Agricultura

El 70 por ciento de los productores cordobeses ha sufrido ya el cambio climático en el campo

Un estudio de la UCO refleja que agricultores de olivar, viñedo, cereal o ganaderos creen que irá a peor

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Pablo Cruz

Adelanto de las campañas de recogida, mermas de las cosechas y pérdida de suelos para la actividad agraria son algunos de los efectos que ya está sufriendo el campo cordobés por el cambio climático. Los propios productores son conscientes de esta realidad como pone de manifiesto un estudio liderado por la catedrática del Departamento de Economía Agraria, Finanzas y Contabilidad de la Universidad de Córdoba (UCO) , María del Mar Delgado.

En este informe, que está próximo a concluirse y para el que se ha realizado más de un millar de encuestas , se analizan las percepciones de los agricultores y ganaderos andaluces sobre este fenómeno meteorológico en sus explotaciones.

La experta señala que el 90 por ciento de los productores está convencido del calentamiento global, mientras que el 72 por ciento ha experimentado procesos meteorológicos adversos en sus plantaciones.

Veranos largos, inviernos cortos

La sensación de cara al futuro no es muy halagüeña en este sentido, puesto que tres de cada cuatro profesionales preguntados de ámbitos como el olivar, el viñedo, la ganadería o los cereales , considera que esta situación va a ir a peor en los próximos años.

En cuanto a los efectos del cambio climático en sus explotaciones, en torno a un 90 por ciento opina que los veranos son ahora más largos e intensos, así como inviernos más cortos , al mismo tiempo que un 88 por ciento defiende que la temperatura media ha subido, cerca del 80 por ciento cree que hay una mayor escasez de agua y algo más de un 60 por ciento apunta que las lluvias son actualmente más torrenciales y dan lugar a inundaciones.

«Algunos agricultores, concretamente el 12 por ciento, sí ven beneficios del cambio climático, como es el hecho de que haya menos heladas y el alargamiento de las campañas posibilita que algunas plantaciones puedan contar con dos cosechas al año», subraya Delgado a ABC.

El estudio deja claro que los productores son conscientes de su responsabilidad en este asunto, según afirma la también profesora de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos (Etsiam) , pero consideran que el sistema agroalimentario es el principal emisor de gases contaminantes a la atmósfera como consecuencia del transporte o del uso de pesticidas.

Este estudio revela que la mayoría de los agricultores y ganaderos está dispuesto a cambiar sus prácticas para reducir el impacto de este proceso debido a la gravedad del mismo, pero aseguran que son los ciudadanos los que deben modificar en primer lugar su comportamiento al respecto.

Barreras para adaptarse al cambio climático

El trabajo de la UCO analiza las principales barreras que se encuentran los empresarios agrarios para adaptarse al calentamiento global, destacando en primer lugar, según la docente universitaria, el desconocimiento sobre si el impacto de este fenómeno será mayor en unas zonas geográficas o en otras, así como la incertidumbre existente con los precios, al tender estos a la fluctuación continua por factores externos a la actividad primaria, y con la Política Agraria Común (PAC) , debido a los continuos anuncios de reducción de ayudas.

La actividad ganadera también se está viendo gravemente. El director de la Cátedra de Producción Ecológica ‘Clemente Mata’ de la Universidad, Vicente Rodríguez, explica que «el cambio climático se manifiesta como una tendencia a un aumento de la aridez debido a la reducción de las precipitaciones y al aumento de las temperaturas , lo que alarga el periodo seco en el campo, con unos veranos muy largos». En consecuencia, según afirmó, las explotaciones sufren más problemas para disponer de agua de beber a los animales , además de que la producción de pastos se resiente.

Este experto apunta que la falta de agua y el calor son fenómenos muy frecuentes y graves para el campo cordobés frente a otros, como las tormentas con granizo o las riadas, que son puntuales; aunque, matiza, «en algunos casos, llegan a causar severos daños a la arboleda, perdiendo las encinas casi todas las hojas y las bellotas si las tuvieran grandes o creciendo».

Desde su punto de vista, todos estos efectos adversos irán a más en los próximos años. El también profesor de Producción Animal de la UCO resalta que el ganadero puede llevar a cabo múltiples medidas para menguar los perjuicios del calentamiento global, como «cuidar del agua, ahorrar y captar toda la que se pueda, además de reducir otros insumos bajando las cargas porque producir al aire libre a base de piensos no va a ser rentable a medio largo plazo, por lo que ya hay ganaderos que trasladan sus ovejas en camión a las montañas de Palencia y León para pasar el verano con el fin de contar con pastos».

En este sentido, Rodríguez indica que la Cátedra de Producción Ecológica lleva tiempo trabajando en algunos proyectos al respecto que «demuestran que la ganadería extensiva no solo padece el cambio climático, sino que es una herramienta para su mitigación , puesto que, además de prevenir incendios, secuestra carbono, beneficiando a toda la sociedad, consuma o no sus productos», apostilla este experto.

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