Pretérito Imperfecto
Aceite de borrajas
Apenas un nimio soplido puede derribar el castillo que creíamos que era más robusto
Es muy probable que en estos momentos se esté produciendo el mejor aceite de oliva . Aún con más excelencia en el caso del virgen extra . Los controles de calidad, las exigencias normativas, el empeño de los agricultores y su amor por este cultivo, la investigación, el conocimiento profundo de esta labranza milenaria y la extensa base científica en cuanto a sus propiedades saludables hacen de este alimento uno de los más redondos que hoy pueden encontrarse en el mercado y nuestra mesa. Ninguno en España tiene el impacto económico que tiene el olivar , con tantas vertientes: sostén de muchas poblaciones y economías locales , su engranaje social, sus valores ambientales , tradicionales, históricos, culturales y hasta gastronómicos. Hay poco parangón posible con este potencial que convierte a Córdoba, Jaén y las principales zonas productoras en la cuna mundial del llamado ‘oro líquido’ y que cada vez traspasa más fronteras ganando cuota de excelencia.
Pero este amplio catálogo de bondades no parece tener en muchas ocasiones el reflejo que corresponde a su impronta . Basta una ridícula circunstancia como la acaecida esta semana con la Denominación de Origen de Baena para darnos cuenta de que el gigante tiene pies de barro y apenas un nimio soplido puede derribar un castillo robusto. Todas las expectativas creadas se nos van a pique como si cayéramos en aceite de borrajas . Un programa informático de la Comunidad de Madrid donde el algoritmo se alía con un perverso sistema de etiquetado nutricional ( Nutriscore ) que maltrata las propiedades saludables -testadas científicamente- del aceite de oliva como grasa benefactora contra enfermedades cardiovasculares y, a cambio, eleva a los altares a los refrescos light.
Esa fue la alerta que saltó en la Consejería de Sanidad madrileña y que terminó con una denuncia ante la Junta de Andalucía contra el marco baenense por dedicarse a la ‘malintencionada’ causa de difundir las propiedades cardiosaludables del aceite de oliva virgen extra de Baena (sic), echando por tierra todo el ímprobo trabajo que estas denominaciones, los productores, las cooperativas, las pequeñas almazaras o las propias administraciones públicas hacen para promocionar el valor nutricional del aceite de oliva. Como se encargaba de recordar en estas páginas el catedrático de Salud Pública y Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra y Harvard , el malagueño Miguel Ángel Martínez-González, los mejores estudios epidemiológicos en el mundo están demostrando una y otra vez que el consumo de aceite de oliva mejora la salud vascular y reduce el riesgo de morir de forma prematura.
¿ Cómo estamos contando este valor añadido ? ¿Cuánto estamos gastando en ello? ¿Es realmente una prioridad la promoción del aceite de oliva, o todo se queda en discursos laudatorios y sentimentales...? ¿ De verdad que es un producto ‘marca’ España , central a la hora de hacer bandera...? ¿Están los científicos más prestigiosos equivocados...? Demasiadas dudas las que se nos vienen encima cada vez que nuestro producto estrella se somete a esta estúpida tiranía de lo políticamente correcto .
Noticias relacionadas
- Salud archiva la denuncia de Madrid contra la DOP de Baena por difundir los efectos beneficiosos de su aceite
- El sector y expertos defienden los efectos saludables del aceite de oliva tras la denuncia fallida de Madrid
- Aguirre, tras la denuncia a la DOP de Baena: «Hay evidencias científicas para aconsejar el aceite de oliva»