8 de Marzo

Radiografía laboral de la mujer en Córdoba | La ocupación de las féminas sube un 10,7% en una década

La brecha de género sigue siendo significativa, pero en los últimos años las mujeres han ido mejorando su situación en el mercado del trabajo en la provincia

La brecha de género no se cerrará hasta 2058 y le cuesta a España más de 200.000 millones, el 19% del PIB

Soldadoras, carpinteras y mineras: hay solo medio millón de mujeres enroladas en oficios tradicionalmente de hombres

Una tabajadora de un supermercado durante su jornada laboral ABC

D.Delgado

Córdoba vuelve a teñirse de morado para celebrar, un año más, el Día Internacional de la Muje r, una fecha en la que se clama por las reivindicaciones sociales y laborales de las féminas; un arduo camino en el que, pese a lo conseguido, resta mucho por conquistar para alcanzar esa igualdad efectiva de derechos .

En el ámbito del mercado del trabajo , a pesar de la normativa que promulga la paridad, las mujeres siguen escalando puestos en peores condiciones que los hombres , promocionan menos a ocupaciones de responsabilidad, reciben salarios más bajos, cuentan con una protección social desigual y siguen asumiendo mayoritariamente las responsabilidades familiares en detrimento de sus carreras profesionales.

No obstante, en la última década, la situación laboral de las cordobesas ha experimentado una mejoría reseñable en todos los indicadores. Según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de la Juntas de Andalucía (IECA) , la ocupación entre la féminas ha aumentado un 10,7 por ciento , al pasar de 112.819 mujeres con trabajo en 2011, a 124.893 el pasado ejercicio (media de los cuatro trimestres anuales). En términos absolutos, esto se traduce en 12.083 trabajadoras más.

Los hombres , por su parte, han aumentado su ocupación desde 2011 un 13,9 por ciento, más de 3 puntos que sus compañeras en el mercado del trabajo: el número de ocupados ha pasado de 151.392 a 172.472.

La evolución a los largo de los distintos años del periodo analizado ha ido fluctuando debido a las situaciones de crisis que se han registrado. De este modo, la ocupación de las mujeres cayó en 2012 (un 6,47%) y 2013 (un 1,9%), debido a los efectos de la crisis económica de 2008, que daba ya sus últimos coletazos. También bajó un 3,10% en 2017 y un 1,98% en 2020, debido a la pandemia del coronavirus .

A partir de 2014 y hasta 2016, la tendencia en cuanto al número de ocupadas fue al alza , destacando el crecimiento de 2015 del 7,62 por ciento , con los primeros compases de recuperación económica, cuando se pasó de las 103.657 cordobesas con trabajo del ejercicio previo a 111.553. En 2021, el aumento ha sido de un 6,44%.

Otro de los indicadores que reflejan cierta recuperación de las mujeres en el mercado laboral es el relativo al paro : en 2011 había 58.747 féminas que engrosaban esta lista; en 2021 ha bajado hasta las 44.243, es decir, un 24,6 por ciento menos . Pero esa mejoría es solo unilateral, esto es, en el sector femenino: en la comparativa con el sexo opuesto , la situación ha empeorado y mucho .

Así, en 2011 el número de cordobeses en paro (hombres) era de 63.429. En est última década, se ha dado la vuelta a la tortilla y las mujeres encabezan la lista negra del desempleo en la provincia: en 2021, eran 33.649 los varones parados y 44.243 las mujeres desempleadas. Es decir, que en diez años los cordobeses en paro han caído casi un 47%, frente al citado descenso del 24,6% en el caso de las féminas.

En este sentido, en el mercado laboral cordobés pesa mucho el sector agrícola , que cuenta con un elevado porcentaje de ocupados masculinos; lo mismo sucede con la construcción , que, desde finales de 2020 ha aumentado de forma exponencial el número de promociones: en este caso, la mayor parte de sus trabajadores son varones. Como muestra, un botón: en el año que se acaba de despedir, el Colegio de Arquitectos de Córdoba supervisó proyectos que incluían 1.980 pisos en la provincia . Esa cifra implica un aumento del 68,5% respecto al ejercicio anterior, con 805 hogares más. Y 2020, pese al estallido de la crisis del coronavirus, fue un ejercicio que se saldó con un crecimiento de casi el 11% en este indicador de la futura edificación inmobiliaria.

En el capítulo de la inactividad , las mujeres de Córdoba han mejorado levemente los guarismos. Hace una década engrosaban esta lista nada menos que 167.572 féminas; al cierre de 2021 eran 165.814. En este caso, de nuevo, su situación es peor que la de los hombres, si bien estos han visto incrementar su inactividad entre 2011 y 2021, al pasar de 105.971 a 111.172.

En retribuciones, la brecha sigue siendo muy alta a pesar del incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SIM) aprobado en los años 2019 y 2020. En la provincia, esa diferencia salarial es aún cercana al 20%, en concreto, se sitúa en el 19,46%. No obstante, en 2019 esa cifra era del 21,69%. Esto se traduce en que en el ejercicio 2020, los cordobeses cobraron de media 3.316 euros más que las cordobesas, según los últimos datos publicados por UGT.

Con estos datos, la provincia cordobesa es la quinta con mayor brecha de Andalucía , muy por encima de Almería (13,1%), Jaén (13,4%) y Granada (15,1%); y por debajo de Huelva, con un 29,1%, Cádiz, con un 27%, Sevilla, con un 23,6%, y Málaga, con 20,9%.

Mayor brecha a más edad

Este informe también pone de manifiesto que dicha brecha se incrementa a medida que se avanza en los tramos de edad. El grupo etario donde más diferencia existe en un porcentaje de más del 22% es el de los 35 a los 44 años, edades más frecuentes de solicitud de las reducciones de jornadas y sa larios para cuidar a menores de 12 años por parte de las mujeres. También es alta la brecha de las mujeres de 55 y más años, mientras que entre las jóvenes la brecha oscila en el 16%.

Las causas de la brecha salarial de género son complejas y suelen estar interrelacionadas. Algunas son las barreras de acceso de las trabajadoras a puestos de mayor poder , las altas tasas de trabajo temporal y a jornada parcial, la falta de corresponsabilidad y el inferior porcentaje de hombres que utiliza las reducciones de jornada y las excedencias por cuidado o la infravaloración de las actividades feminizadas, como la limpieza y la atención a la dependencia.

Por otro lado, el tipo de jornada es una de las bases de la desigualdad laboral de las mujeres, puesto que a efectos de salarios y cotizaciones: las mujeres siguen siendo mayoría en los contratos a tiempo parcial , un 73% con respecto a los hombres, y estos tienen mayoría en tiempo completo, casi un 63%. Una de cada cuatro mujeres que trabajan lo hacen a tiempo parcial, entre los hombres este porcentaje no llega a uno de cada diez.

Colectivos sindicales y feministas reivindican empleo de calidad para las mujeres y contar con permisos retribuidos para el cuidado familiar

Desde los colectivos sindicales y los grupos feministas , las reivindicaciones para lograr esa pretendida igualdad de género se centran en lograr un incremento sustancial del empleo de las mujeres y que sea un empleo de calidad, eliminado los elementos de precariedad e infravaloración que caracterizan el trabajo femenino, así como la segregación ocupacional, las dificultades en la promoción profesional y el acceso a puestos de responsabilidad, las desigualdades salariales y las deficiencias en el reparto de la atención de las responsabilidades familiares.

En materia de corresponsabilidad es también necesario, según estos colectivos, contar con permisos retribuidos para el cuidado familiar , de carácter individual e intransferibles, para evitar el abandono temporal del empleo o la renuncia involuntaria a una promoción profesional para las mujeres, por dedicarse al cuidado de familiares, ya sean hijos, ascendientes u otros familiares.

La precariedad laboral está «concatenada» con la violencia de género , la principal lacra contra la que luchan los grupos feministas y que constituye, junto a la igualdad social y laboral, la reivincidación fundamental de este 8-M. La falta de autonomía hace que muchas mujeres sigan atadas a la violencia, un problema que no logra frenarse: al cierre de 2021 los casos bajo vigilancia policial se incrementaron: más de 1.400 expedientes activos en la provincia de Córdoba (1.402), un 13,7 por ciento más que hace un año, según los últimos datos del Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén).

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