Medio ambiente

Las 500 familias de Campo de Aras en Lucena temen que la CHG les corte el acceso a un acuífero

La medida queda en manos de una serie de recursos judiciales y administrativos mientras el Ayuntamiento propone un «urbanismo blando»

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Urbanización en Campo de Aras J. M. G.

José María Lucena

Las más de 500 familias lucentinas que residen en la zona de Campo de Aras y Cristo Marroquí, en Lucena siguen en vilo ante la expectativa de que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) lleve a efecto su dedisión de cortar el suministro de agua que tradicionalmente han venido obteniendo desde una conexión con un acuífero local.

La CHG mantiene inamovible su propuesta de sanción contra la Asociación de Vecinos Crisaras, que representa a los vecinos y se encarga de la distribución del agua, por el presunto uso privativo de la captación subterránea . Según ha confirmado el presidente del colectivo vecinal, Manuel Hurtado, «por tercera vez en siete meses la CHG ha desestimado en su integridad las alegaciones formuladas por Crisaras» y conmina a la asociación a inutilizar en el plazo de un mes las captaciones, al tiempo que amenaza con una ejecución forzosa » en caso de que la asociación no cumpla con dicha obligación en el plazo establecido.

Hurtado indicó que tras esta decisión solo resta ya «agotar la vía administrativa» mediante la presentación de un recurso de reposición o un contencioso-administrativo y la petición de una suspensión cautelar del corte del suministro , que dejaría sin agua a las entre 3.000 y 4.000 personas que residen en esta zona de Lucena durante el periodo estival y los cada vez más vecinos que lo hacen de forma permanente.

El plazo para presentar los recursos concluye el próximo 8 de junio, por lo que la asociación Crisaras ha convocado a todos los vecinos el día 6 para adoptar una decisión representativa de la mayoría.

A esa asamblea acudirá la directiva con un borrador de la propuesta del Ayuntamiento para facilitar la progresiva legalización de esta zona residencial, en la que no se ha consumado hasta ahora ninguno de los planes parciales previstos en el PGOU vigente.

La intención municipal es la de facilitar una serie de medidas de «urbanismo blando» que posibiliten la normalización de esta zona residencial y la llegada a la misma del suministro municipal de agua , que actualmente se queda a las puertas de Cristo Marroquí, junto a la antigua N-331.

Según Hurtado, para los vecinos es fundamental «conocer las líneas generales que marca ese documento, para saber si estamos ante un proyecto realmente asumible por los propietarios». Las más de 500 familias que cuentan con una vivienda en la zona residencial de Campo de Aras y Cristo Marroquí se han venido abasteciendo de la Fuente de Campo de Aras y la canalización municipal procedente del Nacimiento de Zambra.

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