Semana Santa Córdoba 2022
Juan Carlos Vizcaíno: «Las hermandades de Córdoba en general no cuidan bien las túnicas de nazarenos»
Cofrade de la Soledad desde hace 30 años y actual diputado mayor de gobierno, conoce a fondo la Pasión de la ciudad por su trabajo en 12 Varales
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A sus vivencias cofrades de tres décadas en la hermandad de la Soledad, y en el Prendimiento toda la vida, añade su dedicación profesional en el comercio 12 Varales.
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Juan Carlos Vizcaíno (Córdoba, 1969) está al frente del negocio de confección textil y artículos para las cofradías en Ambrosio de Morales desde 2009. Antes, y hay que remontarse a 1998, trabajó en Carmen Checa. Actualmente ocupa el puesto de diputado mayor de gobierno en la Soledad en la junta de Enrique Ruiz Flores , desde el que vivirá un nuevo Viernes Santo.
Desde el punto de vista de su profesión y como cofrade muy experimentado, ¿cree que las cofradías cuidan los hábitos con los que se muestran en las calles y en la Catedral?
En general, no. Algunas sí, pero son las menos. La mayoría no. Ceden o le alquilan algunas túnicas a los hermanos que dan pena. Y un año tras de otro otro. A mí se me dio el caso de venir con una túnica una madre para que se la hiciera porque no quería que su hijo saliera con ésa y se la hice. Ella devolvió aquélla y, al día siguiente, me vino otra señora con otro hijo con esa misma túnica. Y estaba deteriorada, descolorida. Eso son excepciones. La mayoría están decentitas , pero hay algunas que dices tú: «¿Esto cómo lo da la hermandad». Y luego cómo la cuida cada uno. Al no ser tuya no la cuidas igual, es de la hermandad: va arrastrando, que se rompe la tela, que se ensucia y luego no sale ni con lejía, pero bueno... En general, no las cuidan como deberían cuidarlas. Hay excepciones, hay muchas hermandades que ponen empeño en eso. Es la carta de presentación de la cofradía.
¿A qué cree que se debe? ¿A la dejadez de las cofradías por no cambiarlas o de los propios hermanos?
Desde hace unos 10 años para acá la política de muchas hermandades es dejar de alquilar la túnica a partir de los 18 años de edad. Entonces el hermano que quiere seguir se la tiene que hacer en propiedad. Porque saben que a esa edad, sobre todo, los chavales o salen de costaleros o con los amigos y ya dejan de salir de nazarenos. Las nenas, menos porque lo veo yo aquí. Por ejemplo, este año a la Sentencia le ha pasado que, después de dos años sin salir, tenían casi 40 chavales y chavalas de 18 años, y más de la mitad han venido a hacerse la túnica en propiedad.
¿La tendencia a la propiedad va al alza, entonces?
Sí, sobre todo, este año por esa política. Aparte de la Sentencia hay muchas hermandades que lo están haciendo. Quieren sacar las túnicas que tienen en la hermandad, las venden a veces y no tienen que almacenarlas . Pero esa túnica no está nueva, ha pasado por siete manos. Ahí volvemos a lo de antes: el aspecto que tiene esa túnica no puede ser igual que una nueva. La propiedad es una forma de utilizarla varios años y amortizarla.
¿Por cuánto ronda un hábito completo para un adulto este año?
Varía mucho de la hermandad y de la calidad de la tela, el precio de la tela: no es lo mismo un terciopelo que una sarga ni que un raso. Pero una media puede ser sobre 125 ó 130 euros, a medida.
«Desde hace unos años la política de las hermandades es fomentar la propiedad de las túnicas»
La sarga parece que le está ganando la partida al raso últimamente, ¿es así?
Sí, en muchas hermandades se ha cambiado el hábito por eso. Y en otras como la Paz todavía hay cubrerrostros de raso. Pero las últimas capas de la Paz que he hecho las hago todas de tela, no de raso. La sarga se cuida mejor, se plancha mejor, se trabaja mejor, se conserva mejor. Y el raso es mucho más complicado.
Este año ha notado la recuperación económica en su negocio tras las dificultades de la pandemia, ¿no?
Sí, bastante mejor. No a niveles de hace tres o cuatro años, pero casi.
«En la Soledad estamos contentos y expectantes por nuestros cambios en el Viernes Santo»
Como diputado mayor de gobierno tiene el hándicap de casi duplicar el camino de la Soledad en la calle. ¿Cuáles son sus sensaciones para este Viernes Santo?
Estamos un poquito a la expectativa porque va a cambiar el horario y el itinerario. Gratamente nos hemos encontrado con que ocho o diez hermanos se han echado atrás por miedo a eso, pero han venido 15 nuevos con respecto a 2019. Vamos a sacar más que el último año que se sacaron papeletas. Estamos contentos y expectantes. El ambiente es otro porque el barrio es nuevo, el recorrido es nuevo, el horario y la banda que se va a incorporar. Hay aspectos que levantan el ánimo, aunque la cofradía va a ir igual.
¿Y la proximidad con el Colegio Franciscano Santa María de Guadalupe también le ha dado vida?
Los niños tienen su procesión, que fue el domingo 3 de abril. Creo que en cuanto vean a la cofradía en la calle, a sus amiguitos que salen, a lo mejor el año que viene es otra cosa. Ahora mismo la semilla está sembrada y ya germinará.
Su padre es cofrade del Prendimiento de toda la vida, ¿qué aprendió de él?
Ha sido innato, venía de serie . Ahora mismo de mis hermanos soy el único que sigue metido en las cofradías. Lo he vivido desde chico. Mi padre iba a todos los lados y me llevaba con él a los ensayos y las cosas de la hermandad. Y, quieras que no, se te va quedando. Luego yo me he hecho hermano de otras, pero la mía de cuna es el Prendimiento . Y ahí sigo, es un veneno que se te mete y seguimos para adelante.