Semana Santa de Córdoba 2023
El Viernes Santo, a la luz del rito y la estética en Córdoba
La jornada ofrece multitud de lugares en los que admirar a las seis cofradías, con la Soledad y la Conversión desde barrios más alejados, y el Descendimiento, del otro lado del río
Semana Santa de Córdoba: la guía más completa
Amanece el Viernes Santo de Córdoba y la luz es distinta. Es la de una jornada especial, marcada por un rito y una estética que poco han variado las últimas décadas, por la devoción profunda a la Virgen de los Dolores.
Muchos acudirán al vía crucis del Señor de la Caridad, que es la única cita que considerar en la agenda cofrade de por la mañana. Sale a las 11.00 horas de San Francisco y en este momento sí estarán presentes los legionarios del Tercio Gran Capitán.
Su camino es hermoso y se puede ir hasta la Catedral, hacia el mediodía, y seguir por Céspedes y por bellos rincones de la Judería.
La tarde arranca a las cinco de la tarde en barrios extramuros de la ciudad. La hermandad de la Soledad tiene una salida muy solemne desde la parroquia de Santa María de Guadalupe, a las cinco en punto.
También resulta muy bello encontrarla por la ciudad antigua, en el recuerdo de su viejo barrio de Santiago. En la plaza de la Magdalena, por ejemplo, está a las 18.30, y constituye uno de los mejores rincones de la ciudad vieja.
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Madruga también la Conversión para llegar a la carrera oficial, porque tiene su sede en un barrio lejano. Será mejor encontrarla conforme se vaya acercando al Centro, tal vez por Poniente o Ciudad Jardín, camino del recorrido común, cuando vaya más abrigada, en cualquier momento entre las ocho y las diez de la noche.
Su regreso al barrio es largo y singular, y los que quieran disfrutar de la última madrugada de la Semana Santa pueden seguirla hasta las 3.10.
El resto del día es algo más tardío, condicionado siempre por los horarios de los oficios del Viernes Santo en la Catedral.
Los Dolores
Sale a las 18.50 horas la Virgen de los Dolores, la Señora de Córdoba, y no habrá que esperar demasiado para encontrarla porque es esencia pura de la devoción de la ciudad y es siempre emocionante el encuentro.
Su entorno más inmediato, cuando se le va presintiendo conforme llega el momento, es un buen lugar para disfrutar de esta cofradía. Por ejemplo, la calle Conde de Torres Cabrera o Ramírez de las Casas Deza hacia la plaza del Cardenal Toledo.
Traerá el aire de una jornada seria, en la estampa del Cristo de la Clemencia y en las lágrimas y súplicas que escucha la Virgen de los Dolores. Desde ahí se le puede acompañar mucho rato. Y cómo no también por la estrechez y belleza de San Zoilo, un rincón clásico de las cofradías de Córdoba, hacia la 1.00.
Expiración
La hermandad de la Expiración sale este año a las 19.00 de la Real Iglesia de San Pablo y cuenta la muerte del Señor al caer la tarde. La calle San Fernando es siempre un lugar hermoso para las cofradías y esta vez no es una excepción con la silente y solemne corporación.
Más especial todavía será su camino de regreso, cuando entre al Compás de San Francisco y siga por Huerto de San Pedro el Real, Fernando Colón y Tundidores.
Otros años lo ha hecho a la ida, pero el intimismo de esos lugares a la luz de las velas puede deparar momentos inolvidables mirando el rostro de la Virgen del Rosario. Tiene prevista la llegada, también muy hermosa, a las 23.30.
Descendimiento
Es imprescindible admirarla a su paso por el Puente Romano, a cielo abierto
El Descendimiento es una cofradía para disfrutar al caer la tarde. Sale a las 19.40 de su iglesia de San José y Espíritu Santo y enseguida busca el Puente Romano.
Fue la primera en llegar, en la Semana Santa del siglo XX, desde el otro lado del río Guadalquivir, y gusta verla con esos cielos abiertos como escenario. Su regreso, hacia la 1.00, es alegre y prefigura la Resurrección con la Virgen del Buen Fin.
De vuelta a las calles del Centro, la hermandad del Santo Sepulcro es una de las cimas de la Semana Santa de Córdoba y su salida, con las amplias puertas de la iglesia de la Compañía y la belleza de la plaza, algo que conviene disfrutar sorbo a sorbo.
Hay que dedicarle tiempo para apreciar el cortejo al completo con todos los detalles y el saber hacer de la hermandad, que irá despidiendo la Semana Santa de Córdoba.
Lo mismo cabe decir de la calle San Fernando a la vuelta, con los naranjos tragándose la luz. La fiesta en torno a la Pasión se va terminando y hay que paladear hasta el último instante.
