Pasión en Córdoba
La Salud de Puerta Nueva suma simbología a través de la nueva figura de Judas Iscariote
La pro hermandad inicia así la presentación del grupo escultórico con el que pretende llegar a la Semana Santa
La pro hermandad de la Salud de Puerta Nueva presentó en la noche del domingo la segunda imagen de su misterio. A la imagen de Jesús de la Salud en su Divina Misericordia se le suma la imagen de Judas Iscariote , figura sin la que no se entendería el misterio que representan: el beso de Judas. La imagen es obra del imaginero cordobés Manuel Luque Bonillo .
La escultura del apostol Judas Iscariote que acompaña a Nuestro padre Jesús de la Salud es una obra de cuerpo entero para vestir de tamaño igual al natural, realizada en madera de cedro real y policromada al óleo. Viste túnica y abrigo con capucha en colores tierra, manto sobre la cabeza en verde seco y fajín a rayas .
El apóstol aparece acercándose por detrás al maestro, dispuesto a consumar la traición , su mano diestra sobre el hombro derecho de Jesús y la siniestra sobre el antebrazo izquierdo del Señor. Entre el fajín que ciñe su cintura, porta el atributo principal del apóstol, la bolsa con los 30 siclos de tiro , que tiene un doble significado: primero como símbolo de la deslealtad hacia su Maestro al entregarlo por 30 monedas de plata y, segundo, para recordarnos la confianza que Jesús y los apóstoles depositaron en él, ya que como recoge el evangelio de San Juan, fue nombrado tesorero de los pocos bienes del grupo.
En su rostro se refleja la complejidad del personaje, una apóstol díscolo e indócil a la vez que cobarde al terminar con su vida él mismo tras arrepentirse. Convencido del acto que estaba realizando y totalmente resignado al papel de villano que le ha tocado representar ya que sin él, la Pasión de Cristo no se podía haber llevado a cabo como Dios la dispuso.
La policromía del rostro en tonos tierra, de rasgos marcados: la mirada penetrante hacia Jesús, que recoge el conflicto interior del personaje; la nariz es pronunciada y el ceño fruncido; el cabello largo de tonos rojizos y recogido en una coleta; su barba bífida de pequeños y profusos rizos; la cabeza inclinada hacia el señor con el cuello pronunciado en tensión, y la boca entreabierta pronunciando las palabras «Salve Maestro».