PASIÓN EN CÓRDOBA

San Eulogio de Córdoba, el sacerdote que escribió la memoria de los Mártires y murió a manos del Islam

La Iglesia celebra el 9 de enero a uno de los líderes de los cristianos mozárabes en la ciudad

Imagen de San Eulogio en la parroquia de San Francisco y San Eulogio de Córdoba Rafael Carmona
Luis Miranda

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Tanto trabajó por honrar la memoria de los Santos Mártires de Córdoba y por conservar su nombre que se convirtió en uno de ellos. El 9 de enero la Iglesia universal celebra la fiesta de S an Eulogio de Córdoba , una personalidad fundamental en la historia del cristianismo en la diócesis que ha trascendido sus fronteras. Su historia merece contarse.

San Eulogio de Córdoba era un mozárabe , es decir, uno de los cristianos que vivían bajo la dominación de los musulmanes. Nació hacia el año 800 y su influencia fue decisiva en aquel siglo IX, en que los seguidores de Jesús todavía podían vivir en Córdoba bajo ciertas condiciones. Se formó en la basílica de San Zoilo , situada según algunos estudiosos donde ahora está la iglesia de San Andrés, y dedicada también a un mártir. Su formación llegaba de los Padres de la Iglesia , de San Agustín y de la tradición visigótica.

Urna de los Santos Mártires de Córdoba con las reliquias halladas en San Pedro Valerio Merino

Su personalidad quedó marcada a partir del año 848 por un viaje que hizo hacia tierras del norte de España, donde pudo ver cómo vivían el cristianismo quienes estaban libres del poder del Islam . De ahí sacó la idea de que el destino de una parte de los cristianos tenía que ser el de «morir por la fe». Con eso no perseguía una especie de inmolación, sino crear un movimiento incontenible que obligara a las autoridades a recapacitar, como había pasado en Roma.

Muchos se presentaron voluntarios al martirio: blasfemaban ante el cadí, el juez musulmán, y eso suponía la condena a muerte, el paraíso y un problema considerable también para el emir, en aquel entonces Abderramán II . Estuvo en prisión en el año 851 y allí escribió su primer Memorial sobre los Mártires.

Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, donde están los restos de San Eulogio de Córdoba ABC

Luego lo pusieron en libertad, pero la llegada al poder de Muhammad I endureció las condiciones. Lo detuvieron por acoger a Leocricia , hija de padres musulmanes y convertida al cristianismo. Para ese entonces ya se le había elegido obispo de Toledo , la diócesis más importante de Hispania, por su prestigio, aunque nunca llegó a tomar posesión.

El emir intentó perdonarle la vida, pero la encendida defensa del cristianismo que hizo ante él casi le obligó a condenarle a muerte. Murió decapitado , junto a Santa Leocricia. «Éste fue el combate hermosísimo del doctor Eulogio, éste su glorioso fin, éste su tránsito admirable. Eran las tres de la tarde de un sábado, 11 de marzo de 859», escribió de él su amigo y maestro Álvaro Paulo, otra de las figuras de la Córdoba mozárabe. Sus restos descansan en la Catedral de Oviedo desde el año 884.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación