La Cuaresma en ABC
Viernes de Dolores en Córdoba | Férreo control de asistentes para las visitas a la Virgen en San Jacinto
El máximo objetivo de la cofradía de los Dolores es que los devotos fluyan con rapidez y seguridad por el interior del templo
El próximo 26 de marzo será un Viernes de Dolores en Córdoba atípico por la pandemia de Covid, pero serán posibles las visitas a la Virgen. El control del aforo en la iglesia de San Jacinto, donde se venera a la Virgen de los Dolores , gran devoción de Córdoba, será la máxima prioridad.
Un nutrido grupo de hermanos (grupo joven, voluntarios y de la junta de gobierno) velarán para que desde poco antes de las ocho de la mañana y hasta la noche los fieles entren a rezar con las máximas garantías de seguridad y distancia.
Por ello, dispensarán gel hidroalcohólico , tomarán la temperatura a la entrada y controlarán que la cola fluya, sin parones . En los bancos para las misas el aforo vigente no superará las 50 personas sentadas.
Las dos puertas de que dispone la iglesia se volverán a utilizar para marcar el itinerario interior de entrada y salida. La idea es que para los rezos de un par de minutos o tres los devotos no se sienten porque eso obligaría a desinfectar constantemente los bancos (algo que sí harán tras las misas), como informa a ABC el hermano mayor de la cofradía de los Dolores, José María Herrero.
En el exterior, habrá vallas, carteles y señales en el suelo para organizar el flujo de personas y la distancia interpersonal de un metro y medio. La Agrupación de Cofradías ha solicitado al Ayuntamiento un dispositivo de agentes de la Policía Local para evitar aglomeraciones en la vía pública, y el Ayuntamiento lo dispondrá, en San Jacinto y en los templos toda la Semana Santa.
Así, se baraja que la entrada a la plaza de Capuchinos sea por la plaza de las Doblas y la salida, por el Bailío, en el caso de que la concentración de cordobeses sea muy grande.
En el interior de San Jacinto, seguramente, las damas camareras tendrán una pantalla en su mesa para su protección. Ellas no darán en mano las estampas a los devotos, sino que éstos las podrán coger directamente.
Las misas
La actividad ante la Virgen de los Dolores será inmensa: hay misas a las 8.00, las 9.00, las 12.30 y las 13.30 horas. (A las 9.45 se celebrará una eucaristía sólo para los mayores de la residencia) y a las 11.00 el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, presidirá la fiesta de regla.
Unos minutos antes de las 11.00, el prelado bendecirá la peana recién restaurada de la Señora de Córdoba. Durante esas celebraciones, sólo una decena de personas podrán situarse tras la reja para ver a la Virgen desde lejos, si bien todavía son detalles que la cofradía está perfilando.
Por la tarde, a las 18.30 está previsto el rezo de la corona dolorosa y a las 20.00 el Vía Matris , que concluirá con la Salve Regina. Hasta la noche, y teniendo en cuenta el toque de queda, seguirán siendo posibles las visitas.
Por su parte, la cofradía de la Paz y Esperanza no podrá celebrar su tradicional besamanos, pero sí expondrá a la Virgen a la veneración en la iglesia del Santo Ángel (Capuchinos). Situarán a la sagrada imagen cerca de la puerta para favorecer la ventilación y el rezo, pero no el beso en la mano. También situarán vallas para la cola y la entrada y salida con un tiempo limitado.
Será entre las 9.00 y las 20.00 horas, según informa el hermano mayor de la Paz, Enrique Aguilar. Parten de experiencias previas de la etapa del coronavirus, como el rezo del rosario en la calle en octubre de 2020 y el Vía Crucis del Señor de Humildad y Paciencia del 23 de marzo de 2021 por el huerto del convento de Capuchinos.
El año pasado, el estado de alarma y el confinamiento impidieron este tipo de veneraciones clásicas de la Cuaresma, pero este año, con limitaciones y una ardua organización previa ya serán posibles, subraya Aguilar, con la esperanza de que pronto sean como siempre.
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