marco 2023-2027. Su diseño se pondrá sobre la mesa en la nueva conferencia sectorial, con presencia del ministro Luis Planas y de los 17 consejeros de Agricultura autonómicos, que tendrá lugar en otoño, bien a finales de septiembre o principios de octubre.

Los ecoesquemas son instrumentos por los que los agricultores y ganaderos pueden recibir ayudas si realizan actuaciones que vayan en favor del clima y el medio ambiente. Se trata de prácticas que serán voluntarias para los productores pero que se incluyen dentro del primer pilar de la PAC . Es decir, tienen un peso muy importante en la asignación de las ayudas directas que llegan al bolsillo de los productores. En concreto, el 23% de la dotación total de la PAC 2023-2027 depende de la aplicación de estos instrumentos, por lo que Andalucía se juega mucho dinero en este debate.

Se trata, de la última pieza para que el puzle de la nueva PAC encaje, a groso modo, con el modelo agrario que defiende Andalucía, ya que en la última conferencia sectorial, celebrada en julio, la comunidad logró blindar parte de sus líneas rojas en el borrador del Plan Estratégico Nacional (documento que recoge cómo será la aplicación de la nueva reforma agraria en España).

Reacciones de la Junta de Andalucía

La Junta de Andalucía ha valorado que se recupere el término de «agricultor activo» en detrimento del «agricultor genuino», ya que, de esta forma, «se incluye a aquellos profesionales que desarrollan otras actividades, pero que tienen en la agricultura y la ganadería un importante complemento de su renta». En cuanto a las regiones productivas de España, se da prácticamente por cerrado que quedarán reducidas a 20, una cantidad que se adaptaría, en gran medida, a la diversidad productiva de Andalucía. Destaca en este ámbito que la veintena de regiones es el límite máximo de la horquilla planteada por el Ministerio, que proponía reducirlas incluso hasta cuatro.

Por otro lado, las líneas básicas aprobadas por las comunidades autónomas españolas mantienen el sistema de gestión de ayudas basado en derechos, como defendía Andalucía frente a otros territorios, y que permite continuar con la ventaja competitiva que hasta ahora tenían los jóvenes para acceder a la actividad agraria. Asimismo, abren la posibilidad de incorporar las frutas y hortalizas entre los perceptores de las ayudas directas, como se venía demandando desde la Junta, y, por otro lado, incluyen la creación de un programa sectorial para el olivar tradicional.

Con estos pilares ya asentados, Andalucía se afana ahora en lograr que la propuesta de los ecoesquemas sea favorable a los intereses del campo andaluz, para sellar así la última puerta por la que podrían perderse muchos fondos europeos.

Propuesta

El Ministerio ha propuesto un diseño de ecoesquemas basado en nueve prácticas agrícolas , que son: pastoreo extensivo; manejo de pastos mediante siega sostenible; rotación de especies mejorantes; agricultura de conservación-siembra directa; áreas no productivas en tierra de cultivo; cubierta vegetal viva; cubierta vegetal inerte; gestión sostenible de insumos; y pastoreo racional: rotación de especies y parcelas. No obstante, hay serias dudas de que las dos últimas salgan adelante como ecoesquemas.

Respecto a estas prácticas, en general, « Andalucía se muestra más o menos a favor», aunque «estamos haciendo muchas aportaciones técnicas. Por ejemplo, en el caso del pastoreo extensivo, para definir la carga ganadera, estamos insistiendo en que se permita hasta 2 unidades de ganado mayor (UGM) por hectárea», explica el secretario general de Agricultura de la Consejería del ramo, Vicente Pérez .

No obstante, para aplicar estas prácticas, el Gobierno central ha definido ocho regiones agroecológicas , y aquí está el principal caballo de batalla para Andalucía . «Si tenemos 20 regiones productivas, habría que definir también 20 regiones agroecológicas para desarrollar los ecoesquemas, porque si no, habrá un impacto económico importante para el campo andaluz», insiste Vicente Pérez.

En este sentido, señala que «si queremos que los agricultores y ganaderos vean atractivo y posible dentro de sus regiones realizar una práctica de los ecoesquemas, que recordemos son prácticas voluntarias, tienen que estar diseñados de acuerdo con las regiones productivas y tienen que tener un importe unitario diferenciado conforme a las 20 regiones». «Solo de esta forma podremos, por un lado, cumplir con el objetivo medioambiental que nos estamos marcando, tanto a nivel de región como a nivel de país, y por otro lado, podremos garantizar que no se pierden ingresos para los agricultores ni para las comarcas vía ayudas».

Más mejoras

Vicente Pérez explica que «establecer 20 regiones agroecológicas para aplicar los ecoesquemas es una línea roja para Andalucía, y así se lo hemos manifestado al Ministerio». Apostilla que «los ecoesquemas son para mejorar la sostenibilidad y no se pueden usar para hacer una redistribución económica entre agricultores y comarcas». Añade que «fijar sólo 8 regiones agroecológica sería hacer una tasa plana con el 23% del montante económico de las ayudas del primer pilar».

Otra de las demandas del Gobierno andaluz es que «tanto la agricultura como la ganadería ecológica cumplan , per se, con los ecoesquemas, al igual que se está haciendo ahora con el pago verde (greening)». «Si Europa está pidiendo que alcancemos un 25% de la superficie agraria dedicada a la producción ecológica en 2030, lo que no podemos hacer ahora es restarle apoyos a este sistema productivo, en el que Andalucía es líder», declara el secretario general de Agricultura.

Pese a los flecos pendientes, las reuniones técnicas van avanzando y, por ahora, parece claro que no será posible acumular más de un ecoesquema sobre una misma hectárea. El Gobierno quiere de esta forma evitar que algunos agricultores se beneficien más que otros, que puedan tener mayores dificultades en aplicar ciertas prácticas sostenibles.

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