San Juan Bautista de la Salle, una extraordinaria cargada de emotividad y alegría en Córdoba

Cuidar los detalles dice mucho del que lo hace. La excelencia se comienza a marcar por ahí, aunque eso no quiere decir que el camino elegido se separe de la humildad. En la tarde del viernes el grupo escultórico de San Juan Bautista de la Salle procesionó desde la parroquia de San Nicolás de la Villa hasta la Santa Iglesia Catedral.

Lo hizo a un ritmo alegre, conforme le marcaba el compás de la Agrupación musical de la Sagrada Cena . Su disposición cuidó hasta el último detalle, sin olvidar la humildad que les caracteriza. El tercer centenario de la muerte de su fundador se celebró de una manera muy singular. Le llevaron en procesión hasta el templo mayor de la diócesis en un cortejo muy nutrido de alumnos, ex alumnos y personas que entienden a La Salle como forma de vida.

Apenas se retrasaron unos minutos según el horario previsto, el de las seis de la tarde. El capataz Manuel Rojas dedicó la primera levantá a la parroquia de San Nicolás por su su acogida durante la semana. A partir de ahí, la música no cesó y la cuadrilla de costaleros del bello paso fue marcando el paso, haciéndose dueño de la tarde.

El centro de la ciudad se llenó de gente para presenciar la salida. Pese a ser una salida extraordinaria en un tiempo, donde hay muchas de esas, el cortejo era muy significativo y fueron diversos los puntos en los que se acumuló la bulla .

La tarde comenzó a caer mientras la familia lasaliana disfrutaba llegando a la catedral. Bajando por la plaza Agrupación de Cofradías, llegaron hasta la Judería. Allí aparecieron ante el templo mayor de la diócesis. La Mezquita-Catedral acogió a la imagen de San Juan Bautista de la Salle.

La Salle celebraba el 300 aniversario de la muerte de su fundador y para ello celebró esta extraordinaria, con un paso que acostumbra a ver las calles de Córdoba en el mes de abril. En la tarde del sábado se recibirá a una peregrinación de todos los colegios de La Salle de Andalucía.