ASÍ FUE CÓRDOBA 2016

2016, un camino del que nada quedó

El trabajo de la candidatura a Capital Europea de la Cultura para 2016 no ha dejado demasiado poso

Edificio del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), con sede en Córdoba EFE/Rafa Alcaide

LUIS MIRANDA

A estas alturas, ¿todavía hay quién recuerde la Capitalidad Cultural de Córdoba ? Fue el sueño de la ciudad durante una década, la frase que estaba en boca de los políticos y los empresarios, la oportunidad que tenía que transformar una ciudad sin industria en una urbe cultural de primer orden, llena de libros, exposiciones y conciertos que además de elevar el espíritu incluso servirían para crear empleo y llenar un poco el bolsillo.

Y cinco años después de que Manfred Gaulhofer pronunciara el nombre de « Donostia San Sebastián » donde todo el mundo espera que dijera «Córdoba», llegó el famoso año 2016 y la ciudad se presentó ante él sin ningún examen que afrontar, pero también sin todo lo que necesitaba y con muchas carencias. «El camino era lo importante» , decían pensando en el poema de Kavafis que hablaba de Ítaca, pero del camino no se aprendió nada y hoy Córdoba no tomó ninguna enseñanza de aquel camino, y ni siquiera conserva algo material que llevarse a la boca.

Nadie la recuerda porque quizá no dejó más recuerdo que el testimonio de algo que al final fue un fracaso y en su gestión también tuvo algo.

Hubieran llegado, probablemente, si se hubiera conseguido ser Capital Europea de la Cultura, porque a la ciudad habría entrado mucho más dinero, pero el panorama no era el que se soñaba. Para empezar, el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía , que ahora se llama C3A , está inaugurado, pero hace muy pocos días, el pasado día 19. La Junta ha tardado ocho años en inaugurarlo, después de muchas incógnitas, y ha gastado 30 millones de euros, pero lo ha hecho todavía sin director, que está en pleno proceso de selección, y después de una larga etapa de incertidumbres en que ha tardado la definición exacta del contenido y el funcionamiento del centro.

Siempre se desechó que la colección Circa XX , propiedad de Pilar Citoler , fuese a parar al futurista edificio, así que en este tiempo también se perdió la oportunidad de que este conjunto de obras fuese a parar a Córdoba, ante la ausencia de un lugar en el que exhibirse con la dignidad que merecen todas las grandes firmas de las últimas décadas en el arte mundial. Ahora la disfrutan en Zaragoza.

Para entonces tendría que haber estado disponible el Palacio del Sur , una infraestructura que hubiera servido para grandes congresos, importantes para el mundo de la cultura, pero también como auditorio, sobre todo para la Orquesta .

En 2011, cuando terminó el camino de la Capitalidad Cultural, ya se sabía que iba a ser difícil construirlo, pero el muy elevado coste que tenía que asumir el Ayuntamiento había hecho plantear tantas dudas que el Gobierno municipal de José Antonio Nieto, que casi se estrenó con el desenlace de 2016, sólo pudo optar por desecharlo.

Recintos

La ciudad sigue esperando otros dos grandes recintos de congresos, pero todavía están a la espera y no es seguro que abran ni siquiera en el inminente año 2017. En primer lugar está el Palacio de Congresos de la calle Torrijos , que la Junta de Andalucía decidió ampliar y que en la actualidad permanece atascado. No hay fecha para la reapertura.

El Centro de Ferias y Convenciones es un proyecto del Ayuntamiento que emprendió el PP y que también podría haber tenido su repercusión cultural, pero todavía faltan bastantes meses para el momento en que pueda abrir sus puertas, algo que también repercutiría en la cultura.

La cuestión es que la ciudad ha llegado al que tenía que ser el año de su reinvención como ciudad cultural sin ni siquiera un recinto cerrado para grandes acontecimientos. Por el camino llegó el Teatro Góngora , que con poco más de 600 espectadores ha servido para acoger espectáculos de mediano formato, y se ha consolidado la Axerquía, con un amplio aforo, aunque sólo a final de la primavera, verano y en las primeras semanas del otoño, por ser el aire libre. Pero auditorios y otros espacios continúan pendientes. Y eso es especialmente sangrante para la Orquesta de Córdoba , que casi desde su inauguración pide una sede digna para ensayar y ofrecer sus conciertos y tiene que seguir trabajando en el vestíbulo de telares del Gran Teatro , en unas condiciones laborales y de seguridad que siempre se han tenido por, al menos, discutibles.Y la formación sigue con una plantilla corta, que no se puede ampliar. Pasó el peor momento para su continuidad, pero la falta de financiación pública hace que su capacidad para mejorar y crecer sea casi nula.

Tampoco ha ganado la ciudad en este tiempo un gran recinto para exposiciones, con el que no cuenta. El caso de Antonio del Castillo ha sido paradigmático: se han tenido que repartir las muestras en distintos lugares, pero nunca en el mismo espacio, lo que hubiera logrado un mayor número de visitantes.

El mayor espacio que tiene la ciudad es la sala Vimcorsa , de gestión municipal, pero los medios de que dispone sólo dan para exposiciones de tipo medio. El último gran recinto, la sala de Exposiciones Museísticas de Cajasur , doblaba en capacidad a este lugar, pero la entidad de ahorro decidió rescindir el alquiler de un local muy costoso, en plena Ronda de los Tejares.

Ahora el Ayuntamiento tiene la sala Vimcorsa, la Junta de Andalucía el patio de la Delegación de Cultura y la Diputación Provincial la Fundación Rafael Botí , que sigue indefinida y que tiene un espacio para exposiciones temporales, pero con una capacidad que tampoco es demasiado amplia. El rescate de la sala Puertanueva que pretendió el Ayuntamiento de Córdoba tampoco fructificó.

Los espacios culturales tampoco han crecido, y menos en años de fuerte crisis económica. El Museo Arqueológico sí abrió en 2010, pero sólo en la parte de la ampliación. La antigua casa de Jerónimo Páez sigue a la espera de una restauración que promete ser larga y costosa, y para ella no hay todavía plazos.

Menos aún para el Museo de Bellas Artes , permanentemente encerrado en un espacio con muchas carencias y muy pequeño , donde apenas se pueden hacer exposiciones temporales. Se tendría que haber trasladado al Campo de la Verdad, a un solar entre el hotel Hesperia y la torre de la Calahorra, del que el Ayuntamiento ni siquiera ha iniciado el camino para disponer de la mitad del espacio que todavía está en manos privadas.

Tampoco la iniciativa privada ha remontado. Al contrario. Córdoba afrontó el proceso con varias galerías privadas que en los años más duros de la crisis económica fueron desapareciendo Sólo la veterana Studio 52 , y la sala Carmen del Campo , que cada año trae algunas de las citas más importantes de gestión privada, mantienen el tipo frente a las circunstancias.

Sí se ha ganado algo en este tiempo: la presencia de una mayor oferta escénica y de la mano de la iniciativa privada. Es lo que ha representado Teatro Avanti , que es su casa del colegio salesiano mantiene una amplia programación para todas las edades a lo largo de todo el año. Teatro, magia, danza y música se suceden en el escenario de una compañía que además se dedica a la producción de obras de teatro que después salen por los escenarios españoles y que constituyen una de las mejores formas de financiación y de continuidad en su trabajo.

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