Signos de consolidación y madurez en el Martes Santo de la Semana Santa de Córdoba 2017

Azahar desde El Naranjo

El traslado de la carrera oficial al entorno de la Mezquita-Catedral está dejando estampas insólitas como el paso hasta en dos ocasiones este Martes Santo de la hermandad de la Agonía por el primer templo. Bajo un cielo azul raso, el paso caoba del Santísimo Cristo de la Agonía asomaba por el Arco de las Bendiciones pasadas las 17.30 horas. Un año más, la joven cofradía iniciaba su estación de penitencia desde la Santa Iglesia Catedral , pero no dejaba atrás la esencia de su barrio, con el que sigue creciendo día a día de la mano.

Prueba de este vínculo, los cuatro ramos de naranjo en sus esquinas. En cuanto al exorno floral, un variado de iris, statis, jacintos morados y rosas malva . Vínculo que es también palpable con la Banda de Cornetas y Tambores de la Salud , que interpretó «Fragancias de un Martes Santo» para salir del Patio de los Naranjos. De esta forma, tras dar la vuelta, la cofradía abría la carrera oficial de la jornada.

En un recorrido tan largo, son varios los detalles que la hermandad preparó. Entre ellos, la ofrenda floral al monumento del párroco Agustín Molina o los dos cirios color tiniebla de la hermandad de Jesús Nazareno , con la que la cofradía del Naranjo mantiene una estrecha relación. Por otro lado, en cuanto a los estrenos, el misterio presentaba la imagen renovada de las imágenes secundarias, recientemente restauradas. No obstante, el mejor estreno llegará en la Semana Santa de 2018 , cuando el Señor la Agonía encuentre el consuelo cerca con la presencia de la Virgen de la Salud .

La belleza de lo austero

Tras su ausencia el año pasado, la hermandad Universitaria pudo completar su recorrido este Martes Santo, poniendo la nota silenciosa de la jornada. Entre tantos misterios, el austero paso del Cristo que Miñarro creara basándose en la Sábana Santa ponía el contraste del Martes Santo desde la iglesia del Juramento de San Rafael. Desgarrador a la luz del día a la vez que imponente en la oscuridad de la noche, el Crucificado no dejó indiferente a nadie.

Con un escueto exorno floral en el friso a base de iris y statis, la cruz del Cristo Universitario se posaba sobre el nuevo calvario que la cofradía no pudo estrenar el año pasado y que sí pudo lucir este Martes Santo. Con paso firme, el paso avanzó hasta la Puerta del Puente para silenciar a la carrera oficial. Especialmente hermosa fue su salida desde la Catedral y su paso por Lucano y la Plaza de la Almagra de regreso a su templo.

Duelo desde el Juramento

Y si el Cristo de la Universidad sobrecogió a los presentes, la dulce tristeza de la Virgen de la Presentación volvió a enmudecer al gentío a su paso. Enlutada y con el puñal de Simeón en la mano, la Dolorosa vestía su inconfundible tocado sobre el hábito. Al igual que en el Cristo, la decoración floral se limitaba a un pequeño friso morado . No así, la iluminación, que además de en los candelabros delanteros se extiende por toda una hilera de guardabrisas. Luces que dejaron una maravillosa estampa en su regreso por el Realejo .

Un año más, la vestimenta de los nazarenos –poco más de medio centenar- y algunos detalles del cortejo fueron de lo más comentado por el público. A los originales hábitos, con capucha y no cubrerrostr o, se añaden los trajes de los servidores y el muñidor, figuras que generan un ambiente de duelo y recogimiento en torno a las imágenes universitarias.

Clasicismo desde Capuchinos

Era una de las cofradías más esperadas de la jornada. A pesar de su juventud, la hermandad de la Sangre ha logrado consolidarse en la Semana Santa de Córdoba con un sello particular que está cargado de clasicismo. Un sabor que en la tarde del Martes Santo quedó patente con el misterio de Nuestro Padre Jesús de la Sangre , que desde la encalada plaza capuchina comenzaba su estación de penitencia con el acompañamiento de la Banda de Cornetas y Tambores San Juan Evangelist a, de Sevilla.

Clavel en color sangre de toro para el misterio, que presentaba este año como novedad el dorado del respiradero frontal del paso de misteri o, obra de Rafael Barón. A pesar de sus grandes dimensiones, el paso del Señor de la Sangre demostró que se puede andar rápido cuando se necesita y deleitarse cuando el momento lo permite. Prueba de ello fue su transitar por la calle San Fernando de camino hacia la carrera oficial.

Música para los Ángeles

Si el misterio de Jesús de la Sangre dejó un buen sabor de boca, no menos dulce fue el regusto con el paso de la Reina de los Ángeles , con exorno blanco inmaculado. A su salida, homenaje de la Banda de Música de la Esperanza al maestro José de la Vega con la interpretación de «Ángeles, Reina» y «Valle de Sevilla» . Del mismo modo que el Señor de la Sangre, el palio de la Virgen de los Ángeles avanzó con paso rápido hasta su llegada a la Ronda de Isasa. Para estrenar carrera oficial, el clasicismo de «Ione» en la Ribera.

En esta estación de penitencia, la hermandad del Císter tuvo en mente de forma muy especial a las monjas de la orden del convento donde dieron sus primeros pasos. Asimismo, también hubo un recuerdo emocionado a los niños de l Hospital San Juan de Dios , con los que la hermandad colabora en su obra social con un taller de música. Proyectos todos que tuvieron el mejor colofón con la magnífica entrada en la Santa Iglesia Catedral este Martes Santo del palio de la bellísima Virgen que tallara Luis Álvarez Duarte .

San Andrés, calle de la Amargura

La Plaza de San Andrés era un Martes Santo más el marco perfecto para la salida del misterio del Buen Suceso , que presentaba la finalización de la talla del canasto del paso de misterio, ejecutado por Miguel Ortiz y Manuel Jurado. El Nazareno volvía a reencontrarse con su Madre, San Juan Evangelista y María Magdalena en la calle de la Amargura en su discurrir hacia la Santa Iglesia Catedral.

Adornado con un friso de claveles color cardenal y flores en color morado , el misterio del Buen Suceso congregó a numeroso público en este nuevo recorrido, que disfrutaron del andar de este paso, aún en fase de tallado, pero que presenta algunos detalles como los espejos del canasto. Puntual a su hora, el Buen Suceso transitó bajo los arcos de la Catedral antes de su v uelta a San Andrés .

Dulce Caridad de María

Es, sin duda, una de las Dolorosas más hermosas de la Semana Santa de Córdoba . Una belleza que se suma a la elegancia del discurrir de su paso de palio, aderezado con un repertorio de marchas que terminan por lograr la cuadratura del círculo. Elegancia acentuada este Martes Santo con el decorado floral compuesto por rosas de color rosa claro y por el tránsito del palio por enclaves como la Corredera o el Compás de San Francisco .

«Mi Amargura» fue la marcha escogida para su tránsito por Fernando Colón con una chicotá interminable hasta el Huerto de San Pedro El Real . Nuevamente, fue también la música elegida para abandonar el recinto catedralicio por la Puerta de Santa Catalina ya de regreso a su templo. Por el camino más corto, el palio de María Santísima de la Caridad iba consumiendo sus velas aumentando al mismo tiempo la belleza de su estampa.

La Santa Faz de Cristo

La Plaza de la Trinidad fue el escenario de la salida triunfal del Cristo de la Santa F az. Una imagen de Antonio Dubé de Luque que cada Martes Santo impone la elegancia de su paso caoba por el casco histórico de la ciudad. Exornado con un variado floral en tonos rosas y morados, el misterio de la Santa Mujer Verónica hizo las delicias de los cofrades a su paso por Doctor Fleming en su discurrir hacia la Santa Iglesia Catedral.

Sin robarle protagonismo, pero indudablemente destacada, la Agrupación Musical de Pasión de Linares , que este año sí pudo completar sus dos esperadas actuaciones en Córdoba capital. «Consuelo gitano»en carrera oficial o «El sumo sacerdote» en la estrechez de Deanes levantaron los aplausos del respetable. Finalmente, en la entrada, que se llevó a cabo pasadas las una de la madrugada, el Señor de la Santa Faz se despidió al son de «Cerca de ti» y «Nazareno de la Trinidad».

Flor de la Trinidad

Flor blanca de la parroquia de la Trinidad . Con saya roja y exorno blanco, María Santísima de la Trinidad acompañó un año más a su Hijo por las calles de la ciudad. Desprendiendo el perfume a flor fresca y cirio consumido, la Dolorosa de la corporación del Martes Santo alivió el dolor de los enfermos a su paso por el Hospital de la Cruz Roja, donde se dio cita un nutrido grupo de público antes de la carrera oficial.

Brillante a la luz del día y radiante en la oscuridad de la noche despejada, la Virgen de la Trinidad atravesó con elegancia las estrechas calles de la Judería de regreso a su templo con los sones de la Banda de Música «Tubamirum», de Cañete de las Torres. Su tránsito suave por Deanes fue una de las delicias de la jornada.

Júbilo salesiano

La hermandad más bulliciosa de la jornada. Nuestro Padre Jesús Divino Salvador en su Prendimiento volvió a obrar el milagro. Cuando parecía que no cabía ni un alfiler en la puerta del Santuario de María Auxiliadora , el imponente paso de misterio salesiano se hizo hueco entre la multitud a su salida del patio con «La Saeta» y «Divino Salvador» . Con un nutrido cortejo, los nazarenos blancos de capa azul discurrieron pegados y con paso ligero para cumplir con los horarios establecidos. En cuanto a las flores, la cofradía salesiana escogió un variado en color rojo en el que predominaban las rosas .

Este gentío acompañó a la cofradía durante todo su recorrido. Asimismo, San Pedro se convirtió en un hervidero para presenciar la llegada del Señor del Prendimiento. Especialmente aplaudida fue la entrada del paso de misterio por el Arco del Triunfo, con la popular «Alma de Dios», seguida de «Nuestro Padre Jesús de la Victoria». Por otro lado, las imágenes estaban también dirigidas a la talla del respiradero frontal del paso de misterio, obra de Miguel Ortiz y Manuel Jurado . Una obra que se está culminando y que presenta numerosos detalles tanto en la propia talla como en los cristales o elementos frutales del canasto.

Piedad popular

Hasta llegar a María Santísima de la Piedad alrededor de 400 nazarenos, cifras que demuestran el buen momento que está viviendo la hermandad salesiana, también movidos por la devoción a la Dolorosa que tallara en 1958 Juan Martínez Cerrillo . Una imagen que este Martes Santo vestía saya blanca, en contraste con el azul oscuro de su manto y su palio.

En cuanto al exorno floral, un variado de flores en tonos blancos y rosas que endulzaban el palio, que entraba con elegancia por la nueva carrera oficial con el acompañamiento musical de la Banda Virgen de las Mercedes, de Bollullos Par del Condado que interpretaba «La Esperanza de Triana» en la calle Torrijos. Asimismo, la Dolorosa de la Piedad fue la encargada de cerrar la jornada del Martes Santo, que cumplió las expectativas y que apenas tuvo un retraso de 25 minutos sobre el horario establecido.

Ya de regreso a casa, la Virgen de la Piedad meció al son de «Rocío», en San Pablo -en honor a la filial cordobesa- y «Nuestra Señora del Patrocinio».