PASIÓN EN CÓRDOBA
San Eulogio, el santo que regresó a Córdoba bajo el amparo de San Rafael
El sacerdote de época mozárabe fue uno de los sabios más notables de su época
Este jueves, día 9 de enero, se celebra el día de San Eulogio de Córdoba. Se trata de un santo cordobés nacido en torno al año 800 y es considerado como el último hispano-romano de la Bética. Recibió su formación en un colegio sacerdotal de la basílica de San Zoilo, también de Córdoba.
San Eulogio fue considerado como uno de los sabios más notables de su época, en el siglo IX. Durante su periodo de estudios entabló amistad con Álvaro de Córdoba , hoy patrón de las cofradías y hermandades de Córdoba. Esta amistad duraría hasta su muerte.
Como sacerdote, San Eulogio no se quedó en Córdoba, sino que predicó por Cataluña, Navarra, Zaragoza o Toledo, Diócesis de la que, después, sería nombrado arzobispo, aunque nunca pudo ostentar este cargo. Sus viajes, por otro lado, le valieron para engrandecer las escuelas de Córdoba a las que trajo numerosos libros latinos y obras de otros autores como San Agustín.
Ingresó en prisión
Por su defensa al movimiento martirio mozárabe ingresó en prisión, donde escribió el «Memorial de los Santos» y el «Documento martirial», dedicado a las santas Flora y María. San Eulogio fue liberado y en el año 859 fue de nuevo detenido.
Su segunda detención se produjo por haber ayudado a ocultarse a una hija de padres musulmanes Leocricia, que había sido convertida al cristianismo. Ambos fueron decapitados el día 9 de enero del año 859. Los cuerpos de ambos fueron sepultados en la basílica de San Zoilo, actual parroquia de San Andrés. Sin embargo, de allí fueron, nuevamente, trasladadas a la Catedral de Oviedo, hasta que llegó una petición desde Córdoba.
San Rafael, custodio de San Eulogio
Las reliquias de San Eulogio y Santa Leocricia fueron recuperadas por el hermano mayor de la hermandad de San Rafael Pedro Miguel de Prado, en el año 1735. Éste fue el que solicitó al obispo de Oviedo la recuperación de estos restos para custodiarlos en Córdoba.
De esta forma, las santas reliquias regresaron a la ciudad el día 16 de julio, festividad del Carmen, del año 1973. El encargado de reconocer las reliquias al gobernador del obispado Pedro Salazar y Góngora. Los restos fueron colocados en un relicario de plata que ordenó a hacer la hermandad del custodio de la ciudad.
En la actualidad, el reconocimiento a San Eulogio de Córdoba se reduce a la mitad del nombre de una de las parroquias de la capital, donde en su día se celebra una eucaristía, y a una calle. Sin embargo, en épocas pasadas los cultos a sus reliquias, en la iglesia del Juramento, atrajeron a numerosos fieles y devotos cordobeses.