DOMINGO DE RAMOS
Semana Santa de Córdoba 2018: Domingo de Ramos sin el inicio esperado, pero con el mejor final
La Borriquita tuvo que quedarse en casa, pero las cinco hermandades de la tarde completaron sus recorridos
La Semana Santa de Córdoba 2018 no tuvo el inicio esperado. La amenaza de lluvia en las primeras horas del día llevó a la hermandad de la Entrada Triunfal a suspender su estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral. Horas más tarde, se cumplieron los pronósticos y la tristeza dio lugar a la esperanza con la salida procesional de las cinco cofradías de la tarde, que llenaron las calles de color y fervor en una jornada con gran protagonismo del casco histórico, sobre todo, del barrio de San Pedro, por el que desfilaron cuatro de las corporaciones penitenciales.
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Sin Entrada Triunfal
Faltaban pocos minutos para las diez de la mañana y, aunque no había anuncio oficial, la desazón ya invadía las naves de la parroquia de San Lorenzo . Tras la bendición de las palmas, la junta de gobierno comunicaba la suspensión de la estación de penitencia de 2018 por el elevado riesgo de lluvia en las dos horas siguientes. Una decisión dolorosa para la corporación, que hace dos años sufrió un enorme aguacero que la obligó a refugiarse en el Instituto Góngora. Era mejor prevenir que lamentar.
Por esperada, la reacción no fue menos triste en las decenas de niños , y también mayores, que esperaban un milagro ataviados con su túnica blanca y trajes de hebreros . Allí, esperaron la apertura de puertas una hora más tarde para seguir acompañando a sus sagrados titulares.
En esta ocasión, Nuestro Padre Jesús de los Reyes vestía una túnica nueva de color verde y su paso lucía exornado con un variado floral en tonos rojizos.
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Palma de Fe
Espléndida y con toda la candelería encendida, Nuestra Señora de la Palma aguardaba la llegada de los vecinos y devotos, que se quedaron sin verla en la calle pero que no dudaron en acudir a San Lorenzo para rezarle. Cada año, el barrio espera a la Dolorosa, que ilumina y perfuma cada Domingo de Ramos con el alegre movimiento de sus bambalinas. Una hermosa estampa que no ha sido posible este año por culpa de la anunciada lluvia.
Vestida de color blanco inmaculado, el palio de Nuestra Señora de la Palma presentaba una decoración floral en color blanco y rosa claro , en contraste con el azul añil de su palio. Un paso con techo de malla pensado para dejar pasar los rayos del sol y no para la lluvia. Quizás, por eso, lucía más bella que nunca en la oscuridad de su templo.
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Gallardía trinitaria
El cielo amenazaba con seguir dejando precipitaciones sobre Córdoba pero la gallardía trinitaria de la hermandad del «Señor de Córdoba» hizo que los nubarrones acabaran disipándose. Sobre un calvario de iris morado y portando túnica bordada, Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado salió a la plaza de los Padres de Gracia -con casi 40 minutos de retraso- para reencontrarse un año más con la ciudad. Lo hacía en primer lugar, recuperando su posición original en el cortejo y eliminando los penitentes tras el Señor. Una situación que se solventó sin incidentes, ya que la cofradía había dado cuenta de ello semanas atrás y los cuerpos de seguridad del estado se encargaron de que todo transcurriera con normalidad.
Durante la primera parte del itinerario llegó a caer una leve lluvia que sin embargo no fue obstáculo para completar su itinerario sin problema. La Banda de Cornetas y Tambores de la Coronación de Espinas de Córdoba, por su parte, fue la encargada de poner los sones musicales tras la venerada imagen, interpretando un extenso y variado repertorio donde no faltaron marchas como «Eucaristía», «Y fue azotado» o el «Ave María». Ya de vuelta, y como suele ser habitual, no faltaron las saetas , sobre todo momentos antes de concluir su estación de penitencia.
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Amargura del Domingo de Ramos
Y tras su hijo, la Virgen de la Amargura . La Dolorosa de la hermandad del Rescatado recorrió las calles de Córdoba entre el fervor y el cariño de sus hermanos y devotos, que no quisieron dejar a su madre en ningún momento. A los sones de «Amarguras», interpretada por la Banda de Música de Manuel Garín de Linares (Jaén), la Virgen de la Amargura comenzó su estación de penitencia. Rosas de color rosa en diferentes tonalidades fueron las flores elegidas por la corporación para exornar a su titular, que lució radiante por las calles de la ciudad.
Especialmente bello y emotivo fue el paso de la Virgen de la Amargura por la plaza de San Pedro , un enclave por el que en la jornada del Domingo de Ramos llegaron a pasar hasta cuatro de las cinco cofradías que hacen estación de penitencia en este día. Chicotá a chicotá, trabajo a trabajo, la Dolorosa completo su salida procesional, poniendo fin a la estación de penitencia de la hermandad, que fue la primera en ponerse en las calles en una tarde marcada por la incertidumbre.
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Devoción centenaria de Santiago
Las Penas de Santiago, sin duda, es una de las cofradías con mayor sabor del Domingo de Ramos . La calle Agustín Moreno fue un hervidero tanto en la salida como en la entrada de la corporación, que esperaba con gran entusiasmo el comienzo del recorrido procesional de la hermandad. Tras la cruz de guía (que estrenaba enriquecimiento en plata por Emilio León) y un nutrido grupo de hermanos nazarenos, se ponía en las calles de Córdoba el Santísimo Cristo de las Penas , acompañado en esa estampa inseparable por San Juan y la Virgen de los Desamparados.
Sobre su característico calvario de iris morado, el centenario Crucificado comenzó su estación de penitencia a los sones de la Agrupación Musical de la Fuensanta de Morón de la Frontera (Sevilla), que en la salida, y tras el himno nacional interpretó varias marchas enlazadas . No faltaron las petaladas y las saetas en honor al Cristo de las Penas, que con paso valiente y reposado completó una brillante estación de penitencia por las calles de Córdoba sobre su característico paso de color caoba.
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Purísima Concepción de María
La Virgen de la Concepción es posiblemente una de las Vírgenes más bellas que salieron de las gubias del escultor sevillano Juan Ventura . Una Dolorosa que como cada Domingo de Ramos siguió el caminar de su hijo bajo palio. Lucía la imagen hermosamente ataviada y con el fajín del estado mayor prendido en su cintura, contando en esta ocasión con un sencillo y hermoso exorno floral que huía de las tradicionales camelias.
El paso de palio de la Dolorosa presentaba uno de los estrenos más sonados de la corporación, como eran las cartelas pintadas de los respiraderos . Por su parte, la Asociación Músico-Cultural Banda de El Carpio puso sus sones clásicos tras el paso de palio de la Virgen de la Concepción. Sonaron, como es habitual, marchas como «Saeta Cordobesa» , «Jesús de las Penas» o «Amarguras», entre muchas otras.
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El Señor de la dulce mirada
Hablar del Señor de las Penas es hablar del Señor de la dulce mirada. El titular de la cofradía de San Andrés completó este domingo una espléndida estación de penitencia. Al igual que el resto de cofradías de la jornada, la hermandad de la Esperanza inició su procesión por las calles de la ciudad con media hora de retraso sobre el horario previsto. La imagen del Señor lucía túnica bordada en oro , una magnífica pieza realizada hace un par de año por el bordador ecijano Jesús Rosado, gracia a la donación de su cuadrilla de costaleros.
El exorno floral estuvo compuesto por distintas flores de tonalidad roja , donde destacaban unas enormes y bellas rosas que dotaban al conjunto de una gran elegancia. Tras el Señor sonó la Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús de la Pasión de Linares , uno de los clásicos de este día. Una banda que interpretó un variado y selecto repertorio a lo largo de todo el recorrido. Así, por ejemplo, a su paso por la calle Don Rodrigo la formación linarense interpretó la marcha «Sagrada Cena» , de José Manuel Mena Hervás.
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Spes Nostra Salve
María Santísima de la Esperanza volvió a demostrar porqué es una de imágenes más queridas y esperadas de la Semana Santa cordobesa. La Dolorosa que tallara el recordado escultor Juan Martínez Cerrillo fue recibida a su paso con gran júbilo por parte de los cordobeses en muchos puntos de recorrido. Ataviada con un nuevo tocado de estilo art déco , fruto de la donación de unos hermanos, la Dolorosa hizo las delicias de todos los que la contemplaban con su andar alegre y de barrio.
El paso de palio de la Virgen de la Esperanza contó un año más con un variado exorno floral , donde destacaban unas grandes rosas color champagne, tanto en los violeteros frontales como en las jarras laterales, además de sus ya tradicionales centros de las esquinas del frontal . Como curiosidad, en la parte frontal del palio e intercaladas entre las flores, se podían observar unas pequeñas anclas de orfebrería en referencia a la advocación de la Esperanza. Además, la Dolorosa estrenaba puñal, obra de Emilio León con diseño de Rafael de Rueda. A su paso por la basílica menor de San Pedro, la Banda de la Esperanza interpretó marchas como «Triana tu Esperanza» o «La Estrella Sublime» , que formaron parte de un exquisito repertorio preparado para la ocasión.
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Silencio ante Herodes
Tras esperar la media hora que todas las hermandades de la jornada tuvieron que asumir, la hermandad del Amor se ponía en las calles del Cerro para cumplir un año más con su estación de penitencia. El cielo invitaba a tener cierta incertidumbre en lo climatológico, aunque conforme fue avanzando la tarde las dudas se disiparon y dejaron un cielo totalmente despejado para el disfrute de los hermanos del Amor. Nuestro Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes completó con brillantez su estación de penitencia, con una caminar alegre y de barrio.
Hermosísimas estampas se vivieron al paso del Señor mientras caía la tarde por un Puente Romano abierto al público, que sin embargo no se llenó al paso de la hermandad de San José Obrero . Un cortejo que sufrió un notable parón mientras hacía su entrada en carrera oficial la hermandad que lo antecedía, la de la Esperanza. Como en otras ocasiones, el paso de misterio lucía un variado exorno floral en tonos malvas y morados . El acompañamiento musical, por otro lado, lo puso la Agrupación Musical de Nuestra Señora de Valme, de Dos Hermanas (Sevilla).
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El Amor de un barrio
Acompañado por las pequeñas y antiguas imágenes de San Juan y la Virgen, el Santísimo Cristo del Amor procesionó un año más por las calles de Córdoba. Cientos de fieles no quisieron dejar sólo al pequeño pero venerado Crucificado del Cerro, que lucía esplendoroso sobre su paso dorado. Como es tradicional, dicho paso estaba exornado con un monte de clavel rojo , uno de los exornos florales más clásicos y típicos de la Semana Santa.
El acompañamiento musical, continuando con la línea del año pasado, corrió a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de la Salud , que interpretó un repertorio formado marchas de todo tipo. Al igual que la imagen del Señor del Silencio, el Cristo del Amor dejó estampas sobrecogedoras con los últimos minutos de luz del día a su paso por el Puente Romano, donde la Banda de la Salud interpretó la clásica Cristo del Amor».
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Madre de la Encarnación
Cerrando el cortejo de la hermandad del Amor procesionaba un año más María Santísima de la Encarnación. La bella y juvenil Dolorosa de Luis Álvarez Duarte lucía extremadamente hermosa a luz de su candelería , que resalta sus facciones de dolor contenido. Con el andar alegre y sentido de su cuadrilla de hermanas costaleras, la Virgen de la Encarnación completó una extraordinaria estación de penitencia.
El exorno floral de la Dolorosa estaba compuesto por una gran variedad de flores , como suele ser habitual, obra de Pinsapo flores. Brilló igualmente su paso por el Puente Romano, con el Cristo del Amor, el Señor del Silencio y la Mezquita-Catedral como telón de fondo, regalando una estampa única a los sones de la Banda de Música del Santísimo Cristo del Amor.
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Oración de la calle Feria
La última de las hermandades en realizar estación de penitencia por el recorrido oficial fue por segundo año consecutivo la hermandad del Huerto . Tras salir desde la parroquia de San Francisco, el cortejo de nazarenos blancos de la cofradía del Domingo de Ramos entornó la popular Calle de la Feria entre el entusiasmo de un público con ganas de poder disfrutar de su Semana Santa.
La principal novedad de la cofradía se podía contemplar en el paso de misterio de Nuestro Padre Jesús de la Oración en el Huerto, que estrenaba los apóstoles durmientes , obra del imaginero pontanés Jesús Gálvez. Por su parte, el exorno floral se componía de una gran variedad floral en tonos rojos sobre un decorado de tipo silvestre . Un Getsemaní hecho paso procesional. Además, los sones de la Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús de la Redención hicieron las delicias de todos los cofrades, donde no faltaron marchas como «Oración», que sonó en el compás de San Francisco.
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Amarrado por nuestros pecados
En la hermandad del Huerto se vive uno de los contrastes más emotivos de la Semana Santa cordobesa. Si en el Señor de la Oración en el Huerto la música invita al júbilo, en el Señor Amarrado a la Columna la música invita a la reflexión y la sobriedad . Sobre su paso color caoba e iluminado por cuatro faroles, la imagen estrenaba nuevas potencias de orfebrería , fruto de la donación del grupo joven de la corporación. La subida elegancia por los diferentes puntos de su recorrido. Especialmente bello fue el momento de su entrada en la Catedral.
Uno de los aspectos que más llamaron la atención de todas aquellas personas que contemplaron su salida procesional fue el original exorno floral que presentaba la imagen. Al igual que el pasado el Señor Amarrado presentaba un calvario con gran variedad de flor en tonos morados y malva . El acompañamiento musical, una vez más, corrió a cargo de la Banda de Música de Tubamirum , de Cañete de las Torres (Córdoba) que interpretó un repertorio musical con un marcado carácter fúnebre.
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Candelaria soberana
Como broche de oro a una jornada que no tuvo el inicio soñado, María Santísima de la Candelaria culminó su estación de penitencia con gran brillantez. Bajo su espectacular palio de estilo rocalla, la Dolorosa lucía bellamente ataviada por su vestidor, el granadino Álvaro Abril . Además, el exorno floral seguía la línea de originalidad de los otros dos pasos de la cofradía, con diferentes tipos de flor que hacían un conjunto muy vistoso y de gran sabor cofrade.
Especialmente emotivo fue el momento de su salida, instantes antes de atravesar el arco que separa el compás de San Francisco de la Calle San Fernando, donde la imagen recibió una intensa petalada . También fue de una gran belleza plástica su paso por la Plaza de la Corredera y la zona de San Pedro, siempre a los sones de la Agrupación Musical Ecijana «Amueci» , que desde hace muchos años acompaña cada Domingo de Ramos a la Dolorosa. Tras su paso por carrera oficial, concluía una jornada marcada por la incertidumbre , donde la valentía de las hermandades permitió que se pudiera disfrutar de una jornada casi completa.