tradiciones
Así nació el primer viernes de marzo, día de devoción trinitaria
Su origen data de 1939, cuando al finalizar el triduo al Rescatado se abrieron las puertas a los fieles
No es posible asomarse a la historia de Jesús Nazareno Rescatado sin saber de la existencia del madrileño Cristo de Medinaceli, el que le sirvió de inspiración y modelo. La devoción por el Señor de Córdoba, como se conoce a la imagen titular de Padres de Gracia, tiene su origen en 1682 cuando los trinitarios descalzos realizaron un rescate de 211 cautivos cristianos y 16 imágenes procedentes de la fortaleza de Mámora, el actual Marruecos.
De todas ellas se hizo más conocida, por el patronazgo que ejercieron sobre ella los reyes de España, una imagen de Ecce Homo a la que se impuso el escapulario trinitario, como se hacía con todos los cautivos rescatados; y de ahí su nombre. Aquella imagen se custodió en la iglesia de los trinitarios de Madrid, pero pronto se hicieron copias en todas las iglesias trinitarias del país, así como de otros puntos de Europa y allende el charco.
Historia
El pasado 24 de febrero se celebraron 302 años desde la bendición en Cuaresma del Rescatado, meses después de que el trinitario descalzo Fray Cristóbal de la Mata encargara al escultor cordobés Francisco Díaz de Pacheco su creación. Desde la casa del Vizconde de la Puebla hizo el cautivo, de rostro resignado y lleno de dolor, su primera procesión hasta la iglesia de Santa María de Gracia, la que siempre ha sido su hogar.
Pero no será hasta dos siglos más tarde cuando nazca la Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado y María Santísima de la Amargura. En 1939 comenzaron a darse los primeros pasos, entre el 1 y 3 de marzo de ese año se celebró un triduo. El último día, el primer viernes de marzo, se abrió la iglesia entre las seis y las nueve de la noche a todos sus devotos.
De ahí precisamente vienen los tradicionales viernes de devoción trinitaria, en los que como antaño la hermandad abre las puertas a cientos de devotos cordobeses, y de forma especial el primer viernes del tercer mes del año cuando no dudan en hacer largas colas para el tradicional besapiés al Nazareno. No hay un mejor preludio a la fe y devoción que se vive y siente en la abarrotada plaza de Padres de Gracia el Domingo de Ramos de la Semana Santa cordobesa.