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20 nombres propios de Córdoba | José Romero, o el ladrillo discreto
Prasa, hoy en concurso de acreedores, llegó a tocar el cielo, a codearse con las grandes operaciones bursátiles y buscar el camino de la diversificación
No es fácil encontrar en la hemeroteca entrevistas o declaraciones de José Romero González ( Torrecampo , 1947). Ni su empresa, Prasa , ha sido nunca una promotora al uso. Hombre discreto, nunca quiso el protagonismo del que otros partes del sector del ladrillo disfrutaron, en algún caso a su pesar. También es el que llegó más alto entrando en operaciones de rango alto, como la adquisición de una parte del capital social de Metrovacesa , una de las firmas de mayor potencia.
Prasa se encuentra hoy en concurso de acreedores tras muchos años de pelea con la banca para renegociar un pasivo con el que llegó a devolver, mediante distintas vías, más de 1.400 millones de euros. El origen de Prasa es la empresa familiar de la familia Romero . Pablo Romero Alamillo, padre de José Romero y fundador, creó una constructora que creció al calor de la obra pública y privada. La nueva generación apostó por la diversificación geográfica y de actividad mucho antes de que el ladrillo fuese noticia. Prasa, que llegó a dar en sus buenos tiempos unos 2.000 empleos, fue de las primeras empresas del sector en entrar en la Costa del Sol y buscar suelos en Madrid, las Baleares o Valencia .
También, en buscar alternativas turísticas de negocio fuera de España, en Rumanía, Brasil o el Algarve portugués . En iniciar desarrollos ligados al sector socionanitario como la creación de Sanyres, con una completa red de centros de mayores, y con la eterna aspiración de ligarse al sector sanitario. Su proyecto más conocido en Córdoba fue la adquisición del antiguo hotel Meliá y el intento de crear un edificio en altura, obra de Carlos Ferrater, que generó una enorme polémica y acabó sustituido por el popularmente llamado «oxidado».
Si hay un antes y un después de la vida de J osé Romero fue su arresto en el marco de la operación Astapa, por presunta corrupción en el municipio de Estepona . La Fiscalía llegó a pedir cuatro años de prisión por presuntos delitos de fraude y falsedad documental tras el arresto de 2008. Al salir del calabozo, el empresario inició una actividad frenética para el parar el daño reputacional que coincidió con una crisis bancaria y económica que entonces no tenía precedentes.
En el plano social, el empresario ha tenido dos actividades fundamentales. Por un lado, una fundación sociocultural que se ha matenido muy activa en la zona norte. Por otro, su condición de futbolero confeso, madridista hasta la médula, lo llevó a ser propietario de facto del Córdoba CF hasta la venta de sus acciones.
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