Pasión en Córdoba

Sinfonía de vivas y color para el Simpecado del Rocío de Córdoba en su deslumbrante carreta

La hermandad filial parte exultante hacia la aldea, con nueve días de camino

Más romeros y más vehículos: la hermandad del Rocío de Córdoba lo tiene todo a punto para iniciar el camino

El Rocío de Córdoba cuenta las horas para iniciar el camino

En la imagen, la carreta con el Simpecado, rodeado por la multitud. En el vídeo, su salida de San Pablo Álvaro Carmona / J. G. H.
Julia García Higueras

Julia García Higueras

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Radiante como el mismo sol. Así brilló el jueves la carreta del Simpecado de la hermandad del Rocío de Córdoba. El nuevo arco central del techo realizado por Orfebrería Hermanos Fernández acaparó todas las miradas.

Concluido en septiembre de 2021 y bendecido y visto en la exposición 'Arte y cofradías' en la Catedral de Córdoba, se vio por fin en movimiento, como un Pentecostés de plata con alusiones al Bautismo de Jesús y la Inmaculada.

Los cuatro nuevos ramos de azucenas en metal con baño de oro labrados por un grupo de devotos también resplandecían con el sol. Radiantes se veían las flores que rebosaban hermosas en esta sinfonía de plata.

El color amarillo triunfó en el exorno preparado por Pinsapo con rosas, rosas ramificadas, calas, orquídeas y craspedias, entre una veintena de variedades.

Los vivas a la Virgen del Rocío, Madre de Dios, al Simpecado de Córdoba y a San Juan Pablo II , recientemente nombrado cotitular de la hermandad, resonaron ante San Pablo, pasadas las seis de la tarde. Dos años después, el camino a la aldea del Rocío estaba por delante y la ilusión y las fuerzas, más altas que nunca.

Los cordobeses son siempre los más dispuestos , son los que se ponen primero en camino. Eso forja el carácter y se notó en los rostros sonrientes de los participantes. Este año el número de romeros ha crecido tras los dos años de espera.

La misa de romeros en la Real Iglesia de San Pablo fue el punto cero de este largo peregrinar. A su término, y en medio de la ruidosa bulla se hizo de repente el silencio en la calle para ver la entronización del Simpecado en la carreta.

Numerosos niños pequeños pasaron después por el Simpecado y, una vez acabado este emocionante ritual, comenzó el camino.

La carreta de la hermandad filial de Córdoba, con el Ayuntamiento detrás Álvaro Carmona

«Que todo el mundo sea rociero», dijo el admirado Papa Karol Wojtila, como reza el lema de las cintas que escoltan al Simpecado. Con este deseo lanzado al mundo, fue una jornada de luz.

¡Viva la Virgen del Rocío! y los sones de los flautines y tambores ponían al sonido a este serpentina de caballistas y romeros de todas las edades. La petalá del grupo joven antes de la llegada a la Catedral ponía todavía más color y calor a esta inolvidable tarde.

De gran carga espiritual resultó también la entrada en la Catedral, con las palabras y la bendición del obispo, Demetrio Fernández . A su salida, la sinfonía de vivas, cantos y color va arropando a los peregrinos mientras poco a poco abandona Córdoba.

Avanzan pujantes y con constancia con la vista y el corazón puestos en Almonte. Y la certeza de que todo vuelve a su esplendor.

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